La gran mayoría de hinchas de Independiente hemos suprimido
los fugaces recuerdos de “El Pelado” Díaz en el banco de suplentes del equipo.
En primer lugar, por el corto tiempo que abarcó aquel proceso de seis meses,
concluido abruptamente causa de un equipo que no jugaba a absolutamente nada.
Pero también, y esto no es un dato menor, porque la figura de este entrenador
quedó marcada negativamente gracias a la sensación que él nos regalaba de estar
en el equipo simplemente de paso, mirando de reojo cualquier oportunidad de
volver a su River. Y no es un dato menor agregar que Díaz arribó al equipo en
Septiembre del 2011 deslizando elogios al polémico Julio Comparada, presidente
en aquel entonces. “Es un empresario exitoso” decía el nuevo DT, reconocido
también por apoyar a Carlos Men*m de manera pública en diversas oportunidades.
Ya ven por donde viene la mano.
Sin embargo, nobleza obliga, se trataba de un entrenador
ganador y experimentado, que venía para reactivar futbolísticamente a un equipo
golpeado por la partida de Antonio Mohamed, mientras el crédito obtenido por la
Copa Sudamericana alcanzada en el año anterior comenzaba a desaparecer.
Podían
resultar un poco inquietantes los antecedentes más próximos de Ramón, es
cierto: Pobre campaña con el América de México entre el 2008 y el 2009, y una
segunda etapa en San Lorenzo con sabor a poco entre el 2009 y 2010. Para un
entrenador acostumbrado a los títulos, cuatro años (el último, en 2007 con
CASLA) sin conocer la gloria comenzaban a convertirse en una preocupación.
Un
Independiente en las puertas de una nueva Sudamericana y con un plantel en bajo
nivel pero capaz de dar algo más de lo que se exhibía jornada tras jornada, parecía
territorio fértil para una nueva hazaña.
El debut fue con una derrota 0-1 de local ante Colón de
Santa Fe, en un match correspondiente a la séptima fecha del Apertura 11’. Ese
día RD alineó a Fabián Assmann; Eduardo Tuzzio, Julían Velázquez, Gabriel
Milito, Maximiliano Velázquez; Iván Vélez, Nicolás Delmonte, Cristian
Pellerano, Osmar Ferreyra; Facundo Parra y Marco Pérez. Ingresaron, en el
complemento, Matías Defederico, Fernando Godoy y Leonel Núñez. Tras una
irregularidad inicial que mostraba incluso dificultad de El Rojo para sumar de
a tres en su estadio (además de significar la eliminación de la Sudamericana a
manos de Liga de Quito), El Pelado pulió al equipo y comenzó a amigarse con la
victoria: Hilario Navarro retomó a la valla titular, Lucas Villafañez lograba
ciertas intermitencias de juego interesante y la aparición de Martín Benítez
significó un recambio de calidad para el conjunto. En la última fecha se venció
por 2 a 1 a Tigre con goles de Parra y Hernán Fredes, alcanzando así la clasificación
a la Copa Sudamericana 2012. Independiente finalizó octavo y Díaz cosechó,
en aquel torneo, 5 victorias, 5 empates
y 3 derrotas. Un final levemente promisorio para el primer paso de Ramón al
mando. Sin embargo, a posterior, todo comenzaría a salir mal.
Las elecciones presidenciales en el club, celebradas en
Diciembre, dieron a Javier Cantero como ganador de las mismas, superando por
amplio margen a su más próximo competidor, “Cacho” Álvarez. Comparada
abandonaba la cúpula dirigencial y el amiguismo del ex presidente para con el
entrenador comenzaría a tornarse una piedra en el zapato para su relación con
el nuevo mandatario.
El verano comenzaba a transcurrir y mientras una
significativa limpieza de jugadores sacudía al plantel, el refuerzo de peso que
firmaba con Independiente era Ernesto Farías, por expreso pedido del
entrenador, quien comenzaba a idear su once titular para el 2012: Hilario
Navarro; Eduardo Tuzzio, Julián Velázquez, Gabriel Milito; Lucas Krupzky;
Fernando Godoy, Cristian Pellerano; Patricio Rodríguez, Matías Defederico;
Leonel Núñez y Farías. Con esos nombres salió a la cancha en la primera fecha
del Clausura: Derrota por la mínima en la visita a San Martín de San Juan.
Mismo resultado se padeció en la caída de local ante Lanús en la fecha
consecuente. Despacito, Ramón se fue posicionando en la cuerda floja. Los
rastros de juego en las primeras dos fechas eran nulos y la ilusión de obtener
el campeonato se comenzaban a desvanecer, con este recién empezado. El
presidente echaría un poco de nafta a la situación: “Ramón Díaz no necesita que
lo respalde. Se mejoró bastante, pero no todo lo que queremos.”. El final se
avecinaba.
La derrota por 2 a 0 ante Estudiantes en La Plata confirmaría
que los días de Ramón al mando de Independiente estaban contados. El 3 de
Marzo, en el cotejo por la cuarta fecha, el equipo sufriría un nuevo golpe,
cayendo 3 a 1 de local ante Argentinos Juniors. Aquella noche, Ramón Díaz
confirmó su renuncia. En 20 partidos, supo acumular 7 victorias, 5 empates y 8
derrotas, entre torneo local, Sudamericana y Copa Argentina. “Fue todo culpa
mía” atinó a decir el riojano previo a concluir su ciclo como técnico del club.
Sin embargo, tiempo más tarde esta historia con sabor a nada
nos regalaría secuelas patéticas y hasta hediondas para el gusto del hincha de
Independiente. Resulta que en una entrevista meses después de su salida Ramón
disparó duramente contra Cantero. Algo entendible reconociendo la corta y
turbulenta experiencia que los anexó en el club. Pero también esbozó elogios
para Comparada, incluso diciendo que le estaría agradecido toda la vida por la
oportunidad en El Rojo. El ex presidente eligió Twitter para responder al
halago ramonista: “Gracias por tus palabras. Sos un gran técnico y mejor
persona. ¿Cuándo nos juntamos a comer un asado?”. Innecesario. Realmente muy
innecesario.
¿Algo más? Lamentablemente sí. En la resaca de esta disputa
Cantero-Díaz llegaría a los medios de comunicación una acusación por parte de
la CD canterista: Ramón Díaz había robado, supuestamente, dos computadoras
portátiles pertenecientes a la institución. Esto se mencionaba en el contexto
de una crítica por sueldo atrasado que había realizado el ex DT. A esta altura,
este tema ya se encontraba saturado, sumergido en lo lamentable. Tardío final
para una experiencia que, simplemente, fue mala para todos los involucrados.
(Anteriormente on-line en Siempre Independiente)
Esas 4 derrotas al hijo en el inicio de 2012 fueron una cama que le hicieron los jugadores. ¿Quienes? Hilario y Battion fueron los visibles. La primera fecha post Ramón fue el triunfo 5-4 en la cancha de Boca. Ramón había terminado 2011 encontrando el equipo.
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