Insulso a la historia independentista resulto este zurdo
volante que arribó a la escuadra en el invierno del 2008, poniéndose así a las
órdenes del entrenador en aquel entonces, Claudio Borghi, de cara al Apertura.
Surgido desde el semillero de Vélez Sarsfield, llegó proveniente del Atlas
mexicano ejerciendo el rol de un primer recambio para el sector izquierdo del
mediocampo. Sería en el debut en dicho torneo, justamente concluido en empate
en cero ante ‘El Fortín’, donde vería acción por primera vez con la camiseta de
nuestro club, ingresando por Hernán Fredes para conformar el sector medio con
Lucas Pusineri, Mariano Herrón y Freddy Grisales.
El derrotero que vivió el equipo con el pasar de las fechas
catapultó a Borghi por fuera del banco de suplentes. Poco cambiaría la
situación tras el arribo de Miguel Ángel Santoro, desechando su rol antiguo de
bombero para, esta vez, hacerse cargo de manera oficial del primer equipo.
Independiente culminaría la competición con una migaja de puntaje, en los
últimos puestos de la tabla de posiciones. Centurión, en dicho trayecto,
acumularía minutos de juego con marcadas intermitencias.
Llegaba el 2009 y con él el lirismo de Ángel Cappa, la gripe
porcina transitando por las heladas calles y el boom del alica-alicate (?).
Nuestro protagonista era un actor de reparto de un Independiente sin identidad
que arrancaba a los tumbos el Clausura. La turbulencia le costó el puesto a
Santoro y dio pie al regreso de Américo Gallego, quien al arribar a la primer
práctica y observar el destrozo futbolístico que era nuestro conjunto, apeló a
tomar lápiz y papel para colocar los nombres que ya no formarían parte de sus
planes, en afán de reducir el plantel y, de alguna forma, comenzar a ordenar un
poco las carencias que padecía el equipo. Corría Abril cuando los medios
publicaron los fatídicos integrantes de la lista negra de Gallego: Lucas
Mareque, Federico Higuaín, Damián Ledesma, Nicolás Mazzola, Ricardo Moreira,
Leandro Depetris, José Moreno, Damián Luna, Héctor Echague y… Emanuel
Centurión. Así fue como los diez más odiados debieron emprender nuevos
destinos, siendo solo Mareque quien resultará indultado por el DT. Nuestro
protagonista, en silencio, hizo sus bolsos y dejó el equipo, acumulando en una
temporada 16 partidos, sin goles convertidos.
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