Este rubio número 5 en diversas ocasiones se encontró a
punto de calzarse la camiseta roja. Idas y vueltas económicas que siempre
tenían como protagonista la indecisa última palabra del centrocampista protagonizaron
una posibilidad de incorporación de Independiente durante… ¡cinco años!
haciéndo especial énfasis en los mercados de pases del verano del 2007, también
en la etapa veraniega del 2009 y en el invierno del 2012.
Primer Caso: 2007
Bolatti asomaba como un elegante ‘5’ descollante envuelto en
la casaca de Belgrano de Córdoba. Suculento ha por contratarlo, el DT en aquel
entonces Jorge Burruchaga direccionó su interés hacia él. Se rumoreaba que
Martín Fabro y Enzo Bruno, sin lugar en los planes del entrenador, serían
incluidos como parte del pago. Corría el verano de aquel año y a pesar de la
insistencia del DT, la posibilidad se disiparía en la nada.
Segundo Caso: 2009
Génesis de aquel año con Miguel Ángel Santoro como cabeza de
una plantilla de Independiente que buscaba mejorar la paupérrima campaña
desarrollada en el ciclo anterior (18vo en el Apertura 08’). Mientras el torneo
de verano permitía foguear algunos talentos juveniles, las tratativas en el
mercado de pases buscaban refuerzos de peso para un Independiente necesitado de
victorias: A la incorporación de Eduardo Tuzzio se decía que podía anexarse la
de Mario Bolatti, sin lugar en el Porto de Portugal. De las propias palabras
del rubio volante había trascendido la frase ‘Tengo que regresar a la Argentina y de ahí relanzar mi carrera’. El
Diario Clarín le dedicó un párrafo a un supuesto fanatismo por parte del
futbolista sobre Claudio Marangoni, con el cual enfilaba cierto parentesco
físico y, claro está, en su ansias de proyección con la camiseta roja.
Los números que componían la cesión a préstamo inicialmente
acordada con la entidad portugesa rápidamente entorpecieron la negociación. ¿El
resultado? Caída del pase y arribo de Mario Bolatti a Huracán.
Tercer y Último Caso:
2012
El encuentro más cercano que tuvimos con Mario (?) se dio en
la construcción del (traumático) Independiente modelo 2012-2013. Se hablaba de
un considerable número de nombres para reforzar el mediocampo y un tridente de
interesantes jugadores salió a la luz en los medios: Fabián Vargas, Victor
Zapata y… Bolatti, este último sin continuidad en el Internacional de Brasil.
Las negociaciones tuvieron un impulso considerable cuando la frase ‘Bolatti
acepta jugar en Independiente” fue esbozada desde la boca de Javier Cantero. El
préstamo sería a por un año y Cristian Díaz hallaba una pieza fundamental para
la construcción del nuevo Independiente.
Pero parece que el en aquel entonces presidente se había
comido un verso un año más tarde se comería unos cuantos sillazos pero esa
es otra historia. El propio Bolatti declararía, para sorpresa de propios y
extraños, que quería quedarse en la escuadra brasileña para pelear por un
puesto. Deslizaba que estaba contento y feliz en el fútbol brasileño y que eso
era motivo suficiente para aguantar un poco más de tiempo y esperar pacientemente
su chance. El pase quedó enterrado en el olvido.
Ironías del destino sería que poco tiempo más tarde se
pondría la camiseta de Racing Club, tras un considerable puñado de tiempo
coqueteando con El Diablo. Bien cabe decir que lejos de conformar a sus seguidores
transcurrió su estadía en El Cilindro. Se sabe que quien juega con fuego, se
quema.
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