El ‘geográfico’ apellido que el homenajeado de hoy porta es
propio de identificar al arco de Independiente en algunas de sus horas más
gloriosas. No en vano él eligió el mismo camino en el fútbol que su hermano
mayor: Ser arquero. No llegaría su auge vistiendo la camiseta de ‘El Rojo’, ni
mucho menos a disputar como titular una Copa del Mundo con la Selección, pero
Daniel Islas, hermano de Luís, lograría una carrera de menor a mayor en el
fútbol argentino, convirtiéndose en un símbolo del Club Atlético Tigre entre el
2007 y el 2012, llegando también a pelear un par de torneos con aquella
escuadra.
Lo que atrae a estas tierras rojizas a este portero son que
sus primeros pasos en la máxima división lo hizo defendiendo la valla de
Independiente. A pesar de que su estadía aquí fue fugaz, significó nada más y
nada menos que su debut en primera, acarreando por siempre en su currículo el
haber formado parte de un plantel profesional de nuestro querido Independiente.
Criado en las inferiores de Argentinos Juniors, sus buenas
actuaciones en dicho semillero forjarían una convocatoria a la Sub-17. En el
sitio ‘¿Te Acordás Bicho?’ podemos
leer que a esa misma temprana edad, dos años menos respecto a quien escribe
estas líneas, sería convocado a integrar el banco de suplentes en un partido
que los de La Paternal se midieron frente a Racing Club, en un cotejo
perteneciente a la Supercopa del año 1996. Mismo lugar ocuparía en un próximo
encuentro frente a Nueva Chicago, correspondiente a la primera fecha de la B
Nacional. Raúl Sanzotti y Alejandro Lanari serían, respectivamente, los metas
que tendría por delante suyo.
En 1997 el Club Atlético Independiente adquiriría su pase
para alimentar su sustento de juveniles, motivado mayormente por el antecedente
de Islas en la selección juvenil, pero no esquivando el inevitable parentesco
que su apellido entabla con la historia roja. En un breve lapso se abriría paso
en el plantel del primer equipo, ocupando en un puñado de cotejos un lugar
entre los sustitutos. Para su primer match en primera, Islas necesitó de una mano.
Y no habló de alguna ‘ayuda irregular’ para forzar su arribo al césped. Me
refiero a la palma extendida que el guardavalla titular Norberto Scoponi debió
extender fuera del área para impedir el disparo de Juan Manuel Turchi, de
Estudiantes de La Plata, en un feroz contrataque en tiempo de descuento que
ponía en riesgo el arco de Independiente. Por la fecha 12 del Clausura 1998,
‘El Pincha’ le ganaba de local al ‘Rojo’ por un tanto y el cotejo llegaba a su
fin. Scoponi vio la tarjeta roja por último recurso y el técnico César Luís
Menotti hizo ingresar a Daniel Islas para contener, desde la valla, la
inmunidad roja que asistiera al equipo para un ya agónico empate. Lejos de eso
estuvo la conclusión del partido, ya que una desprolijidad defensiva motivaría
un penal para los platenses que Leonardo Ramos cambiaría por gol. Aquel 0-2
significaría la primera aparición de Islas en un arco dentro del margen
profesional.
Las oportunidades para el debutante serían nulas. A la par
de Scoponi se incorporó Marcelo Pontiroli y a medida que un siglo llegaba a su
fin, Islas observaba, para el año 1999, que sus chances en Independiente eran
pocas. Armó su bolso y pasaría por diversos clubes del ascenso, pero su clímax
sin duda arribaría en Tigre, donde compuso el histórico equipo del ascenso en
2007 que posteriormente pelearía el Apertura de aquel mismo año y el del 2008.
Salud entonces, Daniel.
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