domingo, 8 de enero de 2017

Jacobo Mansilla



Volante ofensivo que se caracterizó por ser un habitué en diversas plantillas del ascenso, en un principio, y de la máxima división en posteriori que tuvo el génesis de su trayectoria en el Club Atlético Independiente, arañando unos pocos minutos en campo de juego en un lejano partido de cierre de torneo.

Tras la renuncia de Jorge Burruchaga en las inmediaciones de una derrota por 0-2 ante Godoy Cruz, Independiente se encontraba recorriendo la mitad del Apertura 2007 aceptando que las chances de lograr el título estaban acabadas. Sobre diez fechas, ‘El Rojo’ acumulaba dos victorias, dos empates y seis derrotas. Tamaño historial obligó al campeón del 86’ a dimitir de su puesto de entrenador y dejar vacante la tarea de enderezar a un alicaído equipo. La comisión directiva decidió que hasta el fin de aquella competición sea Miguel Ángel Santoro, en condición de interino, quien comande a la escuadra, comenzando a fortalecer el apodo de ‘bombero’ que ‘Pepe’ recibiría con el paso del tiempo.

Lo cierto es que bajo la tutela del legendario guardameta Independiente recuperó lentamente su nivel y se encaminó en una racha positiva, acumulando de cara a la última fecha de aquel Apertura tres victorias y cinco empates que arrimaron a ‘El Rojo’ a la mitad de tabla y, causa de la ausencia de presión ante la imposibilidad de obtener la punta, le permitió poder darle minutos en campo de juego a jugadores que habían tenido poco rodaje hasta aquel entonces. En aquel contexto debutó Fabián Assmann, hizo sus primeras apariciones como titular Adrián Calello, aparecerían Carlos Matheu y Marcos Ramírez como recambio ofensivo y, finalmente, saltaría el nombre de Jacobo Guillermo Mansilla, quien a un día de haber cumplido los 20 años hizo su aparición primeriza en el banco de suplentes en un cotejo que incluía a Independiente visitando a Gimnasia y Esgrima de Jujuy a por la última fecha. El mediocampista con el número 26 en su espalda vio como en un principio los locales se ponían en ventaja, hasta que gracias a un doblete de Daniel Montenegro su equipo tomaba ventaja en el match. Con el partido llegando a su terminación, Santoro lo mandó a la cancha en reemplazo de Enzo Bruno. Desde el césped contemplaría como Ismael Sosa sentenciaba el encuentro mientras la falange roja se asumía en un cálido aplauso al entrenador Santoro, quien se despedía del puesto de DT no solo con una victoria en sus espaldas sino que además en carácter de invicto. Lo que no sabía el protagonista de este post es que aquella velada también significaba para él una despedida insospechada del club donde se había formado. Tras no tener rodaje en los meses posteriores, en Febrero de 2008 recibió la libertad de acción por parte de la institución. Al poco tiempo recalaría en Brown de Adrogué, iniciando allí una progresiva carrera que hoy lo tiene como uno de los puntos altos de Olimpo de Bahía Blanca.


Lo curioso fue que en diversas oportunidades, esencialmente cuando Omar De Felippe dirigía al equipo,  Mansilla sonó como uno de los posibles refuerzos para el mismo. No en vano ODF lo había tenido entre los suyos cuando se encontraba a cargo de Quilmes, conjunto con el cual el propio Jacobo supo hacerle un gol a ‘El Rojo’ en el Libertadores de América, en un partido correspondiente a la sexta fecha del Torneo Inicial 2012 que acabaría en empate en un tanto. 

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