viernes, 30 de marzo de 2018

¿Indulto o Condena?: César Luís Menotti (1997)



En la velada del primero de Junio de 1997 el panorama parecía paradisíaco para los hinchas de Independiente: El equipo acababa de aplastar 6 a 0 a Colón en Santa Fe y a cuatro fechas del final del Clausura, se encontraba a tan solo un punto del líder River Plate. Buen fútbol y efectividad eran un combo propicio para soñar con salir campeones.

Sin embargo, la fiesta del fútbol que el equipo desenvolvió en El Cementerio de los Elefantes se veía eclipsada por una noticia de extrema relevancia: El entrenador César Luís Menotti dejaba su cargo apenas concluido el cotejo, para buscar mejor suerte en el fútbol italiano, donde la Sampdoria lo esperaba para ficharlo. Increíble pero real, un Rojo que brillaba en la culminación del campeonato, y que tenía serias chances de lograr el título, de repente se encontraba con el banco de suplentes acéfalo. La bronca con CLM, claro, no tardó en florecer por parte de dirigentes e hinchas.

Un resignado Héctor Grondona no disimuló su cara de fastidio en los medios cuando posterior al cotejo disparó: "Es practicamente un hecho que Menotti se va a ir y que el de hoy fue su último partido". El ex entrenador de la Selección se defendió de una forma un tanto extraña: "Me duele tener que dejar el equipo en esta situación, pero no porque se esté luchando por el título, sino porque en este club viví cosas muy especiales. Me identifico con casi todos los gustos de su hinchada y rara vez me ocurre algo así. Pero no es culpa mía lo que pasa, es culpa de un modelo de fútbol que nos obliga a esto. Si uno se queda hasta agosto en un club, después no trabaja más...". Posteriormente, direccionó culpas a la CD, que le había ofrecido un contrato poco satisfactorio, alegando que era una forma indirecta de prescindir de sus servicios. Demasiadas especulaciones, una sola realidad: El técnico se iba a un fútbol de mayor proyección internacional dejando atrás la posibilidad de título con su Independiente.

Bordeando el cumplir el año al cargo, Menotti hizo las valijas y partió al calcio. Ricardo Gareca fue su sucesor, con la misión de contener el golpe anímico de la partida de El Flaco y obtener los doce puntos en juego de cara a los siguientes cuatro encuentros, entre ellos el de la última fecha ante Los Millonarios.

Sin embargo, el hecho de no tener a su arquitecto en el banco hizo que el equipo se viniera abajo y rápidamente extraviara las chances de campeonar: El Tigre debutó con un 2 a 0 a Lanús, pero chocó a la siguiente con San Lorenzo, quien nos ganó por la mínima en su casa. En la anteúltima fecha, El Rojo se despidió del título al caer 2-3 de local ante Huracán de Corrientes. Y cerró su participación empatando sin goles ante el campeón, River Plate.

El romance de Menotti y la Sampdoria duró poco, y el entrenador regresaría poco tiempo después a la Doble Visera, sin lograr obtener aquella conquista pendiente del 97'. Poca suerte tuvo en sus dos ciclos posteriores, en 2005 otra vez como técnico y en 2010 como manager. A más de dos décadas de aquella partida de César Luís a Italia en plena zona de definiciones, te preguntamos, rojo, ¿indulto o condena?

miércoles, 28 de marzo de 2018

Gustavo Reggi



La década de los ´90 parece empezar a pisar con fuerza en nuestro blog. Amén de algún que otro post de índole más contemporánea, jugadores, técnicos y campañas de aquellos tiempos afloran. No sabemos si producto de malas decisiones de la comitiva, un ojo no tan entrenado para divisar refuerzos y potenciales futbolistas de las inferiores, o pichones de carcks que se fueron aminorando con el tiempo, hoy recapitulamos otra historia cercana al nuevo milenio.

De cara al Apertura 1997, César Luis Menotti planificaba lo que sería una temporada que tendría como principales objetivos la Copa Mercosur y el Apertura correspondiente a la segunda mitad de año. Para todo este cúmulo de partidos, el entrenador divisó que faltaba un refuerzo en ataque y un apellido sobresalió del resto.

Gustavo Reggi, hombre de natalicio en San Martín, Mendonza, empezó a romper redes en el club de su ciudad natal y, tras una gran temporada, se sumó a Ferrocarril Oeste, en donde a base de goles se convirtió en ídolo de la hinchada y levantó el interés del "Rey de Copas".

Para mitad del '97, el delantero -con registros de 17 conquistas en 25 cotejos- se sumó a las filas de los de Avellaneda, a préstamo por un año con cargo de 350.000 dólares y una cláusula de salida que ascendía a los 2 palos verdes.

Nuestro homenajado debutó en un 3-0 a favor ante Deportivo Español, con un tanto incluído, y parecía que su religión que profesaba goles y más goles la pondría en práctica también en nuestra casa. Sin embargo, la constancia de sus festejos no fue tal.

Cabe destacar de sus primeros partidos, que sus marcas fueron más que notables. En las primeras tres fechas ligó el balón dos veces a la red -la anteriormente mencionada y ante Huracán- y en la cuarta fecha llegaría su salto a la fama.

Independiente se enfrentaba a Racing, en la doble visera, con el karma de llevar 14 años sin vencer allí. La noche de la ciudad se tiñó de rojo gracias a los gritos de Francisco Guerrero y el héroe que aparece en la foto que encabeza esta crónica.

Sin embargo, el andar de los nuestros era magro. Para mitad del certamen, luego de algunos cachetazos, renunció Menotti y Ricardo Gareca agarró la conducción sin cambiar la ecuación de manera significante, quedando séptimos en el escalafón de posiciones.

Ya en el '98, el hombre de la tierra del buen vino, mudó sus dotes a La Plata, más precisamente en Gimnasia. Reggina, Crotone, Unión de Santa Fe, Las Palmas, Levante, Castellón, Quilmes y un regreso del hijo pródigo a su lugar natal fueron los clubes que lo cobijaron más adelante.

A modo de conclusión, su estadística en la Doble Visera es de un total de 29 disputas y 7 gritos sagrados.

domingo, 25 de marzo de 2018

Patricio Vidal





En este post quizá podemos dirimir en las siguientes cuestiones cuando las cosas no funcionan en el equipo en general, tras una seguidilla negativa. ¿Cambio al arquero? ¿Modifico la defensa? ¿Con 3 o 4 en el fondo? ¿Doble 5 o uno solo? ¿Dos delanteros, tres? y un montón de preguntas en el imaginario de toda persona que juega a ser Director Técnico (obviando a quienes lo son). Probablemente esto le haya pasado a Cristian Díaz cuando dejó la Reserva temporalmente para suceder a Ramón Díaz en el marco del Torneo Clausura 2012 donde en 4 fechas no logró ningún punto producto de todas derrotas.

Patricio Vidal es quien hoy protagoniza este post. De características ofensivas, en las divisiones inferiores solía destacarse como centrodelantero e incluso tirarse unos metros más atrás de un 9 nato. El oriundo de la provincia de Tucumán tuvo su trunco debut casualmente cuando renunció Ramón Díaz tras la derrota por 3-1 en condición de local frente a Argentinos Juniors, por la cuarta fecha.

Puntualizando en el inicio de esta reseña, Cristian Díaz pateó el tablero y con un par de pibes en su destacada Reserva, los incluyó en el once titular. Pibes como Monserrat, el debut de Diego Ruso Rodríguez y nuestro homenajeado. Y vaya si le fue bien en su segundo partido en Primera División que marcó el primer tanto en el, quizá, mejor partido de los últimos tiempos en el fútbol argentino: el Boca 4 - Independiente 5. Allí Vidal coronó una actuación fantástica y ratificó la confianza que Díaz depositó en él.

Los siguientes partidos de aquel Clausura fueron testigos de Vidal tanto en el XI titular o de suplente pero donde llegaba a ingresar en el complemento de los partidos. Mientras Díaz conseguía buenos resultados que conformaban al Presidente de Independiente (Cantero en aquel entonces) como para ratificarlo en el cargo, el delantero tuvo otro momento de gracia donde ingresó en el Clásico de Avellaneda en el famoso partido de Teófilo Gutiérrez expulsado y donde sacó un arma en el vestuario. Dicho encuentro culminó en goleada 4-1 y Pato metió el tercer tanto de la goleada y paliza (clásica).

El Rojo aquel torneo terminó de forma irregular y el Inicial 2012 lo arrancó de la misma forma, donde con dos empates y dos derrotas (una frente a Racing), fueron suficientes para que Díaz deje el cargo, dando paso a la vuelta de un conocido de la casa: Américo Gallego. Vidal entonces ya no disputaba la titularidad como antes pero sí alternaba en el banco de suplentes como recambio, aunque nunca llegó a disputar los minutos suficientes como para tener un panorama más crítico de él.

En 2013, el peor año de la historia independientista, se marchó en búsqueda de minutos a Chile, precisamente a Unión Española. Luego volvió en 2014, y se marchó cedido nuevamente al país trasandino, pero esta vez a Unión La Calera. Ya en 2016, quedó libre del club. Actualmente se encuentra en la B Nacional, donde defiende los colores de Sarmiento de Junín.

Sus números finales fueron de 22 partidos y sólo dos goles a favor, muchas suplencias y quizá con la injusticia de que haya podido disputar más seguido con la divisa punzó.


viernes, 23 de marzo de 2018

Marcelo Saralegui


Google es una cosa de locos. Es una biblioteca abierta para todo ser que habite le internet. Es fuente de enseñanza para todos aquellos que naveguen en la red. Es anfitrión de un millar de historias desconocidas para los cibernautas. Es fuente de atajos para aquellos que aún van al colegio. Pero también, y más importante aún, es suministro de información para que día a día llenemos nuestro libro virtual referido a Independiente.

Sin rodeos, el invierno de 1999 trajo nuevas competiciones para los "Rojos". César Menotti, director técnico de los nuestros, planificaba -cigarro en boca mediante- las estrategias y planes para volver a su equipo competitivo de cara a la Copa Mercosur y al Apertura venidero.

Allí, el "flaco" entendió que faltaba un volante mixto en la mitad de la cancha. Aquel que juegue parado en el medio y preste vocación ofensiva para sumarse al ataque. Marcelo Saralegui picó en punta como el nombre a quien ir a buscar en pos de lograr esa mentalidad ganadora. Hombre de paso por el fútbol Europeo, militó en las filas del Atlético Madrid, fue campeón con el Torino de Italia, mantuvo un paso por Nacional de su natal Uruguay, y, en el ámbito local, supo defender las camisetas de Colón y el acérrimo rival. Así es, el charrúa es uno más que se suma a ese selecto grupo de profesionales que vistieron las dos casacas del "Clásico de Avellaneda".

La "Academia", en conflicto por su pase con el "Sabalero" entendió que era momento de dar rienda suelta a la ficha del volante, por lo que la oferta de los nuestros empezó a calzar. "La causa judicial entre Racing y Colón se está por destrabar y, luego, vamos a concretar su incorporación", soltó Juan Torres, vicepresidente primero en aquel entonces, mientras Héctor Grondona -el pope- terminaba de encarrilar las gestiones desde Brasil, con los players a punto de debutar en el torneo internacional ante Corinthians. 

La transacción llegó a buen puerto y el hombre proveniente de las tierras orientales arribó a Alsina y Bochini a préstamo, con un cargo de 50.000 dólares. "Ahora tengo chances de ser campeón", soltó efusivo, denotando que con el "Rey de Copas" podía aumentar la cantidad de galardones en sus vitrinas. 

El debut de nuestro homenajeado se dio en la primera fecha del Apertura, ante Boca, en condición de visitante. Fue caída 0-3 en el estreno y su performance no fue la mejor. "Nos ganaron bien, pero hay que tener en cuenta que llegamos con el desgaste del partido del jueves contra Vélez por la copa", justificó, y, consultado por su decepcionante actuación y una posible precipitación debido a que sólo tuvo dos entrenamientos con sus nuevos colegas, se defendió: "A mis compañeros los conozco bien. Además, la mejor manera de conseguir ritmo y de adaptarse al esquema de juego es jugando. Me sentí cómodo aunque por ahí al final del partido sentí un poco el cansancio".

La cuestión es que el pasar de este profesional por nuestras filas no fue de la mejor manera. Sin mucha continuidad, en el ocaso del año, y con el nuevo milenio viniéndose encima, Defensor Sporting apareció como opción en su camino y los directivos no hicieron mucho esfuerzo para retenerlo. 

La cuestión es que, seis meses más tarde, regresó a la ciudad, pero para disputar sus respectivos cotejos en el Juan Domingo Perón. Aquel que mantuvo sentirse con oportunidades reales de coronar, hizo la vista gorda, y demostró su empatía por los de la vereda de enfrente, no sin antes contar los detalles de su prematura ida: "Me fui porque sabían que mi pase era de Racing y que en junio volvía acá. Por eso me dejaron ir a Defensor.


—¿Y qué te dejó Independiente?
—Muchas cosas no me dejó. Fue un paso muy corto. Estoy más identificado con Racing que con Independiente.
Con la divisa punzó registró un total de 14 cotejos, marcó un tanto y, hoy, decidimos traerles sus memorias. 

jueves, 22 de marzo de 2018

domingo, 18 de marzo de 2018

Pésimas Campañas: Osvaldo Piazza

Foto de FutbolRetro

El primer invierno del nuevo milenio ocurría con una incógnita en la cabeza de los dirigentes del Club Atlético Independiente: ¿Quién debía reemplazar a Enzo Trossero como entrenador del plantel? Se descartaron muchos nombres que hoy nos suenan extraños, pero que en dichas circunstancias estuvieron cerca de abordar, entre ellos José María Bianco y Juan José López. ¿Y quiénes quedaron en pie, entonces, a la hora de la decisión definitiva? Un ídolo de la casa, Jorge Burruchaga, quien estaba haciendo sus primeras armas como DT en Defensa y Justicia, y Osvaldo Piazza, un outsider al mundo rojo de reciente buena campaña con Colón de Santa Fe.

A mediados de Julio del 2000, este último asumió la dirección técnica del equipo. El empujón definitivo en la carrera se lo había dado el presidente Pedro Iso, quien vanaglorió el fútbol ofensivo de Piazza, más su mayor experiencia, por sobre Burru. Rápidamente arribaría el primer refuerzo de la era, el arquero Oscar Passet, movimiento acoplado con la decisión del nuevo técnico de subir a primera a un puñado de promisorios pibes, entre ellos Juan Eluchans, Ariel Orellana y Vicente Vuoso. Había expectativa, así, en torno a los objetivos que se aproximaba: Tanto el Apertura doméstico como la Copa Mercosur.

En su debut en el torneo local, Piazza sacó a la cancha a Passet; Jorge Martínez, Javier Páez, Gabriel Milito, Juan Carlos Ramírez; Gastón Galván, Ariel Montenegro, Carlos Estigarribia (otro de los refuerzos), Cristian Domizi; Francisco Guerrero y Diego Forlán. ¿Resultado? Oscuro empate sin goles ante Belgrano de Córdoba en la Doble Visera, con Panchito malogrando un penal. Arranque algo torcido que terminó por derrumbarse en las siguientes fechas, ya que Independiente acumuló ¡siete partidos! sin conocer la victoria: A las tablas con los cordobeses se sumaron el empate en uno ante Almagro, la caída 0-2 ante Huracán, derrota 1-2 ante Lanús, un esquivo 0-1 ante River e igualdad 1-1 ante Vélez. Recién la séptima jornada el equipo de Avellaneda sumó de a tres: Victoria 2 a 1 frente a Colón de Santa Fe, con goles de Daniel Garnero y Forlán. Curiosamente, frente al ex equipo del ya cuestionado DT Piazza.

Independiente, sin embargo, jamás levantó cabeza y finalizó 14to. ¿Qué le dió espaldas en aquel contexto al entrenador? El vencer, en la última fecha, por 2 a 0 a Racing Club. Tamaño vitoreo en el derby permitía ser algo expectantes de cara al futuro próximo. Che ¿Y la Mercosur? Mejor no hablar de ciertas cosas, diría Prodan: Eliminados en primera ronda, por detrás del Cruzeiro y el Palmeiras.

Acoplando a sus subidas a Primera a los jóvenes Livio Prieto y Mariano Pernía, Piazza comenzó a preparar lo que sería el Independiente rumbo al Clausura 2001. Resultados eran lo que se precisaba. En aquel torneo, para el debut ante Belgrano -ahora, claro, a jugarse en Córdoba- el DT formó a Ariel Rocha; Jorge Martínez, Javier Páez, Gabriel Milito, Juan Carlos Ramírez; Gastón Galván, Martín Vitali, Livio Prieto, Esteban Cambiasso; Matías Vuoso y Diego Forlán. Se repitió el mismo resultado que en la rueda anterior: Empate sin goles.

Si bien el equipo había mejorado algo en su juego en comparación a lo exhibido meses atrás, la realidad continuó siendo adversa: Entre la 12ma y y la 15ta fecha, El Rojo transitó una racha negativa: 2-3 ante San Lorenzo, 0-0 ante Chacarita, 1-2 ante Boca y 0-2 ante Argentinos Juniors. Esta última derrota fue suficiente para Piazza, que escaso tiempo después de terminado el cotejo presentó su renuncia a la comisión directiva, dejando atrás una etapa de menos de un año donde el equipo flaqueó en cada paso que dió. Inicio del Siglo XXI dado con el pie izquierdo para El Diablo.



miércoles, 14 de marzo de 2018

Mercado de Pases: Sergio Sosa (2015)



Era el hit del verano rojo. Al Libertadores de América iba a arribar un promisorio delantero, proveniente del ascenso, en lo que era una interesante apuesta que el equipo de Jorge Almirón estaba dispuesto a realizar. Comenzaba el año 2015 y tras reafirmarse en Primera y dejar la mayor pesadilla detrás, Independiente osaba contratar a Sergio Sosa, romperredes de Estudiantes de Caseros.

17 goles en 40 cotejos eran las cifras del joven de 20 años que se mostraba entusiasmado con la idea de ponerse la casaca de nuestro club: "A Sergio le seducen otros clubes que lo buscan, pero Independiente es palabra grande" deslizaba Martín Sendoa, su representante. Claro, el muchacho también era solicitado desde Vélez Sarsfield y Estudiantes de La Plata, pero parecía que tenía una debilidad por Avellaneda: "Estoy ansioso, mi llegada puede concretarse mañana" dijo el joven cuando apenas el año tenía cuatro días de vida.

Pero... Las negociaciones comenzaron a dilatarse. El interés de El Fortín y El Pincharrata se intensificó aprovechando cierta vacilación de la CD. Que estos se nos adelantaron, que los otros se durmieron. Cuestión que Sosa pasó de estar a nada de firmar con El Diablo, a ubicarse lejos de las posibilidades de la institución, allanando el camino para que los otros interesados se hicieran con él. Mantuvo reuniones con los de Liniers y La Plata, pero sorpresivamente tampoco prosperaron. San Lorenzo y Huracán también sondearon al muchacho del Pincha de Caseros. Quedó en la nada.

¿Y entonces? Atlético Rafaela fue el destino de Sosa, sitio en donde no logró hacer pie y que abandonaría escaso tiempo después. Sin embargo, el destino es sabio, y el protagonista de este post pudo remediar el pasado y en 2017 -finalmente- ponerse la casaca de Independiente... Rivadavia de Mendoza.

martes, 13 de marzo de 2018

Ciencia Ficción: Messi con la camiseta de Independiente




El mundo Independiente en el día de la fecha está revolucionado (en el buen sentido) porque en el último tiempo ha nutrido a la Selección Nacional de Argentina de jugadores. Federico Mancuello, Victor Cuesta, Emiliano Rigoni, Nicolás Tagliafico (a pesar de que no estén son figuras recientes que fueron parte de la gesta importante como la Sudamericana 2017) y hoy, Fabricio Bustos y Maximiliano Meza, con merecidas citaciones.

Allí se codearán con los jugadores argentinos de la élite mundial, entre ellos, el mejor de todos los tiempos como lo es Lionel Messi, el astro del Barcelona. Me poso en este último nombre para rendirle todos los honores que se le puedan dar. Lio nació en Rosario el día 24 de junio de 1987. Dotado de una gambeta infernal, velocidad, precisión, pase, versatilidad e innumerables cosas que solo tienen los dioses mitológicos, realizó las inferiores en Newell's desde pequeño.

Con su problema de crecimiento, fue el Barcelona quien fue el primer interesado en ficharlo y en realizar el tratamiento para su inconveniente. Allí realizó una carrera implacable donde rompió todos los récords habidos y por haber. Máximo goleador del club, de la Liga Española, 5 veces Balón de Oro, campeón juvenil, campeón olímpico, máximo anotador de Argentina, máximo ganador de títulos con un mismo club, en fin, hay tantas cosas buenas para resaltar que quizá la única cuenta pendiente es el Mundial de Fútbol. ¿Pero quién puede discutir su calidad futbolística y el aporte que ha realizado desde que debutó profesionalmente?

¿Qué lo une a Independiente este post sobre la Pulga? Durante la emisión de su programa Mundo Leo, Sergio Agüero realizó las veces de entrevistador/periodista para con el atacante rosarino. Y allí llegó un momento particular, donde el Kun le muestra una fotografía de Messi más chico y con una camiseta blanca de Independiente puesta. La respuesta, entre risas, no se hizo esperar: "Me gustaba la camiseta, era linda", junto a un Agüero distendido. ¿Qué tal, eh?

Sin embargo y para los lectores, la historia todavía no termina, porque gracias a su amigo el Kun, este último en una entrevista reveló que se retiraría en Independiente y que le gustaría que lo acompañase Messi en el retiro. ¿Se imaginan el Libertadores de América a más no poder y coreando tanto a Agüero como a Lionel? De solo pensarlo, es el sueño de muchos. ¿Y por qué no soñar con eso? Si total, soñar no cuesta nada...

Para finalizar, nuestro máximo ídolo, Ricardo Bochini, hace no mucho tiempo fue a presenciar un partido de la Pulga, donde le obsequió una camiseta roja con el 10 y su apellido estampado. Mirá si estos dos hubiesen jugado alguna vez juntos, una locura del lirismo en su máxima expresión.

viernes, 9 de marzo de 2018

Cristian Pellerano


El capítulo de hoy nos convoca a una historia de encuentros y desencuentros de dos partes que, en la última logró materializarse. Así y todo, el condimento de haber mantenido una fugaz relación con el acérrimo enemigo de toda la vida le da un toque distintivo y que, encima, fuera campeón con nuestra escuadra, nos trae a la memoria un caso singular.

Cristian Pellerano -hermano de Hernán, nacido en 1982 y naturalizado mexicano- protagonizó una novelezco coqueteo con Independiente desde hace ya algunos años.

El primer enlace que mantuvieron los dos protagonistas de este cuento se da en el año 2006. En aquella oportunidad, con Jorge Burruchaga sentado en el banco de suplentes, el "Rojo" iba en busca de un volante central con marca y presencia. Su nombre surgió y los sondeos pasaron a materializarse.

En una negociación con el "torito" de Mataderos, y que incluía 1.200.000 dólares, el mediocentro llegó hasta  a declarar con la casaca puesta. "Todavía faltan detalles entre los clubes. Hoy estoy más cerca de Independiente que de Chicago. Mejor dicho, es seguro que no voy a seguir en Chicago y no sé aún adónde voy a ir", pero ese entusiasmo que mostró, al manifestar que "sería muy lindo" terminó en la nada. 

De hecho, el pase se cayó en diciembre del 2006 y Racing se metió al ver la veta y se llevó al número cinco que, también, supo tener sondeos de parte de Boca y River en el pasado. 

Tres años debieron pasar para que el debutante profesional con Atalanta vuelta a tener contacto alguno con el "Rey de Copas". Para mediados del 2010, ya con Daniel Garnero como entrenador, y con la Copa Sudamericana como el gran objetivo, el acuerdo llegó, el jugador quedó libre de Colón de Santa Fe y estampó la rubrica en Avenida Mitre 470.

“Conozco a Garnero de mi paso por Arsenal (2008/09). Tanto él como su cuerpo técnico tienen muy buen trato”. La cuestión es que nuestro homenajeado fue parte del plantel campeón de la "Sudaca, sin jugar ningún partido (!), y formó parte del plantel hasta el año 2012. 

En aquel momento, Xolos de Tijuana se lo llevó para México y, allí, arrancó una travesía que tuvo como paradas América, Morelia, Tapachula y Veracruz, antes de llegar al Independiente del Valle ecuatoriano que hasta hoy lo cobija. 

En total, con la divisa punzó disputó 53 cotejos, marcó dos tantos y nos dejó este lindo recuerdo para compartir entre nosotros. 

martes, 6 de marzo de 2018

Mercado de Pases: Rubén Botta (2016)



El comienzo de la Era Gabriel Milito era un rebalse de optimismo. El regreso de Gaby a la institución como entrenador del primer equipo alentaba expectativas alrededor de lo que el emblemático defensor podría lograr en su nueva faceta. Claro que para eso hacía falta lavarle la cara a la escuadra que dejaba acéfala de mando el ahora ex DT Mauricio Pellegrino. Así nomás, la danza de nombres para nutrir la plantilla roja comenzó a desenvolverse en los medios.

Primero, vino el delirio. Alejandro Papu Gómez y Esteban Cambiasso como anhelos. Santiago Ascacíbar y Victor Malcorra como alternativas. Ninguno de los cuatro traspasó algunos tibios sondeos. El invierno del 2016 transcurría y los refuerzos no arribaban, pero era constante el observar en la evolución del mercado de pases del conjunto de Avellaneda un nombre que se mantenía constante: El volante ofensivo Rubén Botta, en aquel entonces en el Pachuca mexicano.

Al trote de Juan Sánchez Miño y Damián Martínez -nuevas caras del plantel- parecía que iba a sumarse el ex Tigre cuando comenzaron a entablarse las negociaciones: El acuerdo de ambas partes parecía inminente, pero a última hora comenzaron los problemas. Puntualmente, un teléfono descompuesto entre comisión directiva y el apoderado del jugador, Fernando Hidalgo, quien denunció en los medios que la dirigencia roja lo había mantenido aislados de ciertas fases de la negociación. ¿Cómo fue posible?

La respuesta está en que el pase era más complejo de lo que parecía: Los popes de Independiente entablaron diálogo con Andrés Fassi, dirigente del Pachuca, club de Botta. Estás conversaciones se tornaron clave ya que la negociación se ramificó en la posibilidad de que Jesús Méndez y Claudio Aquino fueran parte de la operación. ¿Para ir al club de México? ¡No, para ir a Talleres de Córdoba, club del cual también formaba parte como directivo el mencionado personaje! Esto se obstaculizaría de forma aguda cuando el hoy jugador de Vélez desechó la chance de arribar a la escuadra cordobesa.

"Botta tenía todo arreglado para convertirse en refuerzo de Independiente, pero hablaron con Fassi, me hicieron a un lado y se complicó todo” dijo un enfurecido Hidalgo en un reportaje en La Red. Las consecuencias son sabidas: Botta jamás arribó al club y al poco tiempo firmaría por San Lorenzo.

viernes, 2 de marzo de 2018

Mauricio Victorino


Resultado de imagen para mauricio victorino en independiente


Del otro lado del Río de la Plata, precisamente en la ex Banda Oriental, hoy Uruguay, los futbolistas tienen una característica muy peculiar que es la de no darse por vencidos, dejar todo en cada pelota como si fuese la última y sobre todo presentar un juego áspero totalmente difícil para cualquiera. La famosa garra charrúa.

Precisamente si algo que caracterizó a los uruguayos que vistieron la casaca roja a lo largo de su historia fue un poco de lo descrito arriba. Rolan, Pavoni, Alzamendi, Goyén, y que hoy en día lo vemos reflejado en Campaña, Gastón Silva, Torito Rodríguez. Pero hace no mucho, alguien que podía encajar perfectamente, tuvo un corto paso que pudo haber sido más significativo.

Mauricio Victorino es el protagonista de este nuevo post. Defensor de nacimiento, incursionó sus primeros pasos en Nacional de Montevideo, allá por el año 2003. Tuvo un posterior paso por Plaza Colonia, Veracruz, Universidad de Chile, Cruzeiro y Palmeiras. A sabiendas de ser muy temperamental, impasable en el mano a mano, pero con poca continuidad (sobre todo en los clubes de Brasil), fue Jorge Almirón quien lo llevó a Independiente en el 2015. Para sorpresa de todos, Victorino expresó un fanatismo por Independiente de él y toda su familia entera.

Sin embargo, hubo que esperar a su debut, que fue frente a Argentinos Juniors en el Torneo de 2015. Ese día, fue de lo más regular de Independiente. Para Almirón fue titular tras las bajas de Aguilera por bajo rendimiento y por la lesión de Tula. El encuentro terminó igualado 0-0.
Independiente tampoco atravesaba un buen momento en cuanto al juego ya que el conjunto comandado por Jorge Almirón no mostraba esos pasajes de buen juego que mantuvo en el Torneo de Transición de 2014, que lo llevaron al cuarto puesto en aquel certamen.

Tras haberse ganado la titularidad, hasta el último partido que Almirón dirigió a Independiente, tuvo buenas actuaciones mostrando solidez defensiva. Sin embargo, con la llegada de Mauricio Pellegrino y tras la llegada de Hernán Pellerano, perdió lugar en la consideración, siendo considerado más suplente que titular.
A fin de año, se le rescindió el contrato de común acuerdo, tras no lograr la titularidad ni la continuidad deseada.

El saldo final de Victorino fue de 12 partidos con la camiseta de Independiente y un solo gol marcado, de cabeza, frente a San Martín de San Juan. Para quien escribe esta nota, dada su jerarquía y temperamento, hubiese sido un defensor que pudo haberle dado más alegrías que desgracias a nuestro querido Rojo.