viernes, 29 de diciembre de 2017

Ariel Donnet


"Independiente Inédito" cierra un ciclo. Una vaga, pero certera, idea que pasó a materializarse allá por el mes de enero empieza a dar forma a sus últimas páginas virtuales (nos quedará una crónica más antes de bajar la persiana del 2017). Y, francamente, no podíamos cerrar este ciclo con una histórica contemporánea en el tiempo. Debíamos hurgar, hasta el fondo, para encontrar algo ignoto para aquellos que promediamos entre los 20 años de edad.

Indagando en los archivos -algunos de ellos tediosos por el pago de membresías y accesos dificultosos- apareció el apellido de un futbolista del que no tenía recuerdo. Del que si me preguntaran por el "Rojo" modelo 2000 seguramente no aparecería entre los primeros de esa lista. Pero para eso estamos aquí. Para saciar nuestra sed de curiosidad y traer historias poco conocidas u olvidadas en el baúl de los recuerdos.

Ariel Donnet -nada tiene que ver con Matías aunque son de la misma localidad santafecina- nació un 23 de febrero de 1974, en Esperanza. No tardó mucho en inclinar su balanza para uno de los dos bandos de la capital de aquella provincia. De chico eligió la camiseta roja y blanca de Unión y allí debutó en 1993 hasta el año 2001.

¿Qué pasó en aquel año caótico? Bueno, a mediados del mismo -en el mes de julio para ser exactos- Enzo Trossero, en su segundo ciclo como entrenador en el club, diagramaba lo que sería el plantel y equipo que debía afrontar Copa Mercosur y torneo Apertura. Algunos apellidos ya daban vueltas por Necochea junto al plantel. Ariel Montenegro y Víctor López regresaron de sus préstamos; Hernán Franco se sacó la foto con su nueva camiseta, Pablo Guiñazú y Andrés Silvera eran intenciones, y entre toda esa danza de nombres el homenajeado del día llegó a préstamo por un año en una operación de un coste de 50.000 dólares.

 "Sé que vengo a pelear por un puesto pero confío en mis condiciones. A la gente le digo que me voy a entregar y daré lo mejor por el bien de Independiente. Aún no hablé con Trossero pero sé que es un técnico ganador. Y eso me gusta", soltó el defensor que tuvo su debut en el certamen internacional ante Corinthians -con derrota 2 a 1- debido a que Juan Ramírez, titular en el puesto despertó con vómitos y un cuadro febril aquel día.

Poca acción vio el pobre de Donnet por Avellaneda. Las lesiones, sumadas al hecho de que nunca logró ganarse la titularidad lo relegaron y su partida fue cuando llegó Américo Gallego. Con plata fresca por venta de Diego Forlán al Manchester United cubrieron el puesto y todos sabemos cómo coronamos en el 2002. 

Para aquel año, el jugador se sumó a las filas del Estudiantes de La Plata de Néstor Craviotto. En su paso por nuestra institución jugó 14 partidos, divididos entre los dos certámenes anteriormente mencionados, no convirtió goles y hoy lo inmortalizamos en este blog. 

martes, 26 de diciembre de 2017

Mauro Airez



Contactos con seres de otros planetas. Pocos temas más apasionantes que el poder dilucidar si allá, en las estrellas que nos observan por la noche, hay vida inteligente. ¿Imperios, ciudades futuristas, superhombres de seis brazos ó tecnología superior de lo que nuestro cerebro puede comprender? La rienda suelta a la fantasía es materia común cuando debatimos sobre alienígenas, objetos voladores no identificados y conspiraciones del gobierno para ocultar una verdad ineludible: No estamos solos en el universo.

La ficción ha hecho enorme eco de esto. Desde la metáfora cinéfila y literaria en la guerra fría, donde los "extraterrestres" eran seres maléficos que venían desde el planeta rojo (valga la redundancia con la Unión Soviética), hasta nuestros tiempos actuales, con Stranger Things y Los Expedientes Secretos X a la cabeza. En el medio, todo tipo de enfoques para la fantasía de los extraterrestres: Nos emocionamos con ET, nos impactamos con Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, aplaudimos los efectos especiales de Hombres de Negro y nos iríamos a tomar una birra con Alf, mientras nos cuenta de sus desventuras en Melmac.

Vaya uno a saber que pasó por la cabeza de uno de los cronistas de El Gráfico a comienzos de los 90', cuando creo una nueva ramificación para la perspectiva alienígena en los medios de comunicación: El 26 de Agosto de 1990, Independiente y Racing Club se enfrentaron en una nueva edición del derby de Avellaneda. El final -empate en uno- tuvo como máximo atractivo el regreso de Ricardo Bochini al primer equipo tras una lesión que lo había postergado del primer equipo, alimentando rumores de posible alejamiento de la actividad profesional.

Pero otro agregado fue que en el bando de Jorge Solari jugaba las de atacante Mauro Airez, delantero ocasionalmente suplente en El Rojo que había sido adquirido en el mercado de pases de aquel año tras haber hecho buenas migas en Gimnasia y Esgrima La Plata y Argentinos Juniors. En un choque con el jugador académico Cosme Zaccanti, Airez sufrió un profundo corte en su cabeza, que lo marginó de la cancha a fines del primer tiempo y no lo dejó reaparecer en el match hasta iniciado el complemento. Con un vendaje que iba desde la frente hasta su pera, cubriendo pómulos y mejillas, Airez termino el cotejo momificado y algo ensangrentado. Tamaño aspecto le valió el apodo de extraterrestre para uno de los integrantes de la redacción de EG.

Amén de aquella ocasión, lo de este delantero en Independiente fue sumamente discreto si hablamos de fútbol neto. 15 partidos, un solo gol y rápida partida al fútbol europeo. Al final, lo de Airez fue puro humo (?). En el Viejo Continente, sin embargo, trazó una respetable carrera en el fútbol portugués, donde sentó bases tornándose un referente del Belenenses, en donde sus grandes actuaciones implicaron su traspaso al Benfica para fines de los 90'.

Listo, ¿ya está? Ni ahí. Porque no podemos despedir de este post al buen Mauro sin dejarles su video presentación en YouTube, a mención de un reconocimiento hecho por el Club Social y Deportivo Verónica de La Plata. Cromos de los 90' y música de Queen: Airez, entendiste todo.



Agradecimientos: Blog Historia de Independiente

lunes, 25 de diciembre de 2017

Mercado de Pases: Mariano Pavone (2009)



Transcurría el año 2009 cuando en Independiente, comandado por un histórico como Pepé Santoro, buscaba refuerzos para afrontar y comenzar de buena manera el Clausura, para renovar ilusiones de cara a lo que viene.

Con la llegada del experimentado defensor ex River, Eduardo Tuzzio, el puesto a reforzar clave era el de un centrodelantero, y quien mejor en Mariano Pavone, hombre fuerte que supo hacer grandes performances con Estudiantes de La Plata.



Mariano Pavone debutó profesionalmente en Estudiantes de La Plata, y allí permaneció durante siete años, puesto que en el medio obtuvo el Torneo Apertura 2006, de la mano de Diego Simeone. 

Para el año 2007, fue transferido al Real Betis, de España. Empezó bien, siendo titular, y para comienzos de 2009 no era tenido en cuenta por su entrenador. Allí, Pepé estuvo más que atento.

Claro está que Santoro pretendía reforzar un pobre ataque, ya que no convencía Gandín, Moreno o Núñez para esos puestos, además de mejorar lo hecho en el club (terminó 18° en el Apertura 2008). Con los números extraordinarios de Pavone, se convirtió en la prioridad principal de Independiente.



El Tanque perdió terreno en la consideración de su entrenador y el Rojo, mediante su representante Fernando Hidalgo, ofertó un préstamo al club de Sevilla. La propuesta fue totalmente rechazada, salvo si no era por una venta. Aunque tampoco había intenciones de desprenderse de la ficha del delantero. 

No conformes con esto, desde la dirigencia comandada por Julio Comparada apretaron el acelerador y cambiaron las condiciones del pase: 2,5 millones de dólares por el 50% del pase. Desde España, empezaron a ver con buenos ojos esta propuesta.



Sin embargo, una gran luz de esperanza iluminó a Avellaneda: Betis estaba en búsqueda de un centrodelantero y Ricardo Oliveira era el apuntado. Es más, prácticamente estaba todo arreglado y Pavone había revelado que el presidente de la institución de Andalucía le prometió marcharse en caso de arreglar con el brasileño. Lo casi imposible se empezaba a gestar...

Una vez consumado esto último, todo hacía suponer que esta novela eterna del verano culminaría en final feliz para Independiente, inclusive brindó una nota en el programa radial de Mariano Closs, donde manifestó: “Yo pedí que me dejen volver. Si no pasa nada raro, esta tarde se cierra”. Inclusive lo cruzaron telefónicamente con Santoro, quien este último le dijo: “Ojalá que puedas venir, Mariano. Acá sos una fija. Jugás arriba con el Rolfi y con alguno más que te pueda acompañar, como Higuaín, Núñez, Gandín…”.



Lo cierto es que por esa tarde que Pavone mencionó, desde la directiva de Betis fueron tajantes y ocurrió todo lo contrario, decidiendo que el 9 se quedase en Betis. Final de la eterna novela y como muchas otras recordadas, terminó quedando en la nada. Posteriormente, Pavone volvió al fútbol argentino para jugar en River, Lanús, Racing, Vélez Sarsfield y un paso en el exterior nuevamente, pero esta vez en México con el Cruz Azul y finalmente volver a Estudiantes, donde actualmente continúa su trayectoria.

Autor: Luca Franzi

jueves, 21 de diciembre de 2017

José Alcides Moreno


Regresamos. Hace rato, pero en este rol de escritor-lector que propongo desde este lado aún no. El regocijo y la excitación producto de la obtención de la Copa Sudamericana merodean en nuestra boca, arrojando un dejo de sonrisa que perdura y perdurará por los próximos días. La gente aglutinándose en la puerta de la sede social, los festejos a rabiar sobre la Avenida Mitre, los cuerpos traspirados producto del roce cuerpo a cuerpo, las camisetas adosadas a nuestra piel y el sudor entremezclado con alguna que otra gota de cerveza que voló por los cielos de Avellaneda siguen en nuestra memoria colectiva.

Pero es tiempo de cambiar el chip y volver a lo que nos compete. ¿Qué es? Traer el otro lado de la historia del "Rojo". Y para ello evocamos una materia que supo ser recurrente en las páginas electrónicas de este blog y un caso que aún no podemos resolver: los colombianos.

Si hiciésemos una encuesta, los hinchas de Independiente votarían casi por unanimidad que el último elemento glorioso y determinante, futbolísticamente hablando, que pisó el sur del conurbano proveniente de Colombia habrá sido Albeiro Usuriaga. A partir de allí, cualquiera sea la posición en el campo de juego, fue todo decantando. Juan Caicedo, Iván VélezJosé Valencia, Marco Pérez, Alejandro Bottero, Fredy Grisales, son algunos de los apellidos que traemos a colación y que servirán para introducir en el homenajeado de hoy.

José Alcides Moreno Mora, hombre de natalicio en el distrito de Cauca, el 10 de agosto de 1981, representa otro de los eslabones de esta cadena cafetera que aún no logró cortarse. Delantero de área por definición, potente y de buen porte, tuvo su natalicio como profesional en Deportivo Pasto, para luego pasar por América de Cali (donde compartió con dos ex C.A.I, Robinson Zapata y Fabián Vargas), Millonarios y pegó el salto al fútbol grande en el Dinamo de Kiev, en donde vio poca acción en Champions League.

Para el año 2007, Jorge Burruchaga y Julio Comparada -entrenador y Presidente respectivamente- se encontraban craneando lo que sería el "Rojo" modelo '07. Ahí fue donde Compi, para nada apurado y con mesura, decidió hacerse con la ficha del "goleador", abonando 900.000 dólares en efectivo. Según otras fuentes, todavía queda la duda de creer que el ex pope creyó que estaba trayendo a Dayro, una ganga que terminó bastante cara.

Tuvo su debut en la primera fecha, en la derrota 1-3 vs Colón, en épocas en donde el estadio "Juan Domingo Perón" fue la morada alquilada para hacer las veces de local. Su actuación fue pobre y, a partir de allí, poca regularidad encontró, divisando como principal mérito su primogénito gol en el triunfo 2-0 ante Rosario Central.

Sin embargo, el flojo andar hizo que Burru deba dar un paso al costado y Miguel Ángel Santoro tomó la posta, encendiendo la chispa de "Pepe": "Estoy aburrido de este club. Un día juego al otro no, eso me tiene muy desanimado. Encima la salida del Profe me perjudicó”. Pedro Troglio se hizo cargo luego del interinato de Pepé y saltó pocas veces del banco de suplentes al verde césped. 


Un fugaz préstamo por el Steaua Bucarest, primero, y América de Cali -donde fue campeón- hicieron que retorne en el año 2009 con sed de revancha. "Estaba en Colombia y me llamaron para decirme que el entrenador estaba interesado en que regresara. Por eso no dudé en volver y en ponerme a su disposición. Creo que en este tiempo logré madurar, fue un tiempo que me sirvió", soltó el player, aunque la suerte no cambió mucho. 

Puñado de cotejos más de por medio, se apartó de los entrenamientos en Villa Domínico y continuó su peregrinaje aterrizando en el fóbal rumano, peruano, colombiano y yankee. En el "Rey de Copas" disputó 23 partidos, anotó cuatro tantos y dejó un recuerdo de una "Perla" que nunca brilló. 

domingo, 17 de diciembre de 2017

Leandro Pereyra



Bucear en las profundidades de internet pueden dejar historias de todo tipo, clase y fin. Si en dicha actividad nuestra brújula es el fútbol, la cosa puede tornarse sumamente interesante: Superficialmente, tenemos los millones de seguidores, vídeos e imágenes que arrastran los jugadores de elite. Pero luego aparecen los relatos de culto, los perfectos desconocidos y los deseos de fama truncados por diversos trayectos de la existencia. Merodea por este último grupo Leandro Pereyra, nuestro homenajeado de hoy.

En algún momento entre el 2006 y el 2008, explotó en internet el furor de páginas de fichajes virtuales de futbolistas. ¿Qué quiere decir esto? Se trataba de una base de datos de jugadores profesionales de menor rodaje que ofrecían su currículum y su disponibilidad para que algún interesado lo vinculase con una institución deportiva. Usualmente se adjuntaba a esto la información física del sujeto, su condición en base a su pase y algunas opiniones que los usuarios podían agregar sobre él.

De Pereyra solo tenemos datos sueltos, aglutinados en su ficha de My Best Play. Para 2008 (año de creación de su perfil) decía haber nacido el 27 de Febrero de 1985 y en aquel entonces formar parte del Recreativo Belmezano, equipo perteneciente a la Segunda División andaluza, en España. "Lateral derecho, últimos dos años jugando de mediocampista central. Jugador rápido con mucha proyección y técnica" se describía el jugador en su carta de presentación 2.0.

¿Qué tiene que ver esto con nosotros? Es que Pereyra mostraba en su ficha una foto -situada en este post- con la camiseta de Independiente. La explicación está en su propio sitio: Pasó 10 años en inferiores rojas y formó parte del plantel profesional en 2005. A posteriori emigraría al under ibérico.

El perfil del jugador tiene comentarios de algunos seguidores de LP que cayeron rendidos (?) ante su destreza. Por ejemplo, un tal José Ángel Sánchez determina: "Un lateral con mayúsculas, velocidad, colocación, buen manejo de balón, muy explosivo tanto sin balón como con el, gran recorrido por la banda que le hace también poder jugar como interior y por su manejo con ambas piernas puede jugar tanto por derecha como izquierda. Grandisimo como jugador y aun mas como persona.". Not an actor (?).

Pereyra pertenece a ese extraño pero sumamente nutrido colectivo de hombres del balón que buscaron suerte en internet. Es tarea difícil saber que fue de su existencia: Un Leandro Pereyra aparece en el plantel de Atlético Trinidad de San Juan en 2016. Otro Leandro Pereyra dice ser parte de Hai Quan, equipo participante en la liga vietnamita. En la guía telefónica hay un par pero no nos animamos a llamarlos.

Leandro, si leés esto, ¿en donde andás?

viernes, 15 de diciembre de 2017

Claudio Aquino



El torneo post descenso significó un punto de partida nuevo en el hincha de Independiente. Técnico nuevo, aunque desconocido como fue Jorge Almirón, promulgó un fútbol distinto al reflejado por Omar de Felippe en la segunda categoría, a puro toque y vértigo. Su campaña en el Torneo Transición 2014 fue muy buena, casi con los mismos valores que obtuvieron el ascenso 6 meses atrás, con 33 puntos, y una clasificación a la Copa Sudamericana 2015.


Claro está que con este envión que obtuvo Almirón, su injerencia en la llegada de refuerzos se hizo notar como Mauricio Victorino, Nicolás Tagliafico, Gustavo Toledo, Gabriel Graciani, José Valencia, Torito Rodríguez, Lucas Albertengo, Emiliano Papa y el protagonista de nuestra historia, Claudio Aquino.


Nacido el 24 de julio de 1991 en Adrogué, el mediocampista hizo sus primeros pasos en Ferro, allá por el año 2009, y permaneció tres años. Luego partió a Defensa y Justicia aunque sin tanta trascendencia. Posterior a esto, Godoy Cruz lo acobijó en Mendoza.  Sin embargo y pese a algunas conductas fuera de la cancha inapropiadas, Jorge Almirón confió en él y ya lo conocía tras su paso por el Halcón cuando coincidieron ambos.



Por lo pronto, llegó como el reemplazante natural de Daniel Montenegro, quien este último dejaría de ser considerado por el entonces entrenador Almirón (lo que le valió que la gente se ponga en contra, más de las que ya tenía). Y si de críticas hablamos, la principal hacia Aquino fue la de su estado físico, que a priori, parecía excedido de peso, carga que conllevó en su estadía.



Nunca terminó de asentarse, y tanto con Almirón y luego Mauricio Pellegrino alternaba titularidad y suplencias, aunque más las últimas durante el año 2015. Para el 2016, Aquino logró mejorar su forma física, de hecho se hizo notar en un partido de verano frente a River, el cual el Rojo venció por 3-2 al Millonario con dos goles de nuestro homenajeado. Esa noche fue figura del partido gracias a su pegada y rapidez para jugar, quizá sus mejores atributos (estando en óptimas condiciones físicas).



A pesar de su ilusionante comienzo de año, su nivel decayó y se mimetizó con el del equipo mostrado en general. Con Mauricio Pellegrino no se logró entrar a la Copa Libertadores, y pese a algunos buenos partidos en el primer semestre de 2016, Aquino finalizó su estadía en Independiente. Primero fue cedido a préstamo a Fluminense, retornó en 2017, pero para rescindir su contrato.

Continuó en Belgrano de Córdoba y actualmente se desempeña en Unión de Santa Fe. Sus números finales en Independiente fueron de 29 partidos y sin goles oficiales a favor, un sinfín de insultos recibidos y nada más que eso.

Autor: Luca Franzi

sábado, 9 de diciembre de 2017

Roberto Battión


Estamos envueltos en una fecha especial. Los hinchas de Independiente merodean, por estos días, la obtención del último título de la institución. Aquella Copa Sudamericana que levantamos todos en el "Libertadores de América" fue un punto de inflexión para bien y para mal, porque lo que pasó a ser un oasis en el desierto, y hasta un puntapié para renacer, como algunos marcaban, terminó por ser el punto de partida de un tren con destino a una parada que todos queremos obviar.

Pero todo se vuelve más punzante a nivel emocional, porque el momento que atravesamos. El "Rojo" está, nuevamente, en una final de Copa Sudamericana. Dista mucho aquella edición modelo '10 a la que disputa actualmente. El rival final es Flamengo, y no Goiás, la definición será en el "Maracaná", y no acá, los jugadores han pasado y los técnicos desfilaron en el trayecto de estos años.

Como todo esto es lo que nos engloba, decidimos traer a colación una de las notas que nos caracteriza. Así es, un player que integró el plantel que llegó a campeonar pero, debido al ostracismo, malos desempeños y la situación que le tocó atravesar, cayó en el olvido colectivo o, mejor dicho, quedó en el inconsciente del que no volverá.

Roberto Battión, hombre oriundo de Santa Fe, fue uno de los refuerzos que llegó para reforzar un plantel que tenía como objetivo unidireccional llegar a la gloria de la mano de Antonio Mohamed. De natalicio futbolístico en Unión, las cosas no arrancaron de forma prolija en su desembarco a nuestro amado club.

Pese a tener apalabrada la continuidad en Banfield, elenco con el que conquistó el torneo local, el destino de su viaje para entrenarse pasó de ser Luis Guillón a Villa Domínico, dejando en banda al "Taladro" y firmando con los de Avellaneda por cuatro años, en una operación que costó 700.000 dólares el cincuenta por ciento del pase, y que fue pedido expreso el ex manager César Menotti, que lo quería para reemplazar el lugar que dejó vacante David Acevedo.

 "Hable con Clide Díaz y aclaramos la situaciones. Al principio hubo un principio de acuerdo con Banfield, en el medio apareció la propuesta de Independiente. Surgió esta posibilidad y decidí quedarme en independiente, todo jugador aspira a jugar en uno de los grandes", soltó apenas puso la rúbrica y se alistaba para ser una pieza en el elenco que conducía, momentáneamente, Daniel Garnero. 

Tuvo su debut con la divisa punzó el 8 de agosto, por la primera fecha del Apertura '10, en la derrota por la mínima ante Vélez, en el "Amalfitani". Con el correr de los partidos, fue alternando entre la copa y el torneo local, un tanto relegado ante los primeros rivales (Argentinos Juniors-Defensor Sporting) ya que entre Fernando Godoy y Hernán Fredes, sin embargo, a partir de la llave frente a Deportes Tolima empezó a ganarse la titularidad y fue una fija, llegando a disputar la final frente a Goiás, siendo uno de los que estuvo desde la partida en el momento de la coronación. 

El momento caliente de nuestro personal del día, fue en el 2011. Aún con Mohamed en el banco, hubo un hecho que llevó a que el volante despotricara contra el técnico y su cuerpo de ayudantes. De local, el "Rey" vencía a All Boys, por dos a cero, y el mediocampista tenía una actuación cuanto menos buena. Sin embargo, el "albo" empató el cotejo y dejó más sabor a derrota. El ex Aris Salónica despotricó ante su entrenador e hizo hincapié en la falta de energía que tenía el equipo para disputar los encuentros, tirando la munición hacia la preparación física. 

El tiempo trascurrió, el "Turco" se fue y diversos entrenadores llegaron. Cristian Díaz, el primero y Américo Gallego después, lo tuvieron como una de las alternativas para formar la zona medular, acompañado por Víctor Zapata y Fabián Vargas, mostrando este tercio como el de los experimentados, sumado Jonathan Santana. 

El fin de la travesía del blondo por estos pagos llegó en 2013. A mediados de ese año, Miguel Brindisi le comunicó que no iba a ser más tenido en cuenta, las reincidentes lesiones le jugaron una mala pasada y rescindió su vínculo de común acuerdo. 

En total, contabilizó 63 cotejos, convirtió cuatro goles y participó de la obtención de nuestra último título. 

jueves, 7 de diciembre de 2017

Ciencia Ficción: Norberto Verea




Décadas atrás, las inferiores rojas tuvieron un arquero apodado El Ruso. Si bien este se hizo más reconocido por su carrera fuera de la cancha que dentro, el génesis de su propia existencia se encuentra fuertemente arraigado a la Doble Visera y sus inmediaciones. Norberto Verea arrancó en las inferiores del Club Atlético Independiente a comienzos de los 70', desarrollándose como guardameta. Anteriormente, había sido mascota, habitué de la colonia de vacaciones del club y un respetable actor en otras disciplinas deportivas de la institución.

Criado en Gerli, del palo del metal y revoltoso ante las imposiciones del sistema y la moda, Verea trascendía más por sus enriquecedoras pláticas sobre música, fútbol y otros artes que por sus performances en la valla de El Diablo. Sin alcanzar el debut como profesional con dicha casaca, optó por buscar sitio en clubes de rodaje menor. Pasó así por Chacarita, Deportivo Español, Argentino de Quilmes y Talleres de Remedios de Escalada. Como dato curioso, podemos deslizar que en El Funebrero peleó la titularidad con una joven promesa de la valla que terminaría haciéndose con el puesto: Luís Islas, futuro símbolo del arco rojo.



Una vez alejado de la actividad como futbolista, se inclinó por el periodismo. Formó parte del mítico programa Radio Bangkok, se encargó de difundir el heavy metal en los medios que lo acobijaban, despuntó el vicio como actor ocasional y se desenvolvió como columnista y conductor en programas de fútbol, donde se mantiene como un fuerte crítico al dogma, al sistema y a lo establecido, fiel opositor a la idea de ganar como sea que constantemente desarticula en sus intervenciones.

Tornándose un personaje de culto y reposando en la periferia de los medios masivos, hoy solo algunos registros añejos deambulan por internet notificando los días del periodista en el arco rojo.

Foto de Historia del Fútbol Ayacuchense 

domingo, 3 de diciembre de 2017

Mercado de Pases: Juan Krupoviesa (2009)




Para olvidar el año 2008, donde no fue muy bueno en lo futbolístico, Independiente salió decidido, en medio también de la construcción del Libertadores de América, a buscar jugadores para reforzar el plantel de Miguel Ángel Santoro.


En la parte defensiva había ciertos lugares por corregir, aunque con la llegada de Eduardo Tuzzio procedente de River, desde la dirigencia presidida por Comparada encabezó las negociaciones con Boca por este curioso protagonista, quien también es recordado por la patada más feroz del fútbol argentino a un Daniel Montenegro presente con la divisa punzó. Sí, acertaron, Juan Krupoviesa.


Su puesto natural fue marcador de punta por el sector izquierdo, siendo Estudiantes de La Plata el club donde realizó todas sus inferiores hasta debutar profesionalmente en el año 1999. Tras un ciclo de grandes rendimientos, fue adquirido por Boca Juniors en el 2005. Desde su llegada, obtuvo seis trofeos.


Tras el título que obtuvo Boca en el Apertura 2008 de la mano de Carlos Ischia, este último le comentó al lateral tucumano que no sería tenido en cuenta de cara a la próxima temporada. En Avellaneda se hicieron eco de esta noticia y llamaron a los teléfonos de las oficinas xeneizes pidiendo las condiciones para adquirir con los servicios de Krupoviesa. Las lesiones que lo aquejaron (rotura de ligamentos), y la poca continuidad disputada (tuvo un fugaz paso por Olympique de Marsella) no resultaron problemas para Independiente.




El pase se realizó enseguida, donde Independiente y Boca acordaron la llegada del marcador de punta a préstamo por un año y con un cargo de 150 mil dólares. Prontamente se sumaría a la pre-temporada en Pilar. El morbo que reinaba por aquellos días era cómo iba a recibirlo Daniel Montenegro tras la famosa patada de la cual se mencionó al principio. Pero nada más que eso.

Sin embargo, hubo un cimbronazo en el club de Avellaneda. Krupoviesa no venía a jugar a Independiente. ¿Pero cómo, no estaba ya todo acordado entre ambas instituciones? ¿Qué pasó?


El tucumano salió en un móvil de TyC Sports donde prefirió continuar en Boca Juniors: “Ojalá me pueda quedar acá y que me vayan bien las cosas. Estoy contento con la pretemporada y espero poder aprovechar esta oportunidad. Y continuó: “Quedé relegado por problemas dirigenciales, porque estuve más de un año sin contrato. Pero ya se arregló todo y ahora quiero vestir la camiseta de este club”.

Resultado final, Krupoviesa se quedó en vano ya que no obtuvo la continuidad deseada, aunque en el torneo de verano de aquel año, y casualmente frente a Independiente marcó un gol, tras una gran jugada individual. Posteriormente, jugaría en Arsenal, Chacarita y Central Norte de Salta, aunque su continuidad en el tiempo fue apagándose producto de las lesiones constantes.

viernes, 1 de diciembre de 2017

Pablo Brandán



Hoy es primero de diciembre. Hoy no es un día más para el hincha de Independiente, claro que no. Conmemoramos ¡15 años! de aquel Torneo Apertura 2002 que atrapamos bajo la conducción técnica Américo Gallego. Una tarde en donde el "Nuevo Gasómetro" se tiñó de rojo para vivenciar los goles de Federico Insúa, Andrés Silvera y Lucas Pusineri. Una tarde para añorar, porque es, hasta ahora, el último título que conseguimos a nivel local.

Ahora bien, una duda se planta cuando revisamos los apellidos que engrosan la lista de ese plantel galardonado. Visitando diversas páginas de internet sobre los hombres que llevaron adelante dicha proesa, aparece uno ignoto y del cual, no hay registros certeros de que haya estado allí.

Pablo Brandán, hombre de natalicio en Merlo, provincia de Buenos Aires, parase haberse colado, pidiendo permiso, entre aquellos que dieron la vuelta olímpica en la cancha de San Lorenzo. Pues bien, si bien en una de las prestigiosas páginas que tiran data sobre fútbol así figura, resulta ser que este lateral-volante por izquierda no fue parte de aquel campeonato, o la menos, otros portales demuestran lo contrario.

Hizo su intromisión en la primera de Huracán a los 16 años y, con buen manejo del balón y criterio para el ataque, se ganó un lugar en el equipo titular, atrapando el ascenso a la élite doméstica en la temporada 1999-2000. Sin embargo, su promiscuo debut no fue sinónimo de posteriores éxitos y, tras no poder arreglar su salida a Boca Junirs, decidió emprender su viaje al Alavés de España, en donde el técnico poco lo tuvo en cuenta, ya que apenas disputó dos cotejos.

El cierre del Apertura modelo '02 llegó y, Andrés Ducatenzeiler, pope del Rojo en aquel entonces, decidió contratar al ex jugador del "Globo" en el horno sin tapa en que se convierte enero en esta ciudad. Llegó a préstamo, por seis meses y con una opción de compra de 2.500.000 dólares -dejando de lado ofertas de Racing y River- pese a no ser pedido expreso del entrenador.

La cuestión es que, colgado nuevamente, tuvo la oportunidad de demostrar sus armas en la 13° fecha del clausura 2003, en un empate en cero ante Estudiantes de La Plata. Apenas un puñado de choques más, mantuvieron al mediocampista entrenando en Villa Domínico, al lado del acceso.

Este partido ante el "Pincha" no significó una igualdad más, dentro de lo que algunos llaman "el partido perfecto", sino también la salida del "Tolo" que, antes agarrar sus cosas e irse, tuvo unas palabras para con el joven: "Yo no lo pedí. Yo quería un delantero. Vino él y bienvenido sea. Pero la oportunidad era par Eluchans. Encima, entre las lesiones y el Sub-20 no lo pude tener mucho". (Cita extraída de "En Una Baldosa".

La cuestión es que la cesión terminó y nuestro homenajeado emprendió su viaje que siguió por Argentinos Juniors, Instituto, Unirea Urziceni y Steaua Bucarest de Rumania, Liaonongin de China, Beitar Jerusalemn israelí y Universitatea Craiova también rumano.

Su paso por el "Rey de Copas" arroja un saldo de seis partidos, ningún gol, pero el recuerdo en la memoria colectiva de estar plasmado como uno de los apellidos galardonados con este club, al menos, para un portal.

Foto de En Una Baldosa


miércoles, 29 de noviembre de 2017

Daniel Astegiano


¡Casémosnos! Dicha frase suele ser el inicio del resto de tu vida de una etapa en la existencia del ser humano que implica compartir casa, vivencias, familia, la vida misma, con una persona que has elegido para entregarte en cuerpo y alma, ante testigos carnales y divinos. Sin embargo, las circunstancias detrás de esta unión pueden tener un sinfín de historias curiosas, que nos demuestran que esto del matrimonio es algo más que dar el Si ante un tipo en sotana. Es el caso de Daniel Astegiano.

Tras hacer buenas migas como atacante en Rosario Central y Atlético Ledesma, en 1976 este futbolista pasó a formar parte del Club Atlético Independiente. A sus 24 años, lucharía entonces a por un lugar en la delantera con Daniel Bertoni, Norberto Outes y Héctor Arrieta. Su metro noventa de altura lo hacían una figura de peso para los centros a la olla, sumado a un intenso olfato goleador que le permitió trazar la cifra de 28 goles en 50 partidos en la temporada 76-77. La adquisición había sido un éxito. De yapa, DA sostuvo una racha superlativa: En los cuatro cotejos en los cuales Independiente y Racing se midieron durante su estadía en la Doble Visera, ¡este delantero anotó en todos ellos! A saber: Se deshizo en un hat-trick en el primer encuentro (4-2), mojó nuevamente al siguiente derby (3-1) así como también en su consecutivo (3-1 de nuevo) y selló su opera prima de goles clásicos con un tanto en el último de la temporada (1-1).


Sin embargo, lo bueno parece que dura poco. Desde Europa percibieron el estallido goleador de Astegiano y rápidamente se iniciaron sondeos para adquirir su pase. ¿A donde se dirigió? Nada más y nada menos que al Fútbol Club Barcelona, calzándose la casaca de dicha institución en un partido amistoso ante el AC Milán, con la excusa por parte de los dirigentes del club de probar a la nueva joya que venía desde América del Sur.

Pero... al DT de los catalanes, Rinus Michels, no le conformó la performance del argentino y rápidamente descartó su contratación. ¿Qué hizo entonces Astegiano? Movió rápidamente el tablero para encontrar nuevo hogar. Sin tener en cuenta la posibilidad de regresar a Avellaneda, no debió moverse de la península ibérica para firmar por su siguiente conjunto: El Rayo Vallecano. Solo había un asunto: El cupo de extranjeros estaba lleno. ¿Y ahora?

"El Rayo sólo tiene un extranjero en sus filas, el también argentino González, pero dado que el plazo de admisión de extranjeros expiró hace tiempo, la única posibilidad radica en que Astegiano obtenga la doble nacionalidad. La próxima semana llegará a España su novia, hija de españoles, con la que se casará en breve". Así rezaba el recuadro de el diario El País que a comienzos de Octubre de 1977 señalaba la curiosa táctica que el jugador debería emplear para poder quedarse en aquellos pagos. Algo a las apuradas, Astegiano y su novia dieron el Si, con el novio combinando esmoquin y moño con pantalones cortos y botines.

Foto de coleccionista de MercadoLibre

domingo, 26 de noviembre de 2017

Ariel Montenegro




Cuando en el barrio armabas un picado entre amigos, o inclusive en la actualidad, a veces alguno se baja a último momento y quizá en la búsqueda desesperada le decís a un compañero que lleve a un hermano para completar el equipo. ¿Quién no jugó al fútbol con un hermano, o un familiar dentro de la cancha en el mundo amateur? Ni hablar si en el profesionalismo se dio estos casos (aunque en esta historia triunfó uno más que otro).

Bienvenidos a este nuevo post, donde le damos la bienvenida a Ariel Montenegro, nacido el 3 de noviembre de 1975 en Capital Federal y hermano de un valuarte en los últimos años como fue Daniel Gastón Montenegro alias Rolfi.
Ariel desempeñó sus funciones en el mediocampo, más precisamente en el sector derecho de la cancha. Su debut en Primera División fue con la camiseta de San Lorenzo, en el año 1995. Allí se mantuvo hasta el año 1999, cuando un problema de salud (hipotiroidismo) lo alejó de las canchas por un tiempo. Aunque Belgrano de Córdoba contó con sus servicios y repuntó su nivel.

Hacia comienzos del año 2000, y con Enzo Trossero como DT de Independiente, vio en Montenegro un jugador con mucha llegada al gol, rápido y picante en un sector derecho que no había tenido jugadores adeptos al puesto. En esta particularidad, la llegada del volante coincidió con la de su hermano menor, Daniel Montenegro, quien provino del Olimpique de Marsella, sin tener demasiadas oportunidades en Europa. Trossero los incluyó en el primer partido del Clausura 2000, nada más y nada menos que un clásico y contra Boca Juniors, dirigido por Carlos Bianchi. Los Montenegro jugaron todo el partido, en el que terminó con derrota por 3-1 en condición de local.

Su primer gol fue frente a Argentinos Juniors, en un partido que no resiste análisis, ya que Independiente le propinó una paliza al conjunto de La Paternal por ¡8 a 1! en la Doble Visera.
Durante el Torneo Clausura de aquel año, Ariel fue titular en 18 de los 19 partidos, de un torneo en el cual el Rojo mantuvo un gran nivel y se coronó subcampeón por detrás de River Plate, comandado por un conocido Américo Gallego.
Para el Apertura y con nuevo técnico (Osvaldo Piazza fue el sucesor de Trossero), el ex San Lorenzo perdió mucho terreno en su consideración, tanto, que marchó cedido a préstamo a Córdoba CF de España.
Allí se mantuvo un año, hasta que regresó para el Torneo Apertura 2001, y con Trossero nuevamente en el banco. Con el ex defensor, Montenegro retornó a la titularidad.
Durante aquel certamen, fue titular en casi todos los cotejos manteniendo un regular nivel. Sin embargo, nuevamente se marchó cedido a Córdoba, aunque volvería para mediados del entrante año (Mitad de 2002).

Con Américo Gallego en el banco, el Rojo consolidó un equipo muy competitivo y fue un merecidísimo campeón de punta a punta tanto por los rendimientos individuales como el fantástico funcionamiento colectivo que forjó el ex volante Campeón del Mundo.
Nuestro protagonista integró el plantel campeón, aunque sólo disputó dos partidos, frente a Gimnasia en la segunda fecha (empate por 1-1 como visitante), y contra Nueva Chicago (empate por 2-2, también de visita). En ambos enfrentamientos ingresó desde el banco de suplentes. Su tercer paso fue sin pena ni gloria, tras no disputar los minutos necesarios, aunque con dos particularidades, salir campeón y haberse dado el lujo de al menos jugar junto a su hermano (quien por cierto, tuvo un rendimiento sublime).
Partió a fines del 2002 en búsqueda de más continuidad, y precisamente fue Córdoba CF en donde se mantuvo durante tres años y fue un importante jugador en esa institución. Posteriormente vistió las casacas de Pontevedra, Numancia, Hércules, Gimnasia de Jujuy, Lucena y Peñarroya, club donde puso punto final a su carrera futbolística.

Finalmente, Ariel Montenegro vistió la casaca punzó en 49 ocasiones, donde marcó siete goles, fue campeón y junto a su hermano, algo poco usual en el fútbol en estos días.

sábado, 25 de noviembre de 2017

Leonardo Pekarnik


Es una fecha especial para el hincha. Para todo el pueblo, pero más que nada para aquellos que nacimos cuando el anterior milenio llegaba a su ocaso, producto de la unión entre el centro que tiró Emanuel Rivas y la conexión inmediata que hubo en el punto penal con la cabeza de Lucas Pusineri, para decretar el empate en la "Doble Visera", ante Boca Juniors, y coronarnos posteriormente ante San Lorenzo, en el 2002.

Todo eso pasó en esta fecha. La "Doble Visera", el equipo del Tolo, el último campeonato a nivel local, el gol del Pusi, el relato de Marcelo Araujo que inició con el famoso, "Cuando empuja Milito, Independiente quiere...", todo eso trae a colación el escrito de hoy, porque el personaje que homenajeamos, fue partícipe de todo eso, mirando desde afuera, pero con su nombre y apellido grabado en la historia roja, por ser parte.

Las vivencias de Leonardo Pekarnik en el mundo rojo comenzaron hace ya un tiempo atrás. Fue antes de todo lo que mencionamos anteriormente, más precisamente ocho años atrás en el tiempo. Oriundo de Don Torcuato, Buenos Aires, para 1994 comenzó las inferiores en el elenco "Xeneize" y, cuando estaba a punto de firmar, un llamado desde Avellaneda hizo que cambiara de parecer. Así es, los colores tiraron más. Y sino, miren cómo él mismo lo explicaba: "Como soy hincha del Rojo desde pendejo, no lo dudé. No me importaba viajar tres horas desde Don Torcuato para llegar. Caí un jueves, me vieron Nito Veiga y el Chivo Pavoni. Y el sábado ya estaba jugando en la Octava frente a Quilmes. Fue increíble".

No le importó eso. Tampoco le importó, apenas meses antes, colarse en la tribuna del elenco de la Ribera cuando estas instituciones se batieron a duelo en la final de la Supercopa modelo '94. "Mirá si seré hincha que el día que ganamos con el gol de Rambert, como no quedaban más populares para la tribuna de Independiente tuvimos que comprar con mi viejo (Mario) las entradas en la reventa y fui a parar a la tribuna de Boca. Cuando 'Seba' la puso por arriba de Navarro Montoya, empezamos a putear fuerte para desahogar nuestra alegría. Si gritábamos el gol nos mataban..."

La cuestión con nuestro personaje del escrito, es que, un par de años después, tuvo su primera oportunidad de estar en primera. Osvaldo Piazza se pagó una vuelta para ver a la cuarta división, comandada por Néstor Claussen, y decidió subir un puñado de ese piberío que hacía diabluras en las menores: Con el Vuoso, Orellana y Eluchans también se sumaron a los entrenamientos en primera y, en breve, tendría su gran chance. 

Debutó en el apertura 2000, específicamente en la cuarta jornada, en la derrota 2-1 ante Lanús, en la "Fortaleza". Apenas 10 minutos saboreando las mieles de la elite le alcanzaron para ser tenido en cuenta por el técnico y, para la novena fecha, el deté ya le daría la pechera para que sea titular. 

Como volante por derecha tuvo sus oportunidades con Piazza y con Clausen, cuando este último pasó a ser el encargado de dirigir a los profesionales. Sin embargo, el arribo de Américo Gallego disipó su momento y lo sacó, alejando que, en ese puesto lo tengo a Ríos…está Pekarnik, que es un muchacho muy joven, con 19 años, que tiene que aprender y luego será importante para el club", tal como marca el blog de "En Una Baldosa".


Coronó, como mencionamos anteriormente, y figurará dentro de la lista de aquellos hombres que lograron el tan ansiado Apertura. Sin embargo, poco rodaje más tendría en Alsina y Bochini. Fue a Estudiantes a préstamo y, a los seis meses, decidió emigrar al fútbol israelí, más precisamente al Apoel Haifa, para luego continuar su travesía por Universidad César Vallejo, Defensores de Belgrano, Luis Ángel Firpo, Envigado, Sportivo Belgrano y San Telmo, en donde despunta el vicio actualmente. 

En total, con la divisa punzó, estuvo presente en 31 partidos, con dos correspondientes a la Copa Mercosur, no convirtió goles, y se suma a la galería de apellidos que aparecen en la lista cuando rememoramos a los hombres del "Tolo".

jueves, 23 de noviembre de 2017

Mercado de Pases: Cristian Fabbiani (2008)



A los más jóvenes detrás del monitor quizá le cueste imaginar (?) que casi una década atrás Cristian El Ogro Fabbiani era un delantero que supo ser disputado por clubes de peso en los mercados de pases. Sería en el año 2008 cuando el extrovertido atacante poseyó más chances de arribar al Club Atlético Independiente, quedando esta historia maltrecha ante la ausencia de acuerdo. ¿Qué hubiera pasado si...?

De cara al Apertura 08', el entrenador Claudio Borghi buscaba un 9 para sustituir a Germán Denis, próximo a aterrizar en las filas del fútbol italiano. El nombre que apareció en carpeta fue el de Fabbiani, quien se encontraba rompiendo redes en el CFR Cluj rumano, cosechando tan buenos resultados que incluso algunos medios de aquel pago le sugerían que se nacionalizara para representar al seleccionado local.

Ante la chance, sin embargo, de firmar por El Diablo, CF deslizó que dicha propuesta le seducía, arrojando flores al entrenador rojo y quedando a disposición de las negociaciones. Las charlas, sin embargo, no prosperarían y la posibilidad rápidamente fue disipada. A Independiente arribó Darío Gandín, y Fabbiani firmó por Newell's Old Boys, donde cumplió una destacada actuación.



No habría que salir del propio año 2008 para encontrar un nuevo cruce de intereses entre el delantero e Independiente. Ya sin Borghi al mando, Miguel Ángel Santoro se encontraba en vísperas de la Navidad craneando el equipo de cara al 2009, por lo que solicitó a los dirigentes -casi como regalo a Papa Noel- el arribo de Fabbiani, quien sería una pieza clave en su futuro esquema. El jugador, que también era activamente buscado por River Plate y Vélez Sarsfield, declaraba en ese entonces: "Es una propuesta que me interesa mucho, por la historia que tiene el club", y agregó "Hablé con Luis Islas y me comentó sobre la posibilidad de ir al Rojo. Es una institución grande. Volver a Rumania no lo voy a hacer" .

En simultaneo, Fabbiani se encontraba en crisis con Newells, institucionalmente destruido tras la conclusión de la nefasta era de Eduardo López. Las deudas que dicho club sostenía con sus jugadores era lo que propulsaba el deseo del futbolista respecto a abandonar Rosario. De yapa, se decía que podría arribar al club en paquete con Hernán Bernardello y Germán Ré. El Ogro les tiraba un lance: "Cuando vea a mis compañeros voy a hablar con ellos. Estaría bueno, si se da el pase, que se sume alguno más".

Su fanatismo por River, sin embargo, pudo más: Fabbiani descartó a Independiente y se calzó la banda en el génesis del año 2009. El resto es historia conocida.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Ricardo Gareca




Toda persona tiene su momento consagratorio tanto en la vida como en el fútbol, que es a lo que nos dedicamos a escribir en este humilde blog. Momento consagratorio o broche de oro a aquellos que han tenido una magnífica carrera deportiva.
El protagonista de esta historia estuvo ligado a un momento muy particular en esta semana, que fue clasificar a Perú al Mundial de Fútbol y quien además, cerró de forma estupenda su trayectoria vistiendo los colores de Independiente.


Así es. Ricardo Gareca, nuestro homenajeado del día de hoy, nació el 10 de febrero de 1958 en Tapiales. Dueño de un porte físico excelso y una potencia para jugar como centrodelantero, su puesto en el que se desempeñó como futbolista, debutó profesionalmente en 1978 donde defendió la camiseta de Boca Juniors. Allí permaneció hasta 1980 donde fue cedido a Sarmiento de Junín, para luego volver al club de la ribera, (siendo este segundo paso donde se afirmó como goleador) y posteriormente ser transferido a River Plate, aunque allí jugó poco y nada.


Su periplo futbolístico continuó hacia Colombia, en donde el América de Cali lo acobijó en 1985. En tierras cafeteras, el Tigre rugió tanto sus goles que,durante esa década, los hinchas tomaron rápidamente un cariño inolvidable hacia él a base de sus grandes desempeños. Permaneció hasta 1989, donde retornó al país nuevamente.
Sus goles se mudaron a Liniers, donde Vélez, club de sus amores, lo contrató. Allí se mantuvo durante tres años, hasta que finalmente, Independiente adquirió de sus servicios en 1993.


Debutó en la primer fecha del Torneo Clausura, frente a Huracán en un triunfo por 3-1 disputado en la antigua Doble Visera donde Gareca fue titular en el equipo comandado por Marchetta. Para el DT, era una fija asegurada, y sus compañeros en la delantera solían ser tanto Gabriel Amato como Antonio Mohamed.

Su primer gol fue ante River Plate, en una derrota por 1-2 en condición de local, en un torneo en el cual el Rojo fue subcampeón, detrás de Vélez. Para comienzos del Torneo Apertura 1993, el lungo atacante quedó un poco relegado de la consideración de Marchetta, a base de buenas actuaciones de Beto Alfaro Moreno, pero no quiere decir que no sea totalmente tenido en cuenta, ya que era muy importante en el plantel alguien de su notable jerarquía.


Llegado el 1994, y con una renovación total en el banco de suplentes que abrió paso a la llegada de Miguel Ángel Brindisi, nuestro protagonista definitivamente perdió terreno en el once inicial, dada la llegada de Palomo Usuriaga y un prometedor Sebastián Rambert.
No obstante, funcionó como una rueda de auxilio en momentos determinantes de aquel torneo, como por ejemplo en la segunda fecha, donde le marcó a River, en un encuentro que sirvió para ganar por la mínima.

Su experiencia desde afuera del campo de juego ayudó mucho a aquellos veloces y aguerridos delanteros con los que contaba Independiente.
Independiente disputó palmo a palmo con Huracán ese certamen, y el destino quiso que ambas instituciones se enfrentaran en la última fecha en Avellaneda. ¿El resultado? Un categórico 4-0, en un partido que Independiente bailó, por completo a un Huracán que venía puntero. Quien cerró la goleada fue nada más y nada menos que Ricardo Gareca, que luego meses después disputaría un puñado de partidos durante el Torneo Apertura 1994, y su última participación fue en el partido de la primer final de la Supercopa de ese año, frente a Boca Juniors, ingresando por Gustavo López. (¡Gracias al comentario al pie de la página para poder corregir el error!)


Una vez ya retirado, Gareca decidió enfocarse de lleno a la dirección técnica. San Martín de Tucumán y Talleres fueron sus primeros pasos, pero Independiente fue su primer oportunidad en un equipo grande. Contratado por Héctor Grondona post ida de Menotti a la Sampdoria en pleno torneo, Gareca asumió y sus primeras palabras fueron: “Mi desafío es conservar el estilo de juego”. Debutó con victoria frente a Deportivo Español en condición de visitante con un contundente 3-0. Aunque sin embargo y a pesar de no estar mal en la tabla, se despidió apenas disputadas 15 fechas, con un triunfo 2-1 sobre Colón de Santa Fe.

Así y todo, Ricardo Gareca disputó 41 partidos como jugador y celebró 11 goles con la divisa punzó, además de obtener el Clausura 1994 y el cariño de la gente, quien a pesar de que hace 20 años ya no nos dirige, siempre merodea la sombra de él ante una posible vuelta como entrenador (previo paso a que asumiera Ariel Holan, se le realizó un llamado, pero agradeció.). ¿Lo hará?

viernes, 17 de noviembre de 2017

Hernán Losada


El escrito de hoy me invade de recuerdos. No sé si a ustedes, lectores, les pasará lo mismo. Pero es que incursionando en la vida del personaje del día, me topé en los suburbios de internet con esta imagen clásica representativa de algún álbum de figuritas de esos que uno colecciona de pequeño (o de grande también).

Todavía añoro cuando, en el patio del colegio, hacíamos las típicas reuniones en donde el "nola, late..." era el único ápice discursivo que podía oírse. A lo sumo, quizá, un tanto más exclamativo al ser una pegatina de esas difíciles, imposibles de conseguir, el último espacio en blanco que esperaba a llenarse por el que cambiabas todo tu pilón.

Todo eso transmite, al menos en mí, la incursión de Hernán Losada a las páginas virtuales de este blog. De origen en Buenos Aires, en 1982, destacó en las inferiores de Barracas Central, en donde Nito Veiga, poniéndose el traje de casatalentos, decidió traerlo a Independiente, en donde rápidamente le hicieron su primer contrato.

Le tocó una parada brava. Enganche o volante por izquierda de manera natural, tenía como espejos en su puesto a nombres de talla como Zidane, Aimar, D'Alessandro. En el año 2003, su vida cambiaría rotundamente. Es que Osvaldo Sosa lo va a incluir como titular ante la visita que tenía el "Rojo" ante Rosario Central. "Lo que yo hago cuando juego al fútbol es pensar siempre en el arco de enfrente. Todavía Sosa no me confirmó nada pero estoy tranquilo. ¿Mi estilo de juego? No sé, soy un jugador habilidoso. Humilde el pibe, ¿no?", apuntó a soltar en una entrevista con Clarín previa al choque de turno. 

"Ojalá se me dé. Estoy muy ansioso. En estos días llego a mi casa y quiero pensar en otra cosa pero no puedo. Tengo unas ganas bárbaras de jugar y de demostrar lo que sé. Tengo claro que a veces la oportunidad pasa una sola vez y la tengo que aprovechar". El 25 de octubre del '03, en la derrota por 2 a 0 ante el "Canalla", en Arroyito, vio acción por primera vez en el Torneo Apertura. 

A partir de allí alternó. Pese a que parecía ser una pieza clave, o al menos fija para los diversos entrenadores. Llegó a una suma de minutos bastante considerable, teniendo como actuación estelar todo lo que hizo con la redonda cuando le tocó enfrentar a Cienciano, por la Copa Libertadores, marcando dos tantos en la victoria 4 a 2, ante los Peruanos. 

Sin embargo, parece ser que todo lo que prometió no logró cumplirlo y emigró a páginas de estampas con pegamento de otros países. Pasó a Universidad de Chile en el 2005 y, a partir de allí, hizo toda su carrera en Bélgica, en donde le fue más que bien. Beerschot, Anderletch (donde fue compañero de Nicolás Frutos), Beerschot A.C y KFCO Beerschot-Wilrijk, en donde se mantiene actualmente, fueron sus parajes en el país europeo.

En total, contabilizó 57 partidos con la casaca roja, convirtió 8 tantos y deja el recuerdo de la niñez lejana, al menos, por un rato.