miércoles, 30 de agosto de 2017

Francisco Erivaldo Rosendo De Souza



Los circuitos del fútbol brasileño son un universo aparte. Miles de jugadores emigrando entre ligas regionales y escuadras zonales, engrosando su trayectoria de manera feroz. Datos difíciles de verificar, decenas de partidos disputados que se acumulan en el currículum y facilidad de confundirse apodos (?), esta característica del fútbol carioca da rienda suelta a varias historias en torno a supuestos astros del país del Orden y el Progreso que vinieron a nuestro país a darle buen trato al balón, pero debieron confirmarse con roles menores en nuestro fútbol. En 2011, y tras la obtención de la Copa Sudamericana el año anterior, el predio de Villa Domínico abrió sus puertas a un grupo de extranjeros que venían a probar suerte a El Diablo. Estaban los australianos Rashid Mahazi y Kris Kioussis, el japonés Young-Seong Yoon y allí se encontraba el brasileño Francisco Erivaldo Rosendo De Souza, Valdo para los amigos.

Su presentación intentó vender un perfil interesante de este joven de rastas a medio crecer de 19 años originario de Diamante: "A los 16 debuté en Cruzeiro de Paraiba, y estuve en una preselección de la Sub-15". Agregó una predilección por Ronaldinho y por Juan Román Riquelme, describiéndose él como un volante ofensivo por derecha.

Lo cierto es que el sujeto arrastraba una estadía en la quinta división de River Plate, y tras quedar libre de esta recaló en buscar una oportunidad en Independiente. Bajo las ordenes de Enrique Borrelli, coordinador de Fútbol Amateur en aquel entonces, entrenó con la casaca roja durante el verano del 2011, sin llegar jamás a estar en real consideración del técnico Antonio Mohamed.

¿Cómo siguió esta historia? Valdo no llegó a conformar y no tuvo otra opción que adormecer sus expectativas... temporalmente. Porque tras firmar en 2012 por Textil Mandiyú, del Argentino B, reapareció en un entrenamiento de Boca Juniors para probarse en dicha escuadra. No quedó finalmente, aunque, ¿quién le quita a su CV las fotos con camisetas de Independiente, River y Boca? Estrategia pura, señores (?).

Tras retomar al equipo correntino, tuvo un paso fugaz por Deportivo Italiano, y hoy envuelve su pecho en los colores del Sportivo Patria de Formosa. Perteneciente al enorme colectivo de futbolistas brasileños que no logran hacer pie en nuestro fútbol, en 2014, durante un reportaje que un medio local correntino le realizó en vísperas de la final del Mundial, FERDS declaró: "Voy a hinchar por Argentina". Salud, capo.

lunes, 28 de agosto de 2017

Pésimas Campañas: Daniel Garnero (2010)



Resultado de imagen para daniel garnero independiente dt 2010


Normalmente quienes luchan por ser jugadores que llegan a Primera División -el principal objetivo de cada futbolista- una vez que realizan una trayectoria galardonada, o no, al finalizarla, se convierten en Directores Técnicos, en su mayoría. Podemos citar ejemplos como Diego Maradona, Miguel Ángel Brindisi, Diego Simeone, Alfio Basile, Américo Gallego, e innumerables ejemplos que podría nombrar en este post. En Independiente, y hace no mucho tiempo atrás, nuestro ejemplo de ex jugador y posteriormente DT, fue Daniel Garnero. Siéntense, háganse un café y disfruten de la historia del 10 heredero de un tal Ricardo Bochini.


Américo Gallego se hizo a cargo de la conducción en el Torneo Clausura 2009, en reemplazo de Miguel Ángel Santoro tras un flojo comienzo. Aunque la continuación no fue la mejor, ya que entre más derrotas que triunfos, innumerables cambios y sin poder encontrar un rumbo, en aquel torneo el Rojo culminaría en la decimosexta posición con sólo 21 puntos. Una vez hecha la pretemporada previo al Apertura de ese año y con los refuerzos arribados, el Tolo hizo una gran campaña, coronándose en el cuarto puesto con 34 puntos, hecho que repetiría en el Torneo Clausura del año entrante, cuando estuvo a punto de pelearlo y coronarse campeón.
Con este puntapié, y donde realizó entre ambos torneos 68 puntos, Independiente clasificó a la Copa Sudamericana del 2010, certamen que terminaría con el campeonato a su favor.


César Luis Menotti, quien por aquel tiempo se desempeñaba con mánager de Independiente, era el que decidiría el futuro de Gallego, quien la gente se manifestaba en dos posiciones, mantener la base y que siga en el proyecto, y otros que no le renueven el contrato al ex mediocampista de River y campeón del Mundo con Argentina en 1978. El justamente ex DT de Argentina, decidió no renovar a Gallego. Rápidamente, su sucesor se conoció: un hombre del riñón del club, emblema de la década de los 90’ y el sucesor de Ricardo Bochini con la mítica casaca “10”, nada más y nada menos que Daniel Garnero.


El Dany venía con un paso bueno en Arsenal de Sarandí, donde se coronó campeón de la Copa Suruga Bank, tras derrotar a Gamba Osaka por la mínima. Aunque para la institución de Sarandí ese título internacional significó mucho, poco pudo plasmar su idea en los partidos por el certamen doméstico.

Para empezar, llegaron refuerzos de jerarquía (!) como Germán Pacheco, Cristian Pellerano, Nicolás Cabrera, Maximiliano Velázquez, el regreso de Fabián Assmann y el mediocampista de Banfield, Roberto Battión, Leandro Gracián.



Su ciclo comenzó de manera oficial en el José Amalfitani visitando a Vélez. Lejos de mostrar un buen funcionamiento, fue todo lo contrario, y tan sólo perdió por la mínima, cuando el marcador final debió haber sido más abultado. Sus siguientes encuentros distaron de no ser muy buenos, ya que solo cosechó tres empates (Argentinos, Newell’s y Quilmes) y cuatro derrotas -Vélez precisamente, River, Arsenal y la más dolorosa, goleada en el Sola de Banfield por 4-0-. Sin embargo, no se debe omitir la llave de la Sudamericana frente al campeón Argentinos, quien lo venció en el primer encuentro por la mínima (gol de Leonel Galeano) y empate 1-1 con gol de Leandro Gracián. No obstante, esto no le alcanzó tras presentar la renuncia en la goleada contra Banfield, que fue aceptada al día siguiente por la comisión directiva presidida por Julio Comparada. Con la renuncia de Garnero, Menotti siguió sus mismos pasos.

Su ida dio paso a Antonio Mohamed, quien con la base que dejó el ex enganche, juntó y aceitó ciertas piezas que le permitieron ganar la Copa Sudamericana, en lo que tras el juego que mostraba Independiente, esto fue similar a un oasis en el desierto. Garnero dejó el club con un saldo de 1 victoria, 4 empates, 3 derrotas, que fueron contundentes.

viernes, 25 de agosto de 2017

Martín Pautasso



"Si vamos a perder, que sea con escándalo" decía uno de mis tíos cada vez que su equipo de papi-fútbol perdía un cotejo en aquellos sábados de partidos y asados en el club del barrio. Acto seguido, se quitaba un botín y se lo arrojaba derecho y preciso al muslo del jugador más habilidoso de la escuadra rival. Sino, tomaba la pelota antes de que terminara el cotejo y se la llevaba corriendo hacia una dirección desconocida, impidiendo el desarrollo normal del match. También supo, en actos de desesperación, desatornillar con sus manos desnudas los postes del arco para provocar la calculada caída del mismo, simulando que habían caido sobre él y que le habían provocado una lesión terminante. Si no picó rohypnol en el agua del equipo rival es porque se las olvidaba en la mesada de su casa. "Si vamos a perder, que sea con escándalo" se repetía para sus adentros cada vez que preparaba desenvolver una de las suyas.

Es muy probable que quienes transitamos las gradas del Club Atlético Independiente no retengamos más que algún extraviado recuerdo de que alguna vez el defensa Martín Pautasso haya vestido la casaca de nuestro equipo. En efecto, es difícil encontrar algo más que una estadística algo gris en los 21 partidos que disputó para el equipo entre 2005 y 2006. Sin embargo, si traemos a colación un extraño recuerdo que lo tiene como protagonista, quizá podamos retener una imagen -siquiera distorsionada- de los días de MP en tierras rojas.

Cuando no se cuentan con proagonistas luchando a por el título ó por no descender, los partidos de la última fecha de un torneo local están casi condenados a un ostracismo. Quizá el aderezo puede ser la posibilidad de clasificar a una copa internacional, pero eso no estaba en juego en Avellaneda el 14 de Diciembre de 2005, en donde Rosario Central se aparecía en la Doble Visera para culminar junto con El Rojo al Apertura de aquel año. Pauti (?) integraba el cuarteto defensivo como lateral derecho, junto con David Abraham, Marcelo Méndez y Lorgio Álvarez. Así es, toda la defensa de aquel match dice presente desde hoy en este humilde blog. Lucas Pusineri, Lucas Biglia, Sergio Ortemán y Emiliano Armenteros jugaban en el medio, y Eduardo Bustos Montoya integraba la delantera junto con Sergio Kun Agüero. ¿El arquero? Oscar Ustari, vigilado por el entrenador Julio César Falcioni. Como dato adicional, durante aquel torneo, el equipo supo mantener un invicto como local que anhelaba sostener frente a Los Canallas. Entonces, el balón comenzó a rodar.


Promediaba el final del primer tiempo cuando Pablo Vitti puso en ventaja a los muchachos de Ángel Zof. Pusineri trazó el empate, pero a a quince del final, el atacante Marco Ruben parecía sentenciar la victoria para los rosarinos. Recién a un minuto de la conclusión del tiempo reglamentario Martín Fabro, quien había ingresado en el entretiempo, puso la igualdad definitiva. ¿Y Pautasso? Banquen, acá viene (?). Resulta que el tiempo de descuento comenzaba a agotarse y el defensor de El Diablo fue a trabar fuerte con un pibe llamado Ángel Di María. Concluida la colisión de ambos, Pautasso se paró y comenzó a pechearlo, obteniendo una respuesta similar de parte del juvenil. Lo que era un roce inofensivo se potenció cuando integrantes del banco de Central ingresaron al césped en defensa de ADM. Esto exasperó al lateral, que lejos de tranquilizarse, intentó resistir la contraofensiva (?) de sus rivales, aunque sin demasiado éxito.




¿Resultado? Roja para Pautasso, que tras ver la expresión fría de Horacio Elizondo pidiéndole que abandone el campo de juego, ingresó en un ataque de nervios: Comenzó a dar puñetadas al aire, pareció descompensarse de cara al banco de suplentes y luego comenzó a gritar con furia ciega contra sus contrincantes, así como también rogaba al referí el hecho de que Di María había sido el gestor de la gresca. "¡Me pegó él!" decía señalando al teen de 17. Sin lograr conmover ni a propios ni extraños, Pautasso estalló en lágrimas, continuó sus tomas de puño al aire y recién cuando Falcioni acudió en su asistencia toleró el retirarse hacia el vestuario, con las cámaras de televisión inmortalizando su extraño berrinche.




lunes, 21 de agosto de 2017

Mercado de Pases: Humberto Suazo (2007-2008)

¡Qué difícil que es medir el tiempo, che! Cuanto cuesta mirar por el espejo retrovisor del auto llamado vida e identificar la madeja de vivencias que rodeaban a uno momentos atrás. Fotografías instantáneas en donde somos protagonistas, pero sólo eso nada más, dada la vorágine en la que vivimos, envueltos en un frenetismo constante para llegar vaya saber uno a dónde, vivir con prisas y ser espectadores de lujo de un camino que trasciende y no tomamos consideración de las cosas.

Retrocedamos un poco en el tiempo, diez años atrás para ser exactos. Una década en donde pasó de todo, más cuando de lo que hablamos atañe a Independiente, el club de nuestros amores. A nivel país, Néstor Kirchner despuntaba sus últimos instantes como Presidente de la Nación, antes de dar paso a al primer mandato de su esposa, Cristina Fernández; el dólar, atrapado en un vaivén que lo hacía subir y descender en décimas su cotización redonda de tres pesos. A escala local, lo que nos compete en estos escritos, Pedro Troglio llegaba como director técnico en busca de pelar campeonatos y volver a las primeras posiciones luego de la corona obtenida en el 2002. En Chile, más precisamente en diciembre, Colo Colo se convierte en la primer escuadra en obtener el tetracampeonato local. En México, en ese mismo período temporal, minuciosamente en Monterrey -ciudad que nos interesará conforme corra el relato- culminaba el Fórum Universal de las Culturas. 

Pero, ¿Qué tiene que ver lo que sucedía en el país trasandino y el de bandera tricolor con lo que pasaba en los entrenamientos en Villa Domínico? Aquí es en donde los tres puntos geográficos se unen y obtienen su personificación. Futbolista, delantero, temerario de las áreas, Humberto Suazo será el nexo que unifique esta historia, y esto es porque el centrofoward estuvo a nada de vestir la divisa punzó con la temporada '08 aún gestándose.

Como mencionamos anteriormente, Peter se calzó el buzo de entrenador y empezó a agitar el mercado de pases en pos de buscar un equipo competitivo para el clausura venidero. Freddy "totono" Grisales ya estaba al caer y el cráneo entendió que hacía falta un nueve de jerarquía que potencie al equipo y cumpla con la cuota goleadora que todo hombre de área debe tener. Ahí fue que, entremezclando ideas provenientes de su materia gris, adornada con una cabellera de bastos rulos, pensó en que el chileno sería más que apto para el puesto a cubrir. 

Las negociaciones, claro, las llevó adelante Julio Comparada, mandamás rojo en aquel entonces. Fernando Felicevich, representante del futbolista, hizo sus primeras apariciones ante los medios en las vísperas del año nuevo, con buen augurio sobre la posible transacción y dejando un mensaje alentador: "Está muy avanzado el tema para que Humberto pueda ir, estuvimos toda la semana negociando en Monterrey".
Pero, como sucede últimamente en los mercados rojos, el tira y afloje económico fue una verdadera piedra en el zapato. La operación era cuatripartita. Los Rayados de un lado, el jugador, los de Avellaneda y Colo-Colo -nuevo cruce en la historia- que se metía en la conversación buscando un resarcimiento económico de 1.600.000 dólares. Esto se debe a que el elenco colocoleño tenía en su poder un documento, que lo avalaba para recibir un porcentaje de toda aquella transacción que se realice con Chupete. "El cien por ciento de los derechos federativos son de Monterrey. Lo que pasa es que tenemos un pagaré firmado por cierto valor, que vence el 30 de enero de 2008", aclaró el presidente de Rayados, Jorge Urdiales. Todo se volvía trunco, debido a que no sólo había que desembolsar más de un palo y medio verde, sino también, satisfacer una suculenta suma de cinco millones en moneda gringa para el elenco mexicano. 

Una vuelta de uterca hacía cambiar de manera veloz el escenario. Casi en las festividades del primero de enero, buenas noticias arribaban a Avenida Mitre 470. "Suazo mete presión para jugar en Independiente", se animaban a titular algunos medios, alegando a que el futbolista abandonó un partido amistoso de su club y se entrenaba de manera diferenciada. Sumado a esto, el presi del elenco blanquiazul tiraba una bomba que hacía que Troglio empiece a frotar las manos: "En los próximos dos días se va a formalizar el acuerdo, pero ya se aceptaron todas las condiciones".

La cuestión es que el avión del hombre nacido en Valparaíso nunca llegó a nuestro país, o al menos no con él arriba. El verano de enero azotaba en Buenos Aires y las conversaciones pasaron de calientes a frías en un santiamén. El posible acuerdo se vio cancelado por un vencimiento en los tiempos de negociación, tal como señaló Urdiales: “Habíamos establecido plazos y éstos ya se dieron, y no tenemos una oferta por Suazo. Intentaron revivir el tema, pero había que esperar a ver algunos de sus temas financieros. No tenemos una oferta que nos satisfaga y confirmamos que Humberto es jugador del Monterrey".

Por su parte, Troglio, un tanto con bronca, otro tanto por levantar la moral de su plantel, restó importancia al estanque definitivo de la posibilidad de compra del futbolista y argumentó: "No me preocupa que no hayan llegado los refuerzos. Lo importante es que el plantel sigue intacto. No se fue ninguno, y eso es bueno. Si no es él, buscaremos alguien de jerarquía y si no, nos quedaremos con los chicos de inferiores. Vamos a traer jugadores para jugar, no para amontonar", cargó el deté, que entendió que el pelado vestiría solamente una casaca roja y no sería, justamente, la nuestra. 

viernes, 18 de agosto de 2017

Damián Ledesma



Resultado de imagen para damian ledesma  independiente


Vestir el manto sagrado de Independiente, y más por la historia que el club posee, siempre tienta a cualquier jugador, está claro. En épocas donde el mundo futbolístico está regido por el uso del dinero en demasía (PSG con la compra exorbitante de Neymar por 222 millones de euros), todavía quedan dispuestos algunos players que priorizan lo deportivo a lo económico. Por consiguiente, cuando un futbolista se identifica con un club, raramente y salvo por el poder de la plata, juegue en el rival de toda la vida. Pero siempre hay excepciones, como el caso a continuación...

En la ciudad de Rosario, precisamente el 21 de mayo, nacía Damián Ledesma. Volante central que en los últimos años devino en primer marcador central. Poseedor de características más defensivas que de juego, hizo su debut absoluto en la Primera División con la camiseta de Rosario Central, precisamente el 13 de noviembre de 2004, en un partido que el Canalla venció por 3-1 a Banfield en el Gigante de Arroyito. Allí permaneció 3 años y disputó 105 partidos (entre torneo local y Copa Libertadores y Sudamericana) donde anotó 5 goles.


En el verano del 2008, Ledesma llegó a Independiente, asentado como promesa donde inmediatamente logró afianzarse en el once inicial. Prácticamente, durante todo ese año. Sin embargo, las pálidas actuaciones colectivas en los torneos Clausura y Apertura para Independiente también fueron de la mano con la parte individual, a tal punto que cuando Américo Gallego llegó para mediados del Clausura 2009, Ledesma no sería tenido en cuenta. Su historia llegó a su fin a mediados de aquel año, y tras ser futbolista en condición libre, firmó nada más y nada menos que para… ¡Racing!
En su época blanquiceleste, apenas logró jugar 14 partidos donde el único gol que anotó fue en la derrota 1-2 con doblete de Darío Gandín en el Apertura 2009. Igualmente, al hincha de Independiente, poco le importó.


Su carrera continuó, además de la otra vereda de Avellaneda, en un paso por el exterior en Deportivo Cuenca en Ecuador, Rangers de Chile, y luego regresó hacia Argentina, para vestir las casacas de San Martín de San Juan y Aldosivi, donde permanece allí actualmente.

El mediocampista dejó un saldo de 38 partidos y un solo gol a favor (precisamente a Rosario Central como visitante, donde Independiente le ganó por la mínima), una traición hacia el acérrimo rival, dos expulsiones, y sobre todo muchísimos más insultos que ovaciones para el lungo defensor rosarino.

martes, 15 de agosto de 2017

Ciencia Ficción: José Luís Cornaló, el tapado del Football Manager



Sólo los seguidores rojos de memoria nutrida para memorizar apellidos recordarán los tiempos del arquero José Luís Cornaló en Avellaneda. Nacido el 3 de Enero de 1990 y de origen correntino, a sus tempranos 14 años decidió probar suerte en los pagos de la Doble Visera. Coincidió para su fortuna con los tiempos de Miguel Ángel Santoro como formador de guardavallas en la institución. Observó la explosión de Oscar Ustari, pispeó el desenvolvimiento primerizo de Fabián Assmann y tomó nota de los dotes que mostró Adrián Gabbarini en la máxima categoría.

Los años transcurrían y su oportunidad se esbozaba en el horizonte. Sin embargo, su próximo competidor, Diego El Ruso Rodríguez -un año mayor que él- lo venció en la pulseada a por un lugar entre los arqueros de la primera. Esto sumado, desde ya, a las idas y vueltas de los propios Gabbarini y Assmann, más los años gloriosos (y no tanto) de Hilario Navarro al frente del arco. La oportunidad para Cornaló fue inexistente. Jamás llegó a disputar un minuto oficial, dejando como marca varios años atajando en inferiores y el consuelo de una convocatoria por parte la Sub-17 para el Mundial Juvenil de 2007, celebrado en Corea del Sur.

En 2010 finalizó todo vínculo con El Diablo y emprendió un recorrido por el under que incluyó Boca Unidos, Textil Mandiyú y Villa Mitre de Bahía Blanca, sitio donde había parecido encontrar su lugar, amén de que la base de datos del fútbol argentino delata que desde hace dos años que no se lo ve por aquellos lares.


¿Y qué es lo interesante en esta historia de José Luís Cornaló, tratándose de algo tan corriente en un mundo de ingreso tan estrecho como es el que da apertura a la élite del fútbol argentino? Paciencia, hermano (?). Porque lo jugoso en este caso no se encuentra dentro de la cancha, así como tampoco es alguna perla extradeportiva que haya realizado nuestro homenajeado. La realidad es que Cornaló, sin importar su historia, sus éxitos y sus caídas, es ídolo y figura indiscutible en otro lugar. Más específicamente, en una realidad virtual.



Todo sujeto de bien conoce esta imagen. Es la portada de la edición 2008 del Football Manager, aquel sagrado juego que nos permite simular el ser entrenadores de un equipo de fútbol. Renovación de contratos, compra y venta de jugadores, reclamos algo subidos de tono al presidente para que agrande el estadio y de paso habilite un mejor presupuesto (?), todo puede suceder en este épico videogame que nos a quitado horas de sueño, pero nos ha permitido llevar a El Porvenir al Mundial de Clubes.

¿Y cómo entra Cornaló acá? Es que es en esa edición en donde este arquero, con 18 años y siendo parte de la plantilla de reserva del Club Atlético Independiente, es uno de los jugadores con mayor proyección. De tener este juego, y contando con JLC en tu equipo, podrás ver como al pasar los años de la partida, el nivel del arquerito se irá incrementando, hasta convertirse, allá por el año 2030 (?), en uno de los mejores metas de Argentina (en el mundo 2.0, claro está).

Este curioso fenómeno tendrá su explicación en quienes crearon el juego, curioso azar de dotar a Cornaló de una suerte infinita en el mundo de la fantasía, a contrapartida de sus tiempos en Independiente en el contexto del mundo real, donde no pudimos tener la chance de verlo defender nuestra portería. Habrá que conformarse con darle una oportunidad al FM.

sábado, 12 de agosto de 2017

Sergio Manoel

La historia de hoy es difícil de encuadrar y contextualizar. Tal es así que hasta resultan escasas, casi nulas, las imágenes que puedan ilustrar la visión del hombre al que estamos hablando. Un momento ideal para que de fondo suene un track de música brasilera que nos hable del arribo de una nueva persona a nuestra vida, pero que, lejos de causar alguna sensación de asombro o algarabía, se marchó por la puerta de atrás sin dejar nada en su estadía. 

Sérgio Manoel Júnior, brasilero de natalicio un dos de marzo de 1972, personifica el último eslabón de la cadena de cariocas que vistieron la casara roja, al menos, hasta su incorporación en el año 2004, finalizando una lista que comenzó con el arquero Thadeu Boguzewski, entre 1941 y 1943, pasando por el medio de nuestra historia Joao Edgardo Lanzoni, José Soares dos Santos, Beny Guagliardi, Paulo Renato Berg, Agostino Zeola y Joao Cardoso Esteves.

El hombre surgido de la cantera del Santos tuvo un largo trayecto antes de radicarse en Avellaneda a préstamo por un año, destacándose en el Botafogo, en donde logró coronarse en dos oportunidades, Figueirense -equipo de último paso en su país natal donde fue campeón- y otras entidades en donde tuvo menor brillo como Fluminense, Cruzeiro,  Coritiba, América, Portuguesa Desportos, Madureira y un éxodo esporádico al Cerezo Osaka japonés. 

José Omar Pastoriza, director técnico en aquel entonces, vivenció el arribo de quien sería su enganche, aquel que sea el condimento principal del cóctel preparado por el Pato, intentando llevar adelante la receta futbolística que intentaba imponer el entrenador. Para destacar era su participación en cinco cotejos con la selección verdeamarella.

El mote de heredero de la mítica diez de Ricardo Bochini iba instalándose, aunque con versiones antagónicas respecto a sus dichos sobre el Bocha. El blog "En Una Baldosa" señala que Manoel sentenció que, lo vi en una página del club como un gran referente, pero no sé el nombre“, mientras que otros medios como "La Nueva", sustentan sus notas con declaraciones como: " Tengo una foto suya, lo conocía de nombre y desde que llegué, todo el mundo me habla de él. De todas maneras estoy acostumbrado a jugar con presiones importantes, en Santos jugué con la camiseta número diez de Pelé y para mí no fue una carga, sino un orgullo".

Cabe destacar que, durante la pretemporada, aterrizó en Avellaneda con otros hombres de renombre como Jorge Martínez, Renato Riggio, José Turu Flores, Eduardo Bustos Montoya, Sergio Orteman Javier Muñoz Mustafá. En los cotejos previos a que arranque la competencia oficial deleitó a los medios de comunicación con titulares como, "Sérgio Manoel se lució", cosa que hacía ilusionar al hincha. 

Su debut definitivo se dio el 14/08/2004 en la primera fecha del apertura, frente a Quilmes en el Centenario. En el banco se sentaba Ricardo Bertoni, debido al fallecimiento del siempre recordado Pastoriza. Era una época, se ve, en donde para los directivos era de vital importancia incursionar en la contratación de viejos ídolos para que cumplan la función de cráneos. Su presentación no fue la esperada, tal es así que en el entretiempo dejó la cancha en lugar de Hernán Losada, que vio la tarjeta roja en el complemento. 

Pocas chances tuvo para demostrar que estaba a la altura de Independiente. Apenas tres cotejos más fueron suficientes para que Bertoni deje de tenerlo en consideración y le de vía libre para que arranque una travesía extensa por el ascenso carioca. Marilia y Figuierense (2005), Botafogo (2006), Volta Redonda (2006-2007), Náutico (2006), Ceilândia (2007), Ceará (2007), Bacabal (2008), Bragantino (2008-2010) y Botafogo, nuevamente, para decir adiós a su vida como futbolista. 

De su paso por los Alsina y Bochini rescatamos apenas 4 partidos jugados, ningún gol, un mote de enganche figura que no supo sustentar en las canchas y nos preguntamos: ¿Habrá conocido a Bochini?

jueves, 10 de agosto de 2017

Oscar Sánchez



Amén del mercado de pases que corre en nuestros días, donde un habilidoso jugador boliviano se vinculo incesablemente como potencial refuerzo de nuestra escuadra, los puntos de la historia en donde el Estado Plurinacional de Bolivia  y el Club Atlético Independiente se enlazan, son escasos. Uno de ellos es el fugaz paso del defensor Óscar Carmelo Sánchez por la institución a fines de los 90'. Nacido el 16 de Julio de 1971 en Cochabamba, este jugador comparte ciudad de origen con la mítica banda Los Kjarkas, quienes pusieron letra, ritmo e historia a la canción Llorando Se Fue, luego plagiado por los brasileños de Kaoma.

Curiosamente mientras la canción se convertía en un hit sin precedentes en aquella nación, Sánchez iniciaba su carrera como futbolista en The Strongest. Hacia 1996, cruzaría la frontera para vestir la casaca de Gimnasia y Esgrima de Jujuy. En vísperas del Apertura 98', sus buenas actuaciones en aquel sitio le permitieron ser adquirido por El Rojo, dispuesto a ponerse bajo las órdenes del técnico César Luís Menotti. El objetivo no solo era pisar fuerte en el ámbito local, sino sacar tajada de la Copa Mercosur que estaba en el horizonte. Había un ambiente promisorio.


Aquel semestre sería, sin embargo, un dolor de muelas para la escuadra de Avellaneda. Fue eliminado en primera ronda de la competición continental y finalizó en los últimos puestos en el torneo de nuestro suelo. El defensa Sánchez, por otro lado, realizó una campaña personal interesante, completando incluso cinco tantos, hijos de una prodigiosa pegada en el punto de pena máxima. Su performance no alcanzaría, claro está, para ocultar la magra campaña del equipo. Él mismo declaró ante la prensa: "Uno siempre tiene que pensar en mejorar. No me importa demasiado saber si cumplí una buena actuación o no. Lo importante es el nivel que pueda lograr el equipo. Lamentablemente no tuvimos mucha regularidad y esa falta de equilibrio fue la causa por la que quedamos lejos de la lucha por el campeonato".

Para colmo, durante el transcurso del torneo debió viajar de urgencia a Bolivia debido a que su esposa había sufrido un accidente al caer del segundo piso de su departamento. Dicha situación fortaleció probablemente en Sánchez la voluntad de regresar a sus pagos: Antes de comprobar si el Y2K era verdad o pura farsa, hizo el bolso para iniciar el año 2000 en su primer equipo, The Strongest.


Tras una carrera de década y media, en donde incluso se transformó en un símbolo de su Selección,  Oscar Sánchez lamentablemente encontró la muerte el 23 de Noviembre de 2007, víctima de una de esas enfermedades que nos causa vacío y angustia de solo nombrarlas. La noticia sacudió a Bolivia y llenó de conmoción tanto a seguidores del Strongest como del Bolivar, el último de sus clubes. No menos nos entristece a la falange roja, que abraza su nombre a la distancia, desde este humilde rincón.



domingo, 6 de agosto de 2017

Germán Montoya





Tras el declive que fue descender, y en un año volver al lugar que nunca debió irse Independiente, la institución avellanedense decidió reforzarse para lo que sería su regreso en la máxima categoría del fútbol argentino.


Con las llegadas de Juan Martín Lucero, Claudio Riaño y Jesús Méndez, El Rojo se abocó a incorporar un jugador en el puesto menos pensado para la historia independientista: un arquero.
Sí, aquel puesto que, post retiro de Pepé Santoro, éste último dedicó a componer formando arqueros con condiciones. De su escuela podemos nombrar a los tristemente fallecidos Lucas y Emiliano Molina, Oscar Ustari, Daniel Mielnichuk, Fabián Assmann, Adrián Gabbarini, por citar ejemplos recientes. Germán Montoya rompió esos estándares al no ser un jugador que salió de la cantera juvenil.


Llegó libre, procedente de Colón de Santa Fe, pero en sus pergaminos figuran su debut absoluto en Belgrano de Córdoba, y previamente a su llegada al Sabalero, fue en Vélez Sarsfield donde se destacó como un gran golero, donde disputó 121 partidos y obtuvo 3 títulos nacionales. Nada mal.
Característico de un gran porte físico, sin tanto juego con los pies, pero rápido y seguro en el mano a mano, el oriundo de la provincia de Córdoba con una trayectoria que lo avalaba, podía ser un buen recambio pese al -en aquel entonces- buen momento de Diego Ruso Rodríguez, donde en el Nacional B tuvo buenas actuaciones que aseguraron su titularidad.


Jorge Almirón, flamante técnico que reemplazó a Omar De Felippe, nunca lo tuvo en consideración. Claro está, fue suplente durante el Torneo de Transición 2014 en todos sus partidos. Recién tuvo que esperar hasta el entrante año, en un partido correspondiente a la Copa Argentina frente a un rival que en los papeles era ultra accesible: Alianza de Coronel Moldes, que por entonces militaba en el Torneo Federal B.

El 26 de abril de 2015, y en el Mario Alberto Kempes, salieron a enfrentarse en un duelo inédito con Montoya en la alineación titular. Contra todo pronóstico, lejos de ser un trámite, fue un sufrimiento para Independiente doblegar al equipo cordobés: A los minutos de comenzado el juego, abrió la cuenta Juan Reynoso para Moldes. Y tras un sinfín de intentos fallidos de parte del Rojo, Christian Ortiz a los 41 minutos del complemento empató, enviando al duelo hacia los penales. En esa instancia, y gracias a una fantástica atajada de GM -sumada a la ineficacia de los pateadores de Alianza- Independiente, bajo un diluvio de silbidos por parte de la gente que fue a alentar, avanzó hacia los dieciseisavos de final de dicho certamen. Y para Montoya fue su primera y única vez en el arco de El Diablo.


Con la llegada de Mauricio Pellegrino, quizá el panorama para el cancerbero podía aclararse y disputar más minutos. Nah, ni ahí (?). Continuó su contrato con el Rojo, hasta finalizarlo en diciembre del año 2015. Atlético Rafaela y la vuelta a Belgrano de Córdoba fueron sus siguientes destinos.

Así finalizamos la historia de Germán Montoya, un guardameta destacado que no tuvo los minutos correspondientes para poder demostrar su categoría en un arco tan gigante como el de Independiente, donde incluso, fue pedido muchas veces por la gente, debido a las pésimas actuaciones que realizó Diego Ruso Rodríguez. Una verdadera lástima. Abrazo, Ger (?).

viernes, 4 de agosto de 2017

Federico González

Los escritos de hoy no invitan a andar con rodeos. Inútil sería hacer una especie de introducción que juegue al misterio ante tamaña situación y la envergadura del suceso que vivenció nuestro protagonista del día. Es más, podríamos decir que la coyuntura de lo acontecido un 8 de diciembre del 2006, el escenario que fue espectador de lujo de este episodio, es mucho más grande que el muchacho ignoto por su presencia, pero superlativo por su esporádico momento de fama que lo llevó a meterse de lleno en la historia Roja.

Hablamos de un 8/12/2006 como punto de partida en nuestra cronología. Aquel día, domingo para ser exactos, no sería uno más para el hincha de Independiente. Y no por el hecho de que aquellos católicos celebren en familia el día de la virgen, curiosa paradoja ante la presencia absoluta del mismísimo Diablo paseándose como en sus mejores tardes por toda Avellaneda, sino porque el suceso en aquella fecha invitaba a todos al recito de siempre, una iglesia -valga el juego de palabras- para todos los peregrinos nuestros, habitúes de asistir a una misa dominguera por excelencia, pero con un tinta especial en esa ocasión.

La Doble Visera de Cemento albergaba su última función. La siempre entrañable y recordad primera cancha de cemento en América, y segunda en el mundo, decía adiós a todos, dando paso a un proyecto ambicioso y modernista impuesto por Julio Comparada, mandamás en aquel entonces. A todo esto, Gimnasia de Jujuy era el invitado del día, un observador de lujo de lo que era una multitudinaria fiesta roja en donde, al menos en los papeles, sólo iba a ocupar el rol de personaje secundario, lo que terminó en algo mucho más.

Jorge Burruchaga, deté de aquel equipo modelo '06, craneaba su estrategia y las armas a utilizar de cara a un Apertura que se apagaba como un cigarrillo llegando a la colilla. Entre sus variantes, Federico Gonzélez, delantero entrerriano de apenas 19 abriles, se dispuso a tomar su lugar en el banco de sustitutos, para ingresar en caso de que el resultado no sea el más favorable.

Luego de una jornada que incluyó un partido homenaje con viejas glorias del club -entre lo que recuerdo un tanto de la Chancha Mazzoni de emboquillada- un show de los "Auténticos Decadentes" y posterior presentación en público de Cesar Pueyrredón, la redonda comenzó a correr desde el círculo central para dar inicio a la última jornada de un certamen que sólo tenía en juego el corazón.

El elenco jujueño arrancó en ventaja desde el inicio con un tanto de Ring Ring Balvorín, ante una defensa atónita y un cantar eterno que bajaba desde las tribuna, claro, ya no importaba el resultado, sólo disfrutar de las fotografías constantes que tomaban nuestros ojos. Luego de un primer tiempo abajo en el tanteador, con el rival complicando con contras y los propios ordenados pero sin punzar fuerte, fue que Burruchaga ojeó al costado y vio en González una carta en la cual confió para poder cambiar la ecuación.

El joven atacante ingresó a los 58' de transcurrido el juego por Hernán Fredes. Tres minutos apenas le bastaron para ponerse el traje de héroe, de manera momentánea, y convertir para decretar el empate parcial, en su debut absoluto con los de Alsina y Bochini. ¿Qué más podía pedir? Juvenil entra, debuta y moja el día del despido a un símbolo de la historia. La cuenta varió, de todos modos, ya que Darío Gandín amplió el marcador y sentenció la derrota final. El trámite incluyó un tanto no convalidado a González en un dudoso offside marcado, pero a esa altura, ya nada importaba.

Mientras detrás del arco que deba a la tribuna visitante se preparaba el escenario para el show que se avecinaba, Javier Collado señaló a la mitad de la cancha y dijo basta, envuelto en una horda de fuegos artificiales que bañaban de luz el paisaje y con el cántico que entonaba "de la Visera no me olvido nunca más...", proveniente de las 50.000 gargantas presentes ese día. ¿Cuál es la vinculación con González? En los registros quedará como el último jugador rojo que convirtió en el antiguo santuario, único e irrepetible.

Su estadía entrenando en Villa Domínico no duró mucho más. Al no ser tenido en cuenta, recaló dos años en Ferro, donde tuvo un par de buenas temporadas, antes de regresar al predio lindero a la Autopista Buenos Aires - La Plata. En 2009 Américo Gallego no lo consideraría y se iría de forma definitiva para la temporada 2010/2011, en donde tuvo la oportunidad de ascender a la primera división.

La vida del oriundo en la ciudad de Colón e Independiente se volverían a cruzar, de la peor manera, en 2013. Con el promedio asechando y la reciente incorporación de Miguel Brindissi como técnico, Fede tuvo la oportunidad de enfrentar a la entidad que lo vio nacer, donde convirtió un tanto, selló una derrota y dio un golpe de realidad, a un equipo plagado de profesionales de experiencia, pero sin la dinámica y ferocidad para disputar esa clase de cotejos.

Los últimos pasos del ex Crema los da en el Puebla mexicano, luego de pasar por Tigre. Su estadía en el lugar que nos compete nos arroja un saldo de 16 partidos jugados y un gol que unirá por siempre el carácter histórico, lo emocional y el registro de su apellido de por vida.


martes, 1 de agosto de 2017

Piedra en el Zapato: Santiago Silva



Ay, queridos diablos. Es difícil redactar estas líneas sin sentirse vulnerado por quien, con su potente y rabiosa pegada, vacunó en diversas ocasiones a nuestro equipo. Entre 2005 y 2016, Santiago El Tanque Silva se estableció en equipos de diverso orden en la máxima división de nuestro país. Solo interrumpida por fugaces pasos por el Central Español de su Uruguay natal y la Fiorentina de Italia, durante la más de una década que duró su estadía en la Argentina, Silva vistió las casacas de Newell's, Gimnasia y Esgrima La Plata, Vélez Sarsfield, Banfield, Boca Juniors, Lanús y Arsenal. Tanto en el José Amalfitani como en el Florencio Sola transitó en dos etapas diferentes.

¿Y qué lo trae a Independiente Inédito entonces? Su predilección por mojar frente a El Diablo. Nueve goles fueron los que este atacante le marcó a nuestro conjunto, casi uno por año en que estuvo en estos pagos. Enfrentar a Silva era sinónimo de reconocer, a regañadientes, que el peligro del gol rival estaba al acecho. Rapado a cero, de mirada furiosa, rostro de piedra y venas del cuello hinchadas, parecía un matón sediento de sangre cada vez que pisaba el área roja. Bueno, me calmo un toque (?).


Todo comenzó en el Clausura 2007, cuando con la casaca de El Lobo, el uruguayo marcó el primer gol de lo que sería una goleada por 4 a 1 propinada a Independiente. El próximo recuerdo nos arroja a fin del 2009, cuando se cayó en el Libertadores de América ante Banfield por 2 a 1, quedando El Rojo prácticamente sin chances de título y a El Taladro a tiro del campeonato. Silva marcó el segundo en aquella calurosa velada. Meses más tarde, repetiría su tanto pero ahora vistiendo la casaca de Vélez.



En el transcurso del nefasto Torneo Final 2013, Silva -ahora en Boca- se encargó de repetir su acto mediante una palomita que sorprendió al guardavalla Diego Rodríguez, en lo que fue un empate a uno con sabor a nada para Independiente: La lucha por no descender estaba ardiendo.




Hoy, Santiago Silva se encuentra despuntando el vicio en el fútbol chileno. Extraña conclusión habría sido para este post de haberse concretado su llegada al mismísimo Club Atlético Independiente cuando Ramón Díaz pidió expresamente su contratación allá por fines del 2011. La inexistencia de aquel hecho concretado hace que este delantero sea, para nosotros, no más que una piedra en el zapato.