viernes, 22 de junio de 2018

Martín Morello



Las pasadas camadas de futbolistas que llegaron provenientes de la cantera de Independiente resultaron no ser de tan alto nivel para potenciar al primer equipo que, en mayor o menor medida, no distaba de las performances en la división de elite de nuestro fútbol.

Quizá, hoy, podemos volver a hablar de un proyecto serio en las formativas, con nombres propios que se asientan entre los grandes como Martín Benítez, Fabricio Bustos, Alan Franco -en menor medida porque llegó de San Telmo- Ezequiel Barco, y precoces talentos como Gastón Togni o Ezequiel Denis, que deben adaptarse a tal exigencias.

Pero de un tiempo para atrás no fue así. La gran mayoría de los pibes, lastimosamente, quedaban en el ostracismo del olvido colectivo del hincha, sin triunfar en nuestro club, y arrancando un gran peregrinaje que los mantuvo lejos de "Alsina y Bochini".

Martín Morello ingresa dentro de este lote. Categoría 83, y con natalicio en San Pedro, llegó al predio de Villa Domínico, lindero al acceso sudeste, para materializar su sueño de convertirse en futbolista.

Tuvo su debut oficial de la mano del siempre recordado José Omar Pastoriza, en el cierre del "Clausura 2004", con derrota ante Atlético Rafaela, por dos a uno. Ese sería el punto de partida, pero pocos eslabones más quedarían en su historia vistiendo nuestra casaca.

¿Por qué generalizamos y hablamos de "camada" cuando sólo nos referimos a un futbolista? Bueno, en el verano del 2005, craneando la estrategia para lo que venía, un amistoso en Salta, ante Boca, fue la excusa perfecta para dar suelta a nuestro piberío, conducidos por Norberto Outes y Osvaldo Ingrao

En la derrota por dos a cero, el equipo titular formó con: Carlos F. Navarro Montoya, Leandro Pereyra, Leonardo Mussin, Rubén Salina, Mariano Viola; Martín Morello, Fernando Lorefice, Martín Fabbro; Hernán Losada; Esteban Rivas e Ismael Sosa. 

¿Les tiramos los suplentes? Daniel Mielnicchuck, Emiliano Romero, Roberto Carboni, Maximiliano Vallejo, Lucas Cariati, Lucas Ojeda y un tal Sergio Agüero, que algo de esto sabe. 

La cuestión es que poco más jugó Morello con nuestro manto sagarado. Entendemos, el partido más importante que presenció fue el del centenario, ante River, con empate 0-0, ingresando en el segundo tiempo y siendo parte de una fiesta inolvidable ante más de 35.000 personas, en la "Doble Visera".

A partir de allí, Ponferradina de España, Unión Magdalena de Colombia, Flandria, Platense de Honduras, Defensores Unidos de su ciudad natal, Ramonense de Costa Rica, River Plate de Puerto Rico y Sportivo Baradero lo cobijaron hasta el 2012.

Con la divisa punzó disputó 9 cotejos, no marcó ningún tanto y, hoy, lo traemos al presente para recordarlo. 

lunes, 18 de junio de 2018

Fabián Monserrat



Promisorio volante ofensivo que a comienzos del 2012 -y tras la dimisión de Ramón Díaz- recibió la bendición del técnico Cristian Díaz para integrar las filas del plantel de primera. A sus 19 años, vió acción por vez primera en la máxima categoría nada más y nada menos que en el recordado 5-4 ante Boca Juniors, la noche en que Ernesto Farías jugó su único partido decente en el club hizo un hat-trick. Con el sucesor de El Pelado confirmado en el cargo, El Diablito acumuló minutos en cancha, llegando a debutar en la red frente a Belgrano de Córdoba, en una victoria 2 a 0 durante la fugaz primavera que el equipo vivió bajo la tutela de CD.

Fue así como Fabián Monserrat se tornó una alternativa para desnivelar las bandas y aumentar el poderío ofensivo, sin llegar, a pesar de esto, a explotar en un momento preciso, y sucumbiendo en la irregularidad de sus presencias. El contexto no era el mejor: Independiente iba rumbo al descenso y puertas adentro el once titular mutaba más que la formación de la banda Toto.

Disputó cotejos a cuentagotas durante la temporada en la segunda división, teniendo como único hito en 2014 un bellísimo gol marcado a Santamarina, en los 16vos de final de la Copa Argentina. Posterior al ascenso, despertó interés de Tigre, sin que el pase llegara a concretarse. "Espero volver a tener una chance" deslizaba el volante, optando finalmente por ir en busca de minutos de juego a su nuevo destino, Crucero del Norte, en donde jugaría en condición se cedido. Aquella experiencia, sin embargo, no saciaría sus expectativas, regresando a Independiente, en donde comenzó a entrenar con la reserva en busca de no perder ritmo.



Fue hasta ¡2016! que desplegó su juego en dicho escenario, cuando finalmente Venados Fútbol Club, team del ascenso mexicano, adquirió sus servicios. En dicho conjunto viviría la que es sin dudas la experiencia de mayor peso en su existencia. ¿Campeonato, dinero, fama? Mejor que eso, amigos: Fue papá de un bebé al que bautizó junto con su pareja como Salvador. Y el club azteca, vitoreando tamaño hecho, le dedicó una imagen en sus redes sociales. Finales felices.

jueves, 14 de junio de 2018

Ángel Morales Santos


Nos invoca la polémica en "Independiente Inédito". Y es que volvemos a rememorar un caso de los nuestros que, con el paso del tiempo, cruzó a la vereda opuesta de Avellaneda. Un joven talento que, cuando llegaba a su máximo esplendor, decidió buscar otros caminos en pos de mejorar, dejando atrás gambetas y goles en la siempre entrañable "doble visera".

Ángel Morales Santos -todavía no entendemos de dónde viene "matute"- representó un producto bruto de la cantera "roja" en Villa Domínico. Nacido y criado en Villa Luján, poseyó su primer balón producto del trabajo de su padre, quien se dedicaba al arreglo de los mismos, y cuando pasaba más de un mes sin que nadie lo reclame, quedaba en su posesión.

Aprendió a driblear, saltar y eludir rivales en la calle, jugando por el "sanguche y la coca", tal como él relata, posicionándose así como enganche. En 1993 dijo presente por primera vez por la casaca del "Rey de Copas", pero las pocas oportunidades, lo llevaron a pasar a préstamo a Platense, para regresar en 1996.

Aquí encontramos el primer punto de inflexión de esta historia. Y es que, para el "Clausura '97", César Menotti lo tenía como un baluarte, habitual titular, y con una temporada que le proveyó 32 cotejos y cinco goles. Los de memoria de antaño y que vivenciaron ese torneo, maldecirán ese mercado de pases producto de la "Copa América".

Para mitad de año, Menotti abandonó el barco, fichó por la Sampdoria y, con él, se fueron "matute" y Roberto Cascini, al igual que Roberto Acuña y José Luis Calderón. Los "diablos" de antaño sentencian que, de haber mantenido la base, en ese torneo gritaríamos campeón.

Sin embargo, poco duró su travesía en el viejo continente respaldando la '10' de la Samp. Una breve estadía por el Mérida español y vuelta a la Argentina para ponerse la casaca celeste y blanca.

Ya para 1998 toda tipo de relación pasaría a diluirse. En el clásico de ese año, que ganó el archirival por 3 a 1, en nuestra casa, marcó un gol y así lo recuerda: "Cuando llegamos a la cancha de Independiente, pasé por la Cordero y me llenaron de meo, me tiraron vasos llenos… Ya desde la previa, durante la semana, los hinchas salían por la televisión insultándome. Yo había dicho que si hacía un gol, cómo no lo iba a gritar”.

Y los del "Rojo" no le perdonaron su traición. Sobre todo, porque en el 2004 hubo reincidencia y volvió a la "Academia". "Me sedujo más lo de Racing porque el año que estuve la gente me dio más cariño y me siento más identificado. La gente me pedía que volviera, algo que no pasó con la de Independiente", argumentó, para luego sentenciar: "si ser ídolo es recibir el cariño del hincha, entonces me siento ídolo".

Cruz Azul, Veracruz, Dorados de Sinaloa, Banfield, Olimpo, Nacional y Huracán son otros de los clubes que albergaron a este volante creativo, que en 2011 puso fin a su carrera. El player disputó 70 cotejos, marcó 8 tantos y quedará para siempre en el hall of fame del "clásico de Avellaneda".

martes, 12 de junio de 2018

Fernando Elizari




Llegar a un club tan grande, inmenso, donde un familiar construyó una trayectoria inmensa, cuyos cimientos fueron formarse deportivamente en una institución tan importante e imponente como Independiente, es una motivación y una presión de esas lindas para construir un camino propio.

Eso probablemente le pasó a Fernando Elizari. ¿Quién es? Primo hermano de los Milito, nació el 5 de abril de 1991 en Quilmes. En el equipo de aquella ciudad dio sus primeros pasos futbolísticos y formativos. Su característica principal es el juego asociado, rápido y por atrás de los delanteros. Una especie de mediapunta/enlace. Su buen nivel mostrado en el Cervecero le valió tener su oportunidad de jugar en un equipo enorme, el equipo donde su primo Gabriel fuese muy querido por la hinchada roja.

El cargo fue por un año, y en principio integró la división de Reserva de Independiente, a mediados del 2011. Allí fue un estandarte principal del equipo que comandaba por aquel entonces Cristian Díaz, donde mantuvo chances reales de salir campeón, quien terminó siendo Boca Juniors. Elizari lo máximo que estuvo fue en el banco de suplentes, sin disputar minutos en Primera División. Sin embargo a mediados de 2012, Independiente no hizo uso de la opción de compra y retornó a Quilmes.

Luego de una buena temporada en Quilmes, Elizari volvió a tener una chance en otro grande, esta vez San Lorenzo, donde integró el plantel que logró la Copa Libertadores 2014. Luego, tuvo un paso por el O'Higgins chileno, y vistió la camiseta de Defensa y Justicia. Actualmente se encuentra en el Johor de Malasia.

Finalmente, tras sin disputar minutos, en donde se lo vio a Elizari se mostró un jugador activo y creador de juego, quizá algún día, vuelva a vestir la divisa punzó, pero esta vez, para jugar y demostrar realmente sus condiciones.


sábado, 9 de junio de 2018

Franco Cángele



En estos tiempos donde la fiebre mundialista acarrea la siempre dichosa tarea de coleccionar figuritas, el bucear por internet nos lleva a toparnos con un cromo (?) de un jugador que ha pasado por nuestro querido Independiente, aunque nuestra memoria jamás haya retenido que él puso pie en, en aquel entonces, la Doble Visera. ¿Por cuántas figus cambiarías a la pegatina de Franco Cángele?

Vió acción profesional por vez primera en un Boca Juniors triunfante bajo la tutela de Carlos Bianchi, allá por el génesis de este siglo. Si bien acumuló juego en aquellos pagos, la necesidad de más minutos de juego le hizo recalar en el año 2004 en el Independiente de César Luís Menotti. Su posición de extremo zurdo era una tentación para El Flaco, siendo nuestro homenajeado vitoreado en una nota en el Olé como "pichón de Gustavo López".

Compitiendo con seres como Sergio Agüero, Nicolás Frutos, Eduardo Bustos Montoya y José Turu Flores, lo de Cángele en Avellaneda fue efímero. Cuando la explosión del Kun, los goles de Frutos y la permanente alternativa de El Tati le hizo descubrir que su tiempo en El Rojo no implicaría acción, armó las valijas y partió a Colón de Santa Fe.

¿Qué nos dejó? 11 partidos, sin goles y la sensación de que nuestra infancia repartida entre jugos Ades, late-nola y el bullyng del primario (?) está muy lejos ya.

miércoles, 6 de junio de 2018

Damián Martínez



Debutar sin jugar en Primera División y pasar derechito a Europa sin escalas a un club de renombre internacional. ¿Un sueño? ¿Una Liga Máster en el mundo virtual de los juegos de consola o un modo leyenda? No, aunque suene utópico, un arquero que realizó las inferiores en Independiente tuvo este maravilloso camino.

Damián alias Dibu Martínez nació el 2 de septiembre de 1992 en Mar del Plata. Tras atajar en varios clubes de su ciudad natal, le consiguieron una prueba en Independiente. Miguel Ángel Santoro, gloria de los tres palos en el Rojo, puso los ojos en él y rápidamente fue fichado para realizar las inferiores. Alto, ágil y muy rápido eran sus principales condiciones técnicas.
A nuestro protagonista se lo pudo observar con detenimiento en el Sudamericano Sub-17 de Chile, en el año 2009, donde fue una de las figuras del seleccionado nacional. Ese equipo fue finalista y cayó derrotado ante la Brasil de un tal Philippe Coutinho por penales tras igualar en los 90 minutos.

Su destacada actuación le valió ser muy bien visto por los ojeadores del Arsenal de Inglaterra. Vaya camino, con un puñado de encuentros atajó (?) el corazón de los directivos ingleses. Las negociaciones no tardaron en empezar y, tras una prueba en el mismísimo equipo inglés, fue adquirido en la suma de 500 mil dólares por el 65% y con un plus de cláusulas a cumplir para adquirir la totalidad del pase.

Y se marchó hacia Inglaterra, donde siguió su proceso formativo. Su camino, largo, pero beneficioso al fin, dio sus frutos. Debutó 5 años después de ser adquirido en Champions League, en un encuentro ante el Anderlecht. Sin embargo, alternaba entre Cech, Ospina, donde competía con arqueros muy experimentados en su puesto.
No obstante, Arsenal debido a su superpoblación de arqueros, daba a préstamo a Martínez (Oxford, Wolverhampton, Sheffield, Rotterham) para mantenerlo competitivo.

Un párrafo aparte merece Dibu, cuando casi vuelve a Independiente. Debido a su falta de continuidad, evaluó la chance de regresar con mucho entusiasmo, pero desde el Club y sobre todo Gabriel Milito no estuvo tan de acuerdo con su llegada.

Hoy en día se encuentra cedido en el Getafe de España, buscando la continuidad que tanto anhela y por la que tanto peleó una de las ex joyas de nuestra cantera. ¿Volverá a sus inicios?

lunes, 4 de junio de 2018

Pablo Torres


Qué difícil que es calzarse el mote de "promesa"...Bah, mejor dicho, que la opinión te catalogue como tal sin y ejercer esa presión. Porque sí, es verdad, podremos decir, ¿qué mejor que te encasillen como el futuro de un club?, pero, al mismo tiempo, ¿por qué es lo mejor? Quizá, el hecho de sentirse en la obligación de ser ese futuro que todavía no llegó es lo que, a veces, produzca el nerviosismo de mostrar habilidades que todavía restan pulir y dotes que faltan madurar.

Hablamos de juveniles y hoy nos convoca a esta reunión virtual de lectura Pablo Torres. Categoría '84, comenzó a despuntar el vicio de futbolista en Arsenal de Sarandí, para luego pasar a Boca y, finalmente, llegar a Independiente como un promiscuo talento que, con apenas 15 años de edad, debutó en reserva y ostentaba el récord de haber ganador la mayor cantidad de campeonatos, -cuatro de seis- en divisiones menores.

De hecho, junto a Lucas Molina, Diego Ludueña y Juan Pablo Collantes, integró la selección sub-17, soñando con disputar el mundial de esa categoría en el 2001. "Tojo Nos dice que hay que aprovechar el momento porque, cuando te caiste, el que está atrás te come. Pero estamos ilusionados porque ahora vienen giras y eso nos motiva para esforzarnos más", y es más o menos lo que pasa en la vida, ¿no?

El estreno de nuestro homenajeado se dio en el año 2003, de la mano de Osvaldo Sosa. Por la última fecha del "Apertura" -con una pobrísima campaña que nos encontró en la decimocuarta posición- los de Avellaneda derrotaron por uno a cero a Chicago, en Mataderos y el debut concluyó con victoria.

Sin embargo, los técnicos posteriores poco lo tuvieron en cuenta y, con cuatro escollos más en el lomo, decidió aventurarse para buscar nuevos rumbos futbolísticos. 

Con un paso intermedio por el Racing de Uruguay, México se dispuso a cobijarlo y Cruz Azul, Atlante, Mérida, Dorados, Veracruz, Alebrijes y Cimarrones lo incorporaron en sus filas. 

Una historia más de jóvenes dispuestos al máximo, pero que no pudieron explotar todo su potencial en la primera división. Hoy, con 34 años, gasta sus últimos cartuchos goleadores en Dorados. Y vos, Rojo, ¿te acordabas de este caso?  

jueves, 31 de mayo de 2018

Mercado de Pases: Diego Rodríguez (2017)



Todos alguna vez, ante un suceso que nos otorgó un enorme placer, nos preguntamos que hubiera pasado si, en el camino rumbo a dicho final feliz, optábamos por otras vías en nuestra historia, diferentes estas a las que tomamos en el trayecto al éxito. Si nunca te hubieras anotado en ese curso de portugués, no hubieras conocido a tu actual esposa. Si en lugar de ir al chino a la tarde, hubieras ido a la mañana, no te hubieras cruzado a ese amigo que, al verte, te invitó a una fiesta que resultó épica.

Situaciones hay muchas. En el fútbol, también. ¿Qué hubiera pasado si...? es un disparador para que la imaginación despliegue un sinfín de universos alternativos en donde lo que sucedió, simplemente ocurriría de otra forma. ¿Mejor, peor? Imposible saberlo. Usualmente en esta sección hablamos de jugadores que casi llegan a Independiente. Pero hoy mencionamos a uno que casi se va. Y es que Diego Torito Rodríguez, pilar del equipo campeón de la Copa Sudamericana, estuvo a nada de irse del equipo apenas iniciado el 2017.

Los primeros momentos de la Era Ariel Holan tenían algo claro en el proyecto para el mediocampo. El titular era Nery Domínguez, y se debía potenciar a Julián Vitale para que tome cuando sea necesario su relevo. Diego Rodríguez no entraba en los planes en primera instancia. Y reconociendo esto, el futbolista se puso a analizar opciones.

Belgrano de Córdoba apareció como interesado en su ficha, y de hecho la negocación transparentó acuerdo de ambas partes. Préstamo hasta 2018 por 50.000 dólares, con opción de compra. Las valijas estaban hechas. La casaca del Pirata esperaba al volante para inmortalizar el arribo. Pero faltó algo.

Pelearla. Esa fue la decisión que El Toritó abrazó. Apostando por la doble competencia, y el ganarse la atención del nuevo DT, el ex Godoy Cruz prefirió seguir en Avellaneda, desechando el pase al conjunto cordobés. Meses más tarde, su abrazo en el piso con Martín Campaña en el Maracaná es una de las postales de una velada gloriosa. Una velada que quizá nunca hubiese existido, si Rodríguez prefiería la certeza de un puesto titular, al desafío de patear el tablero y ganarse un lugar. Menos mal, ¿no?

domingo, 27 de mayo de 2018

¿Indulto o Condena? Diego Forlán

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Debutar en el club que te formó como persona, te acobijó durante tu estadía en la pensión, donde venís del exterior, más siendo extranjero, seguro que no tiene precio. Más si cuando tus apariciones te hacen imprescindible en el equipo, donde lo ayudás con goles (golazos algunos) y con la característica que todo jugador uruguayo posee, la famosa garra que no da por perdida una pelota, que juega con el corazón y que va a dejar todo en la cancha. Todo esto que se describe se caracteriza perfectamente en Diego Forlán.

¿Por qué este personaje cabe en esta sección? Ya lo veremos. Sin dudas que luego de su gran paso por Independiente, Forlán llevó sus goles a Europa, precisamente al Manchester United de Alex Ferguson, con la promesa de que algún día regrese triunfante. Allí logró dos títulos y se marchó a España, país donde sin dudas tuvo su mejor momento futbolístico a nivel clubes. Villarreal primero, donde allí, si bien no salió campeón, logró buenas campañas e inclusive salió goleador del certamen español. Dejó su marca con 117 encuentros y la notoria suma de 57 tantos, para marchar al Atlético de Madrid en el 2007.
En el equipo de la capital, logró coronarse campeón de la Europa League, y sin dudas formar una excelente química con Sergio Agüero, procedente justamente de Independiente, tras ser una de las últimas joyas del fútbol argentino. Allí jugó 174 partidos donde rompió las redes en 88 ocasiones.

A nivel clubes no hay que remarcar su excelente participación con Uruguay en el Mundial de Sudáfrica en el 2010, donde logró llegar hasta semifinales dignamente, tras acceder a aquel certamen mediante un repechaje. La FIFA lo premió al rubio delantero con el Balón de Oro por su gran Mundial.
Su carrera prosiguió en Inter de Milán, pero no logró la continuidad deseada. El Inter (pero de Brasil) contó con sus servicios a mediados del año 2012.

Aquí empieza el paralelismo con Independiente. El Rojo atravesaba la peor crisis deportiva de la historia y en la idea de los dirigentes y técnicos de turno era contar con el equipo más competitivo posible, donde Diego Forlán aparecía en el radar. Aún vigente, y evidentemente donde los rumores le llegaron, el atacante manifestó: "Todos saben el cariño que tengo por el club pero me quedan dos años y medio en el Inter de Porto Alegre y mi intención es cumplir con el contrato porque la dirigencia hizo un esfuerzo muy grande para traerme desde Italia". En medio de tantas pálidas para los hinchas, se sumó otra peor.

El hincha quedó muy descontento con esta declaración, quizá en pos de todo lo que le brindó el Club en su etapa juvenil y ser quien lo catapultó a Europa, esperaba otro tipo de declaraciones, inclusive con su vuelta para dar una mano en un momento sumamente crítico. Poco después, el desenlace que todos conocemos, ocurrió.
Para fines del 2015, y en donde volvió a su Uruguay natal para jugar en Peñarol (donde se coronó campeón), Forlán volvió a ser entrevistado, para una radio local, donde volvió a manifestar su negativa: "Veo a Independiente, siempre lo sigo. Es difícil que vuelva, obviamente que si tengo la oportunidad de jugar en Argentina va a ser en Independiente". Situación número dos.

Luego de quedar libre en Peñarol, probó suerte en el exótico fútbol de India, precisamente en el Mumbai City. Tras un semestre con más pena que gloria, y nuevamente con el pase en su poder, el charrúa, a fines del 2017 y ya con 38 años en un programa de televisión, expresó: "No sé… ganas de jugar tengo, estoy entrenando. Este año no jugué por el nacimiento de mi hija Luz. Nunca digo nunca, es difícil y complicado. Ganas no faltan, pero empiezan las exigencias y ya no tenés el mismo temple que cuando eras chico. Hay cosas que soportas y otras no, sos consciente de que cuando tomas una decisión te van a juzgar igualmente que cuando eras chico. Ves imágenes, partidos, clásicos y obviamente que ganas te dan, no te lo voy a negar".

Hoy en día, y en base a los últimos registros del mundo futbolero, Forlán está dando sus probables últimos pasos en el fútbol de Hong Kong, con los colores del Kitchee de ese país. Finalmente, a vos Rojo, te pregunto ¿indulto o condena a Forlán tras no regresar como alguna vez prometió?

viernes, 25 de mayo de 2018

Seleccionados Rojos


Ah, la época del mundial...Período de tiempo en donde, pareciera, nos olvidamos de todo lo que nos rodea, a nivel nación, al menos por un mes. La inflación, las decisiones gubernamentales, la subida del dólar, todos esos atenuantes de nuestras vidas pasan al olvido cuando vemos que la selección sale al campo de juego, cuando observamos la ceremonia inaugural, completamos el fixture o nos disponemos a llenar el álbum de figuritas que, en muchos casos, cuenta con pegatinas de futbolistas que no accederán a la máxima cita.

Pero, ¿qué tiene que ver el combinado nacional con Independiente? entidad que nos compete y nos lleva a escribir en este blog. Bueno, mucho tiene que ver. El gol de Daniel Bertoni, en 1978 y el de Jorge Burruchaga, en 1986, hicieron que gritemos campeón, festejando en el obelisco. Y sí, los tantos salieron de las piernas de los hombres rojos. Es más, recientemente, Jorge Sampaoli llamó a Maximiliano Meza para viajar a Rusia y representará a nuestra institución, después de Oscar Ustari, en el 2006.

Pero, para recaer en las historias que nos interesan, nos adentraremos a desmenuzar el paso de nuestros jugadores por la selección que no tuvieron mucha repercusión. La gran mayoría, trascurrieron en el período entre el 2007 y 2012.

El primer caso a analizar es el de Germán Denis. Delantero que tuvo una gran primera etapa en Avellaneda, llamó la atención de Alfio Basile, quien lo convocó para los enfrentamientos ante Chile y Venezuela, de las eliminatorias para "Sudáfrica 2010". Su debut fue ante la "vinotinto", cuando ingresó en lugar de Carlos Tévez, a los 35 minutos del complemento. Lastimosamente, no volvió a ser tenido en cuenta en las próximas ocasiones.

Walter Acevedo, de gran nivel bajo las ordenes de Américo Gallego, recibió el llamado de Diego Armando Maradona, para integrar la "selección local" que iba a enfrentar a Jamaica, en Mar del Plata. Fue victoria 2-1 -apenas raspando ante un rival inferior- y salió como titular, en la antesala de lo que sería la Copa del Mundo en tierras africanas. Lamentablemente, se suma a la lista de los borrados.

En el mismo período de tiempo, Leonel Galeano también dijo presente ante los centroamericanos y conformó dupla central junto a Mariano Echeverría. Quizá, podríamos decir que fue el único que se mantuvo como considerado, dado que, en 2011, integró el plantel que disputó el "Sudamericano" y mundial con la Sub-20.

Carlos Matheu también tuvo la posibilidad de entrenarse bajo las órdenes de DAM. Fue en el amistoso ante Costa Rica, con triunfo incluido por 3 a 2, pero su algarabía duró poco. A los dos minutos de comenzado el escollo debió abandonar el campo de juego debido a una lesión que, estudios de por medio, arrojaron se trataba de una rotura de ligamentos.

El último expediente que abriremos aquí será el de Adrián Gabbarini. Titular con el "tolo", demostró cualidades como para consolidarse bajo los tres palos en Alsina y Bochini. En 2010, lo telefoneó el "Dié" para el cotejo ante Haití, en el cual saltó al verde césped en el segundo tiempo, sin recibir goles.

Un año más tarde, Sergio Batista también le pondría el ojo encima y lo citó para enfrentar a Ecuador y Paraguay, aunque como sustituto de Juan Pablo Carrizo. Quedó cerca de ingresar en la nómina de profesionales que iba a disputar la "Copa América", a desarrollarse ese año, en nuestra nación.

Ustari sufrió una lesión que lo mantuvo al margen y, cuando parecía que el apuntado a reemplazarlo iba a ser nuestro canterano, terminó afuera quedándose dentro Sergio Romero, J. P. Carrizo y Mariano Andújar.

miércoles, 23 de mayo de 2018

Sebastián Pena


Hay dos tipos de Sebastián Tomatito Pena para los seguidores del fútbol argentino. Para quienes nacimos en los 90', es un jugador que simbolizamos con Chacarita Juniors, pero que recorrió otras instituciones cuyo objetivo era la permanencia (en caso de ser de Primera) o alcanzar el ascenso (si el territorio era la B Nacional).

Sin embargo, nuestros padres han de reprendernos, diciendo que este defensa es en realidad un hijo del semillero de Argentinos Juniors, que luego probó suerte en River Plate, posteriormente en nuestro Independiente y más adelante deambularía por clubes de un peso menor a los dos anteriormente mencionados. Que incluso Pena supo jugar en la selección Sub-20, y fue considerado una promesa del fútbol argentino de los tempranos noventas.

Lo cierto es que posterior a una temporada de escaso rodaje en Núñez, este jugador se aproximó a El Rojo buscando mejor suerte. Corría el invierno del año 1997 cuando él se puso a las órdenes del entrenador Ricardo Gareca, bajo una gestión que, sin embargo, duraría poco. Sería bajo la órbita de César Luís Menotti que nuestro homenajeado cobraría protagonismo. Aunque esto no significa algo necesariamente positivo. Ya verán porqué.

Resulta que los métodos de El Flaco colisionaron con la estabilidad de SP. El técnico le manifestó al jugador que debía mejorar su forma si quería minutos en cancha, lo cual derivó en un fastidio por parte de Pena. ¿Resultado? Una guerra fría durante 1998, lo cual empañó las chances del defensa en el primer equipo. La relación entre el dirigido y el entrenador se hacia más distante mes tras mes.

Sería recién en el verano del último año del siglo XXI cuando el ex Bicho desenvolvería su mea culpa: "Todo lo que ocurrió fue culpa mía" dijo, sincerándose en un mano a mano con Olé. "Menotti comparó la forma en la que me entrenaba a como lo hago ahora. Por esas cosas él me ignoraba. Él no quiere tener chiquilines, quiere hombres, y yo ya no soy más el chico de la juvenil. Antes yo me ponía fastidioso porque no jugaba y hacía cosas estúpidas."

Asumir culpas es algo digno de admirar en este episodio de tensión entre Pena y Menotti, pero no sería suficiente para que su figura permaneciese por más tiempo en la Doble Visera. La bomba estallaría en el génesis del Apertura 99', cuando Independiente hilvanó una racha adversa en sus primeras tres presentaciones: 0-3 ante Boca Juniors, 1-2 ante Lanús y 2-2 ante Argentinos Juniors. Un Menotti de pocas pulgas metió mano en el equipo y quitó a Pena, sin que esto le de pena (?) por bajo rendimiento. El defensa pondría palabras a la sitacuón: "Me borró a mí y además a Scoponi" dijo enfurecido, saliendo de un entrenamiento de máxima tensión en Villa Domínico.

¿Resultado final? Mientras el Y2K prometía arruinar al mundo como era concebido de cara al año 2000, Pena dejó Independiente tras tres años, con la cifra de 60 partidos y 4 goles.

domingo, 20 de mayo de 2018

Edgardo Bauza




En estos días el mundo futbolístico, sobre todo en Argentina, surgió una noticia de renombre importante. Edgardo Bauza vuelve a dirigir en el país, ahora, en su queridísimo Rosario Central. El Patón, un histórico del club rosarino, donde fue campeón, es uno de los máximos defensores goleadores del fútbol a nivel mundial y el máximo en nuestras tierras.

Su estilo de fútbol, pragmático, con más características defensivas que ofensivas, ha sido de gran renombre en Sudamérica cuando fue Director Técnico de Liga de Quito, donde logró dos títulos locales, una Copa Libertadores (la única de aquella institución) y una Recopa Sudamericana. Su trayectoria como entrenador en Argentina también dio sus frutos cuando coronó por primera vez a San Lorenzo como campeón de la Libertadores. Nada mal.

Sin embargo, el nacido en Santa Fe tuvo un brevísimo paso como jugador de Independiente por la década de los 80'. Precisamente fue en 1986 cuando arribó a Independiente, proviniente del fútbol colombiano.
Fue allí quien José Omar Pastoriza le pegó un llamado para arribar a un equipo que hacía poco más de un año era Campeón Mundial frente al Liverpool en Japón. Su llegada se hizo tardía y probablemente esta es la razón por la que disputó pocos encuentros (un total de siete, marcando un gol, en su debut frente a Argentinos Juniors en cancha de Ferro), sin lograr una buena pretemporada para que esté a pleno físicamente. Independiente culminaría aquel torneo en el noveno puesto.

Finalmente, Bauza regresó a Central a mediados de 1986 (quien ascendió a Primera División) donde fue un baluarte fundamental y se coronó campeón del fútbol argentino. Permaneció allí hasta 1990, donde emigró al fútbol mexicano, precisamente en Veracruz. Volvió para retirarse en Central en el año 1992, poniéndole punto final a una gran carrera como futbolista.

A fines de 2017, también se lo volvió a vincular a Independiente, esta vez para dirigirlo, cuando Ariel Holan amagó a irse del cargo, que finalmente, no prosperó esa idea, y se mantuvo expectante a lo que pudiera suceder.


miércoles, 16 de mayo de 2018

Eduardo Bustos Montoya



Amigo de reserva. Es un término extraño, ambiguo. Pero todos en algún momento lo empleamos. Tenemos un núcleo duro, una mesa chica, una élite selecta, en nuestro grupo de amigos. Aquellos incondicionales a la hora de jugar un fulbito, salir de joda ó simplemente ultimar una birra. Sabemos quienes son y los recortamos del resto de conocidos para tenerlos en cuenta no solo para joder sino también para charlar de temas profundos. Friends will be friends.

Sin embargo, retomando al concepto inicial, si alguno de los incondicionales se ausenta, tenemos un resto de sujetos a los cuales los vemos como un ejército de reserva de nuestra pandilla. Aquellos números en nuestro listado que emergen de las profundidades de WhatsApp para cubrir un faltante en un papi-fútbol o un espacio en una salida. No es un concepto discriminatorio, al contrario, nosotros mismos debemos ser el amigo de reserva de otras personas. Ni tan íntimo para trazar una amistad sólida, ni tan insulso como para ser un mero anónimo.

La primavera que vivió Independiente con la fugaz dupla Sergio Agüero-Nicolás Frutos durante el 2005 tuvo a su propio amigo de reserva. Aquel que aparecía cuando alguno de los protagonistas de la ofensiva roja se veía impedido de participar en un cotejo. Eduardo Bustos Montoya fue recambio de un equipo que apuntaba para mucho más, pero se estancó en la fugacidad. Frutos marchó a Bélgica en pleno desenvolvimiento del Apertura, mientras que la magia inigualable del Kun emigró a Madrid poquito tiempo después. El Tati, mientras tanto, acumuló 8 goles en 33 partidos en la Doble Visera, esparcidos entre el 2004 y el 2006.

Signado por lesiones que impidieron su regularidad, uno de sus tantos más recordados es seguramente el que anotó en la tercera fecha del Clausura 2006, siendo el único tanto en la victoria por 1 a 0 de local frente a San Lorenzo. Aquel cotejo fue la última vez que El Rojo pudo vencer a CASLA en casa propia. Doce años después nos preguntamos, ¿es hora de llamar a Bustos Montoya para romper el maleficio?

lunes, 14 de mayo de 2018

Ciencia Ficción: Los hermanos Martínez


"Los hermanos sean unidos, porque esa es la ley primera...". Vaya si hay dos personas que cumplieron esa máxima dentro del fútbol argentino. En distintos tiempos, con trayectorias diversas, ambos dos concluyeron en un mismo lugar para coronarse y quedar grabado a fuego su apellido, al menos, cuando se recuerde la obtención de dicho campeonato.

Juan Manuel y Nicolás Martínez llegaron a vestir la camiseta de Independiente. Como mencionamos anteriormente, los dos en momentos muy distintos. Nico fue el que arribó primero, allá por el 2009, de la mano de Américo Gallego, en una suerte de apuesta, precoz en su trayectoria. Juan Manuel, en cambio, llegó maduro. Luego de su último paso por Vélez, dijo no a los ofrecimientos de Arsenal y al Chicago Fire, para firmar por una temporada, a mediados del 2017.

El climax del menor fue en la Sudaca del 2010. Autor del tanto que le dio a los de Avellaneda el pase a cuartos de final, a partir de allí fue una habitual pieza en los esquemas utilizados por Antonio Mohamed. "Después de mi gol, mi sensación era que quería que terminase ya el partido, porque si ellos hacían otro gol de nada hubiese servido lo hecho. Por suerte sirvió...", sentenció el media punta que, en la final ante el Goias, iría como titular y materializaría su coronación. 

Luego de esa consagración, extrañamente, no fue más tenido en cuenta por el "turco", y continuó su periplo en el Santiago Wanderers de Chile. Su saldo, fue de 16 cotejos, dos goles, y el título mencionado. 

El andar del "burrito" fue un tanto distinto. Pocos fueron los minutos que tuvo en el certamen continental, en un equipo que Ariel Holan ya sacó de memoria conforme transcurrían las diversas fases. 

"Mi hermano Nicolás tiene una alegría enorme. Varias veces vine al Libertadores de América para a alentarlo y ahora me toca defender estos colores como lo hizo él", dijo el delantero, que se anotó en la victoria ante Nacional de Paraguay, para trepar a las semifinales. 

El final del camino, lo conocemos todos. El "Maracaná" se vistó de gala para presenciar la segunda consagración del elenco argentino en aquellas tierras.

Podríamos trazar un paralelo en esta historia como la de los hermanos Koriotto, de la famosa serie, Supercampeones. Si, porque los dos lo son. Y con algunas perlitas, convirtiéndose en los primeros dos hermanos que ganan este torneo con el mismo equipo, anotando un tanto cada uno y con ambas finales ante rivales brasileros. 

miércoles, 9 de mayo de 2018

Piedra en el zapato: ¿La maldición de Gimnasia?




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Gimnasia La Plata ha cobrado cierto protagonismo en estos últimos días en el mundo Independiente. El reciente empate en dos tantos dejó un sinsabor en los hinchas del Rojo ya que un triunfo frente al conjunto de La Plata dejaba a Independiente con chances más concretas y con más tranquilidad para asegurar la clasificación a la Copa Libertadores 2019.

Sin embargo, el conjunto Tripero e Independiente ha sido un enfrentamiento a lo largo de la historia con un leve historial a favor de los Diablos Rojos, tan solo aventajando por siete cotejos al equipo platense en todo su historial.

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Ambos quizá guardan una de las páginas importantes en el fútbol argentino cuando en el Torneo Clausura 1995 se enfrentaron en la última fecha de aquel torneo que tuvo como protagonista a Gimnasia comandado por Carlos Timoteo Griguol. Con un solo punto, se aseguraba por primera vez un torneo en el profesionalismo, claro que no contó conque Independiente, muy irregular, y con gol de Javier Mazzoni, sentenció la historia que parecía tener final feliz, pero en definitiva el campeón fue San Lorenzo.

Con esto último se traza una conexión en las secciones mencionadas en el título del actual post. ¿Por qué? Desde aquel fatídico encuentro para los hinchas del Lobo, su estadio para acobijar a Independiente ha sido digno de un campo de batalla impenetrable. Repasemos los números de Gimnasia como local frente a Independiente (post gol de Mazzoni): en 17 partidos, el Rojo triunfó una sola vez (Clausura 2011), empató en tres oportunidades (3-3 el último partido disputado en ese escenario) y fue vencido en 13 oportunidades. Realmente, La Plata ha sido un lugar muy complicado para visitar.

En el mundo Independiente circula la idea, dando a la parte ficcional, de que tras el triunfo que arruinó el campeonato histórico a Gimnasia, se perpetuó una "maldición" sobre el Diablo, donde parece que el Lobo quizá logre sanar las heridas causadas por el logro no obtenido.

Sin embargo, probablemente esto, posterior al gol de Mazzoni, no cabe para cuando el Rojo ejerció la localía en Avellaneda: de 20 partidos, sólo perdió en cuatro, triunfó en ocho, y empató en otros ocho. Si bien son más las victorias que derrotas, los empates muestran una tendencia de que no es un partido considerado "ganable".

Con los números un poco más claros, Independiente no logra vencer a este digno rival hace ocho y siete años (como local y como visitante, respectivamente). Hay una diferencia casi mínima, lo que marca que Gimnasia es un hueso duro de roer. Y que también para los más escépticos piensen que quizá, es una cuestión de maldiciones y espíritus. Pero esto es fútbol.



lunes, 7 de mayo de 2018

Cristian Zurita


Habitué de un Independiente recordado por su intrascendencia, este volante de apellido de moto japonesa (?) integró entre 2003 y 2005 el plantel del club de Avellaneda, alternando con sujetos como Lucas Biglia, Lucas Pusineri, Martín Fabro, Yair Rodríguez, entre otros tantos.

Arribado desde San Lorenzo por pedido expreso de Oscar Ruggeri, Cristian Zurita sostiene el dato de color de haber formado parte del once titular presente en el debut de Sergio Aguero en Copa Libertadores: En Febrero del 2004, El Rojo le ganó por 4 a 2 al Cienciano de Perú, alinenado a 
Carlos Navarro Montoya, nuestro homenajeado, Darío Caballero, Rafael Olarra, Juan Eluchans, Daniel Quinteros, Christian Giménez, Leonel Ríos, Damián Manso y Sebastián García. El Kun ingresó por el atacante último en ser mencionado.

Dejaría 52 partidos y dos goles en la institución, previo a emigrar a Colón de Santa Fe, no sin antes componer la descripción gráfica de desamparo (?) en esta entrañable foto que CZ inmortalizó con Federico Insúa y Fernando Lorefice.


viernes, 4 de mayo de 2018

Yair Rodríguez



La crónica de hoy nos invoca a hablar de un personaje al que, prácticamente, no le conocemos el rostro. En los perfiles de las redes sociales, podemos imaginarnos esas fotos de perfil con la silueta de una persona grisácea de fondo celeste o blanco. Pero de eso nos encargamos en este blog, de traer a la actualidad casos del pasado poco conocidos en el ambiente del "Rojo".

Sobre Yair Domínguez hablaremos hoy. Oriundo de Ciudadela, hizo la gran parte de las divisiones formativas en All Boys hasta llegar, ya con una edad de madurez, a la cantera del "Diablo".

Para el Apertura del año 2003, nuestro homenajeado del día, tendría su debut con la casaca de Independiente. Algunos afirman que poseer la casaca con el dorsal número 7 fue un incentivo y el que lo mandó a la cancha fue Osvaldo Sosa. 

¡Pavada de estreno tuvo el pibe! Clásico con Racing, en condición de visitante y una oportunidad única para poder demostrar todo su talento. El 22 de noviembre, fue empate 1 a 1 en el estadio Juan Domingo Perón. La formación de aquel día fue con: Lucas Molina; Raúl Damiani, Hernán Franco, Rafael Olarra, Rubén Salina; Cristian Zurita, Daniel Quinteros, Diego Castagno Suárez, Yair Rodríguez; Damián Manso y Christian Giménez. 

El "piojo" abrió la cuenta par los nuestros y Lucas Rimoldi empató para el local. La cuestión es que, el canterano, apenas pudo completar 27 minutos de juego, ya que quedó tendido en el suelo, tras un choque con Mariano González. Así, los de Alsina y Bochini llegaron al octavo cotejo sin ganar en aquel certamen. 

Poco más de consideración tuvo para con él Daniel Bertoni que lo tuvo como una rueda de auxilio de poco uso. A partir de allí emprendió un largo peregrinaje por el ascenso de nuestro país: Alumni, Deportivo Colonia y Cerro Largo (estos dos de Uruguay), Real Arroyo Seco, Acassuso, Deportivo Morón, Villa Dálmine, Deportivo Italiano, Sportivo Patria y Argentino de Merlo fueron sus paradas. 

Con la divisa punzó disputó un total de 13 cotejos, no marcó ningún tanto, no pudo demostrar su talento en la zona medular del campo de juego, pero nosotros lo recordamos igual. 


martes, 1 de mayo de 2018

Fabián Vargas


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Iniciamos este nuevo post donde sumamos a un nuevo jugador colombiano a nuestra página de crónicas relacionadas al mundo Independiente. Su posición era de volante central. De mucho más juego que marca, aunque también era bastante férreo, nació en Colombia el 17 de abril de 1980. Sin dudas fue quizá uno de los pocos valores rescatados de un equipo que quedó marcado por la pérdida de categoría durante mediados del año 2013.

Así es, Fabián Vargas, el ex Boca es el nuevo protagonista del día de la fecha. Criado futbolísticamente en América de Cali, donde permaneció allí cinco años, fue Boca Juniors quien lo terminó asentando en el plano local e internacional. Su presencia y buen juego fue parte de un estilo que lo llevó a Boca laurearse tanto en los torneos argentinos como la Sudamericana, Recopa y hasta inclusive ser campeón y subcampeón mundial de Clubes.

Tras su exitoso paso por el club de la ribera, probó suerte en Europa, más precisamente en el Almería de España, donde protagonizó 30 partidos y luego se marchó hacia Grecia, donde el AEK Atenas lo acobijó en la temporada 2011/2012.

Aquí empieza su historia con Independiente. El club de Avellaneda, consciente de la realidad que lo aquejaba (el bajo promedio), la dirigencia, comandada por Cantero, junto con Cristian Díaz, tuvieron una política de incorporaciones sobre futbolistas (como Víctor Zapata, Paulo Rosales) de experiencia en el fútbol argentino. Una política a la par del conocido desenlace: bochornosa. Aquí, ingresaba Fabián Vargas, quizá el más capacitado para iniciarse en el mediocampo.

Así y todo, los refuerzos no anduvieron, los partidos cada vez eran más cargados de alta tensión, la gente no podía tolerar ver a un gigante desplomarse, de estar en la élite permanente, inclusive con este pésimo escenario descrito, Vargas fue quizá de lo más regular tanto a mediados del 2012 como los partidos trascendentales en el Torneo Final 2013. Para el final de la temporada, disputó 34 partidos y marcó un solo gol (frente a Liverpool de Uruguay por Copa Sudamericana 2012).

Lo peor ocurrió. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por retener al bogotano, su continuidad se apañó por algo tan fundamental como el problema económico que asfixiaba al Rojo. Vargas reclamó una deuda, y en medio de toda esa polémica, casi Racing intentó llevarse al mediocampista.
Vargas no continuó, dado que quería estar en Primera División para poder estar de cerca para el Mundial de Brasil, cosa que Independiente en Segunda División no podría acercarlo a su objetivo personal.

Finalmente partió hacia Barcelona de Guayaquil, Millonarios de Colombia y finalmente a La Equidad, también de su Colombia natal. Su buen rendimiento quizá pudo haber terminado con la "maldición" de los colombianos en Independiente post Usuriaga, aunque se vio opacado por el peor final.



domingo, 29 de abril de 2018

Nicolás Mazzola


En un universo alternativo, Nicolás Mazzola fue un delantero que a fuerza de goles se afianzó en la primera del Club Atlético Independiente, exasperando el deseo a por adquirir su pase de diferentes entidades europeas, destacándose la del West Ham, conjunto británico que adquirió su ficha en base a las regalías que los pases de Javier Mascherano y Carlos Tévez. La prosperidad sería, entonces, moneda corriente.

Sin embargo, ese sitio lateral a la existencia no tiene lugar en nuestro mundo de significados. En esta realidad, Mazzola hizo sus primeras armas como futbolista profesional en El Rojo, siendo testeado a fines del 2007 por el DT en aquel entonces, Pedro Troglio. Escaso tiempo después, se sumaría a la pretemporada con la primera plantilla, aunque la suma de minutos en campo de juego le sería esquiva. Aún en este contexto, se rumoreaba que el mencionado equipo inglés estaba tras sus pasos. Esto quedaría como meras especulaciones.

Peter finalmente se iría, Miguel Ángel Santoro haría las de bombero y DT oficial y, a fin de cuentas, Américo Gallego asumiría el mando, relegando a NM a un segundo plano. Entre 2008 y 2011, el muchacho de sensacional peinado acumularía tan solo cinco partidos sin goles.

En un universo alternativo, quizá yo sea redactor de un importante periódico en Washington. O estaría preparándome para cubrir el Mundial. Pero por algún motivo, si es que esto tiene algún sentido, estoy aquí, en mi habitación, escribiendo sobre la suerte de Mazzola. Que -valga la redundancia- efectivamente tuvo suerte, ya que al poco tiempo encontró su lugar en Gimnasia y Esgrima La Plata, donde se reencontró con el propio Troglio. Hoy es habitué del O'Higgins de Chile. Va un abrazo para él.

viernes, 27 de abril de 2018

Wilmer Cabrera



Nos trasportamos al milenio pasado. Más precisamente al fin del mismo. Y es una pena porque, últimamente, el blog parece dotarse de futbolistas que pasaron por el Rojo en el filo del 2000 y caen en nuestro recuerdo. O mejor dicho, algunos ni se nos pasaron por la mente, ¿o no?

La historia de hoy convoca a un colombiano a la escena. Sí, otro más. Marco Pérez, Juan Caicedo, Iván Vélez, son algunos de los casos que ya citamos con anterioridad pero que sumamos al contexto de la crónica. ¿Casualidad o causalidad? No lo sabemos. Pero, luego de Albeiro Usuriaga, parece que las experiencias de los cafeteros por Alsina y Bochini no son las mejores.

Wilmer Cabrera es de quien hablaremos hoy. Hombre nacido en Cartagena, arribó a Avellaneda a mediados del '97 al equipo que conducía Ricardo Gareca, a cambio de 600.000 dólares. El lateral/volante llegó desde el América de Cali -elenco al que el "Rey" compró el pase- de cara al Apertura venidero, con 29 años de edad.

Su pase era entusiasta debido a su paso vigente por la selección de su país, a la que era habitualmente convocado, sobre todo porque, un año más tarde, llegaría el mundial de Francia y las eliminatorias estaban a flor de piel.

La verdad, poco más tenemos para decir de este futbolista que pasó sin pena ni gloria por el club. Apenas seis meses más tarde, Francisco Maturana lo convenció de regresar a su tierra natal y calzarse la de Millonarios y, definitivamente, ser parte de la nómina de 23 profesionales que viajó a tierras "galas" para la Copa del Mundo.

Con la divisa punzó disputó 11 cotejos, no marcó ningún tanto, pero, hoy, lo tenemos acá presente.

martes, 24 de abril de 2018

Piedra en el Zapato: Atlético Tucumán




En este post del día de la fecha, hablaremos sobre un conjunto del interior que en el último tiempo se codeó internacionalmente como lo es Atlético Tucumán: jugó por primera vez la Copa Libertadores, jugó también por primera vez la Copa Sudamericana y desde la llegada de Ricardo Zielinski se mantuvo en el más alto nivel competitivo.

Ahora bien... ¿qué trae a este conjunto a nuestro blog? Pues claro, independientistas, adivinaron. Si nombramos a Atlético Tucumán, el Decano, automáticamente lo asociaremos a un equipo aguerrido, duro, que por momentos puede jugar bien y es práctico. Y si se enfrenta a Independiente, todas estas características parecieran potenciarse en demasía, en relación a los últimos enfrentamientos ocurridos.

Ahora bien, para repasar este historial, debemos remontarnos al siglo pasado, precisamente en la década de los 70', cuando se disputaban los antiguos Torneos Nacionales. El primer partido terminó igualado en un tanto, correspondiente al certamen del año 1973. Al año siguiente, y también por la misma competencia, se produjo la máxima goleada entre estos equipos, en favor del Rojo, por cuatro a cero, disputado en Avellaneda, luego, en ese mismo grupo, se enfrentaron nuevamente e igualaron en dos goles.

En 1976 y 1984 se produjeron dos triunfos consecutivos del conjunto de Avellaneda en condición de visitante (2-1 y 1-0 respectivamente). Sin embargo, en 1984, y por el partido de vuelta correspondiente al grupo que ambos conjuntos compartían, se produjo el primer triunfo del equipo tucumano, por 2-0 en Avellaneda.

Luego de 25 años, se volvieron a ver las caras en el Torneo Apertura 2009, donde el equipo dirigido por Américo Gallego asestó una goleada en condición de visitante al reciente ascendido del norte del país. Luego, en el Clausura 2010, y con un triplete de Andrés Silvera lo goleó en Avellaneda. Hasta aquí, parece un historial ampliamente superior ¿no?

Tuvo que pasar seis años para nuevamente verse las caras y en Avellaneda. Durante el Torneo 2016/2017 con Gabriel Milito al mando, Independiente fue derrotado por 2-0 frente a un Atlético Tucumán de un muy buen nivel, donde prácticamente no se lo logró atacar. En el actual certamen, los Diablos cayeron por el mismo marcador, donde jugar de local parece un parto para el conjunto de Ariel Holan.

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También no se debe olvidar el partido que ambos conjuntos protagonizaron en la Copa Argentina, en el cual el Decano eliminó a Independiente en tiempo regular por 2-1. Mientras medio Avellaneda se lamentaba la derrota que daba la posibilidad de acercarse a la Libertadores, los tucumanos lograron ser finalistas, donde cayeron posteriormente con River Plate.

Sin embargo hay que realizar una mención importante. E internacional. Estos equipos se enfrentaron durante la Sudamericana del año pasado en el que Independiente se coronó campeón en el Maracaná frente al Flamengo. Durante la llave de octavos de final, el primer partido dio lugar en Tucumán. Allí el conjunto norteño condujo los hilos del partido de principio a fin, y tranquilamente el Rojo pudo haber perdido por amplia ventaja.

En el cotejo de vuelta, en el Libertadores de América, personalmente creo que dio lugar a los famosos partidos de mística copera. Tagliafico expulsado, un penal tremendamente inexistente y el delirio de los hinchas tras el zapatazo al ángulo de Benítez, lesionado, y jugando con un hombre menos, dio lugar a una de las clasificaciones más emocionantes en el último tiempo, en un encuentro que terminó 2-0 y permitió avanzar de ronda. El resto, es historia.

A veces los rivales menos pensados y que uno cree accesibles, terminan siendo los que más dificultan en un fútbol que ya no distingue jerarquías entre planteles, o tal vez sí, pero siempre el fútbol nos prepara para cosas como estas.

domingo, 22 de abril de 2018

Damián Manso



Portador de la mítica casaca número 10 en los oscuros tiempos que sucedieron a las mieles obtenidas en el Apertura 2002, Damián Manso arribó al Club Atlético Independiente en vísperas del Apertura y la Copa Sudamericana 03'. ¿Su misión? Comandar a una escuadra que buscaba demostrar que el título doméstico obtenido escaso tiempo atrás no fue un hecho aislado, y que estaba dispuesta a volver a pisar fuerte en el ámbito internacional.

Criado en Newell's Old Boys, y tras un fugaz paso por el fútbol francés, DM formó parte de un team que se hizo fuerte en el génesis del dúo de torneos que afrontaba: Bajo la tutela de Oscar Para en serio Pollo Ruggeri, eliminó a Rosario Central en la primer fase de la Sudamericana y mantuvo un invicto de siete cotejos en el escenario local. Manso hacía lo que podía trazando buenas migas en la ofensiva con Cristian Castillo, Jeremías Caggiano y Bruno Marioni. El futuro parecía promisorio.

Parecía. Porque la debacle se hizo presente en un santiamén. Un global de 1-8 en contra frente a River Plate en la ronda posterior desechó a Independiente de la copa, mientras que el soñar con el Apertura pasó a ser algo impensado tras una racha adversa de ¡diez partidos! sin conocer la victoria. Ruggeri fue rápidamente expulsado del banco de suplentes y Manso pasó a ser fuertemente cuestionado por la hinchada, desilusionada con un equipo que apostó a dos frentes y flaqueó de forma absurda en sendos trayectos.

El Piojo tragó saliva y optó por continuar un semestre más. El incentivo era la participación roja en la Copa Libertadores 2004. Pero el proceso fue similar al vivido en el año anterior: Inicio promisorio, final decepcionante. Independiente debutó en el Grupo 5 con una victoria por 4 a 2 ante Cienciano en la Doble Visera, match en donde el protagonista de este post la descosió. Finalizó segundo en dicha fase, pero al ser uno de los peores en el contexto general que alcanzó esa posición, se vio obligado a jugar una repesca contra el Sao Caetano de Brasil. ¿Entonces? Eliminación a mano de los cariocas y regreso a casa con las manos vacías. En el torneo local la cosa no fue mejor: Se finalizó 13ros, lejos de los puestos de pelea.

Manso dejaría el club ostentando la cifra de un gol en 25 partidos. Se mantuvo sin demasiada trascendencia en Newell's (nuevamente) y el fútbol griego, hasta ser revitalizado por la Liga Universitaria de Quito, conjunto con el cual se sacaría la espina de triunfar en una Copa Libertadores, nada más y nada menos que ganándola.

viernes, 20 de abril de 2018

Jorge Fossati (2010 y 2013)


Continuamos con el tópico entrenadores. Nos alejamos de aquellos futbolistas que rindieron a cuentagotas en nuestro club, para adentrarnos en los mercados de pases, en donde el nombre de un entrenador reconocido en el mundo del fútbol sonó dos veces para dirigir a nuestra escuadra.

Jorge Fossati, ¿hombre al que podríamos encuadrar en ese mote de "jerarquía" que se puso de moda dentro del lote de técnicos? Tuvo un primer contacto con la directiva de Independiente en el año 2010.

Daniel Garnero, muchacho de la casa que agarró un plantel con doble competencia -torneo local y Copa Sudamericana- dimitió ante la adversidad de resultados y Julio Comparada, pope de la entidad de Avellaneda, se contactó con el homenajeado del día, con trabajo activo en Arabia Saudita, en donde comandaba a los del Al Shabab.

Que sí, que no, al final desestimó la propuesta, encantado con la misma, pero sus compromisos en tierras del oriente hicieron que continúe allí. "No puedo obligar a los dirigentes a que me esperen. Es un orgullo tener esta posibilidad y es algo que, alguna vez, me gustaría, pero tengo compromisos muy importantes con mi actual equipo como para sentarme a hablar", soltó. Al final, todos conocemos la historia: Antonio Mohamed se hizo cargo y, para fin de año, brindamos con una nueva copa.

El segundo capítulo de la novela trascurrió a mediados del 2013, momento clave en la historia del "Rey de Copas" que, por esos momentos, ocupaba plazas de descenso. Javer Cantero pispeó la actualidad del cráneo estratega para ver si podía agarrar debido a su, "mano dura".

Gabriel Morales, su representante, era entusiasta con la posibilidad. Él mismo, manifestó que, tenía que viajar a Qatar para resolver unas cuestiones pero que, "si resolvía todo, será el técnico". Hombre de negocios, llegó a disparar que: "Se tiene que resolver hoy porque Independiente juega el domingo. Me encantaría que pueda, aún en la situación en que está el club".

Al final, la ilusión duró poco. El propio Fossati, en charla con un medio argentino, desestimó la chance. "Nadie habló conmigo hasta ayer que me llamó Cantero. No quiero agarrar nada a las corridas, he dicho que no a más de una propuesta, incluso de la Argentina. Este no es un club más para mí. No es la primera vez que me llaman, pero no soy el indicado", sentenció, cerrando la puerta y dando paso a Miguel Ángel Brindisi.

Fossati nunca llegó. No cruzó el charco -ni de Uruguay para acá, ni desde Arabia- y su arribo fue una incógnita. Si embargo, un dejo de deseo sembró, ¿te gustaría verlo en el Rojo algún día?

martes, 17 de abril de 2018

Mercado de Pases: Guillermo Barros Schelotto (2015)



¿Quién iba a pensar que uno de los pintorescos personajes del fútbol argentino estuvo cerca de embarcar en Independiente? Muchachos totalmente mediáticos, pícaros, tanto en su etapa como jugadores, y ahora devenidos en Directores Técnicos. Pues claro, hablamos principalmente de uno de los mellizos Barros Schelotto. De Guillermo precisamente, hoy DT de Boca.

Hacia mayo del año 2015, Independiente se encontraba en un proceso de afianzamiento tras el paso por la segunda categoría del fútbol argentino, en su época más nefasta. De la mano de Jorge Almirón, se jugaba un fútbol agresivo, a puro toque, con un estilo diferente al conservadurismo post Nacional B. De la mano del ex DT de Godoy Cruz, Independiente realizó una campaña muy buena en su primer torneo a fines del año 2014, con 33 puntos, un cuarto puesto y sin desprenderse de piezas clave.

Al año entrante, y tras un gasto oneroso en los refuerzos que trajo la CD roja, entre ellos Toledo, Tagliafico, Graciani, Valencia, Victorino, Diego Rodríguez, Lucas Albertengo. Con un nuevo equipo a disposición, y con la novela entre la ruptura Daniel Montenegro-Almirón, el equipo tuvo un buen arranque y se desinfló. Con la derrota en el clásico de Avellaneda, renunció.

Sin alguien que comandara el primer equipo, rápidamente se barajaron opciones, pero la más firme, en cuanto a las formas similares de juego y la principal prioridad fue Guillermo Barros Schelotto, de gran presente en Lanús, con una obtención continental, la Copa Sudamericana 2013. Sin embargo el principal problema era que el mellizo estaba todavía dirigiendo allí. Aunque desde Avellaneda las esperanzas no se acababan, ya que Hugo Moyano logró convencer a Alejandro Marón, el presidente de Lanús en aquel momento, para ver las condiciones y si podían llegar a un acuerdo con los Schelotto.

Consultado en aquel momento, Guillermo disparó: "No tengo nada que decir sobre Independiente. Es lindo que un club, donde no tengo un pasado y es tan grande, se fije en mí. Pero no tengo nada que decir".  Las negociaciones empezaron, pero la postura de Guillermo fue de seguir en Lanús.

La dirigencia a pesar de la negativa, focalizaron en quien luego sería el técnico, quien fue Mauricio Pellegrino, tras haber sido echado de Estudiantes de La Plata. Y pensar que, en algún momento pudimos haber tenido a un técnico que se hubiese quejado permanentemente de los arbitrajes.





jueves, 12 de abril de 2018

Damián Luna


Jóvenes promesas del fútbol argentino. ¡Qué difícil es, para varios, poder cargar con ese mote! ¿Cuántos son los recuerdos que se nos vienen a le mente de pichones de cracks que luego no pudieron demostrar todo su potencial? Independiente, club que nos compete y reúne en estas páginas virtuales cargadas de memorias del olvido, fue casa de un precoz talento que no llegó a explotar como muchos creían.

Damián Luna es el nombre en cuestión. Jorge Burruchaga, técnico a cargo, levantó el pulgar para contratar al "Pibe maravilla", purrete volante ofensivo surgido de la cantera de San Lorenzo, de natalicio futbolístico en el año 2002. El enganche arribó con el pase en su poder y el "Rojo" desembolsó casi un millón de dólares para poder adquirir su ficha.

El hombre categoría 2005 vio con buenos ojos la posibilidad del desembarco en Avellaneda. El hecho de continuar en un grande de Argentina, recuperarse de una serie de lesiones en su rodilla -la principal la sufrió en el 2005 ante Boca- e intentar descollar como en sus inicios hicieron que firme contrato con la entidad presidida por Julio Comparada.

La cuestión es que no fue hasta casi un año después que debutó. El clausura 2007 pasó y el Apertura de aquel año le abrió las puertas. Fue en la primera fecha, en la victoria 5-3 ante Lanús, reemplazando a Daniel Montenegro a los 41 minutos del segundo tiempo.

El hecho es que jamás logró agarrar la confianza, la habilidad, ni el ritmo de juego que supo poseer anteriormente. Cuando el calor azotaba en el 2008 demostró su descontento, tras el paso de "Burru", Miguel Ángel Santoro y Pedro Troglio, y despotricó ante su falta de chances: "Pasa el tiempo y es peor para todos. Que no juegue no le conviene al club ni tampoco a mí. Me desvalorizo como jugador. No me dieron la oportunidad de demostrar si estaba bien, si estaba mal, si podía rendir o no. Y diez minutos, o 15, no los considero una chance para saber si ayudás a tu equipo. No sé si llegué a completar 90".

En un episodio confuso -debido a la posible presentación de un pasarporte trucho- el futbolista continuó su carrera en Universidad Católica de Chile, a préstamo, antes de que finalice su vínculo, luego de tres años. Sao Caetano de Brasil, Nueva Chicago, Los Andes,  Defensor Sporting de Uruguay, Inti Gas Deportes peruano y Kissamikos de Grecia, en la actualidad, lo cobijaron en su peregrinaje.

Con la camiseta del "Rey de Copas" disputó apenas 8 cotejos, no marcó ningún tanto y, hoy, le rendimos su merecido homenaje. 

martes, 10 de abril de 2018

Mercado de Pases: Sergio Batista (2016)


Ustedes porque son muy jóvenes (?) pero poco más de un año atrás, el puesto de entrenador del Club Atlético Independiente era una verdadera lotería, en donde la vacancia de dicha posición daba rienda suelta a un sinfín de nombres para ocupar la banca. Desde ídolos buscando revalidarse como entrenadores, hasta ajenos al mundo rojo que prometían devolvernos por el buen camino. ¡Si hasta decían que si pasabas por la puerta de la sede te pedían el CV!

Repasemos: Jorge Burruchaga, Lucas Pusineri, Sebastián Méndez, Paolo Montero, Pedro Monzón, Ariel Holan y Fernando Berón eran los sujetos que aparecían como candidatos a fines de 2016 de cara a reemplazar a Gabriel Milito. Rumbo a la Navidad, el puesto continuaba acéfalo y el futuro era una incógnita, ya que ninguno de los mencionados se aproximaba a concretar su arribo. Allì fue cuando empezó a rumorearse en la prensa de que un ex DT de la Selección estaba en nuestro radar. ¿Daniel Passarella acaso? ¿César Menotti venía a por revancha? ¿Alejandro Sabella retomaba la actividad? Nada de eso: El apuntado era Sergio Batista, de fugaz y magro paso por el combinado nacional (eliminado en cuartos de final en la Copa América 2011, celebrada en estas tierras).

El Checho había hechado raíces en Asia, en dodne había hecho sus migas en la liga de China y la Selección de Bahreín. Esta lejanía para con el fútbol doméstico generó una preocupación en el hincha que rápidamente se hizo ver en redes. ¿Estaba en condición el ex mediocampista de hacerse con la dirección técnica del club?


Finalmente, el propio SB desterró las posibilidades: "En este momento no puedo agarrar Independiente por problemas personales" y a posteriori agregó:  "Tengo mucha bronca por no haber podido ser el DT de Independiente pero no pude por no estar al 100%". El final de la historia es conocido.

domingo, 8 de abril de 2018

Agustín Eloy Rodríguez



El protagonista de esta historia es de un juvenil en el que entró en los momentos más difíciles de la historia, que no tuvo demasiadas oportunidades, algo tan común para quien tiene las máximas aspiraciones a debutar profesionalmente en Primera División.

Agustín Eloy Rodríguez nació en Corrientes. Su posición natural fue de centrodelantero durante su formación juvenil. En 2010, llegó a Independiente por primera vez. Con destacadas actuaciones en las categorías menores del Rojo, y en la división de Reserva, fue Miguel Brindisi quien le echó el ojo para las fechas finales del Torneo Final 2013. 

Su debut oficial fue frente a Belgrano, en el Mario Alberto Kempes, en un partido que tuvo una polémica por un penal no sancionado a Independiente tras un tiro libre. Del juego, ni hablar, ya que no se mostró nada en absoluto (teniendo en cuenta la presión y la merma en general del plantel en aquella época).

Siempre ingresó desde el banco de suplentes en los segundos tiempos, ejemplos como Estudiantes de La Plata y mismo San Lorenzo, donde ahí fue ese partido el que marcó el cataclismo de Independiente a la segunda categoría. Eloy también participó en la edición de la Copa Argentina, frente a Boca Unidos (empate 1-1 y el pase a la siguiente fase por penales) y frente a Arsenal (derrota 1-0 con arbitraje polémico), siempre ingresando desde el banco.

Tras el descenso y el proceso de re-estructuración, Brindisi no lo iba a tener en cuenta para el extenso periplo en el Nacional B. Tal es así que su carrera continuó en Boca Unidos de su Corrientes natal, prosiguió su trayectoria en Liga de Portoviejo en Ecuador, Deportes Concepción en Chile, y retornó al país para vestir los colores de Ferroviario de Corrientes y El Linqueño (de Lincoln) donde actualmente viste esos colores en el Torneo Argentino B.

Para finalizar, su carrera en Independiente fue de cinco partidos sin marcar goles y no poderse destacar como uno hubiese querido, tras la presión infernal que era vestir una camiseta llena de historia en un momento tan crítico, y doloroso.