Sería una burla al lector proponer el juego de imaginarse al
actual cancerbero de Racing Club defendiendo la valla roja. Es una
visualización que no podría estar presente siquiera en la más trasnochada mente
de alguna ronda de whiskies en un aleatorio bar de mala muerte situado en algún
rincón olvidado de Avellaneda. No existen deseos ni de un punto ni del otro en
cruzar destinos a excepción de que sea para derrotar al oponente. Es una cuestión
de orgullo y prejuicio que excede a cualquier suculenta oferta monetaria. O
cualquier deseo de aires nuevos.
Pero lo cierto es que trasladando esta premisa al pasado, la
conclusión sería otra. Posarnos en el año 2007 entrelaza una situación
particular que pudo haber dado a luz a Sebastián Saja atajando para el Club
Atlético Independiente. ¿Qué estaba ocurriendo en ambos frentes en aquellos
tiempos? Por un lado, nuestro equipo estaba próximo a decirle adiós a Oscar
Ustari, quien apilaba sondeos desde los puntos más acaudalados del fútbol
europeo: Villarreal y Zaragoza, por ejemplo, deseaban adquirir la ficha del
arquero. Pero más allá de estos conjuntos, titanes como Chelsea, Barcelona y el
Manchester United se anotaban en la carrera a por la contratación del joven
‘Osky’. Diferentes diarios del Viejo Continente afirmaban que era inminente su
arribo a aquellos lares, vía negocios contenedores de cifras monstruosas. El
impulso que le había dado su convocatoria a Alemania 2006, sumado a sus
continuas buenas actuaciones en el club, eran material suficiente para un
promisorio futuro, tópico que incluía darle una clausura a su estadía en
Independiente.
Opuesto a la realidad de Ustari, Sebastián Saja buscaba
lugar para su juego en aquel invierno del 2007. Ramón Díaz había dejado en
claro, meses atrás, su preferencia respecto a Agustín Orión, obligando al
guardavalla a buscar nuevos horizontes: Una estadía en el Gremio brasileño con
el cual incluso llegó a ser subcampeón de la Copa Libertadores de aquel año.
Pero lo cierto es que su participación en aquella escuadra era indefinida
cuando su cesión se aproximaba al final, consumiéndose a la par de que Saja
reconocía que en San Lorenzo no existía lugar para él. Debía buscar un nuevo
destino si quería mantenerse jugando.
Un comentario deslizado en radio La Red ataría cabos
basándose en un rumor hijo del mercado de pases: Ustari, al Manchester United
inglés. Saja, a Independiente. Una salida cubierta y una búsqueda concluida,
todos contentos. El diario Olé, en su edición del 8 de Junio del 07’, le dedicó
unas líneas a dicho suceso: “La versión
inglesa se hizo pública en radio La Red. Allí comentaron que Ustari estaría
vendido al Manchester y que en su lugar llegaría Sebastián Saja.”
En la fantasía mediática quedo tamaña suposición. Ironía que
ambos arqueros pudieran haber tenido destino rojo por duplicado, pero lo cierto
es que Ustari partió hacia España para firmar con Getafe y Saja continuaría por
un período más en la liga brasileña. El resto de la historia, ya la conocen.
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