Ciencia Ficción: Javier Zanetti en Independiente

Cuántas veces en la vida, pero por sobre todo en este deporte, nos preguntamos qué hubiese pasado si...¿Cuántas veces soñamos con que nuestro destino pudo haber sido un tanto distinto a la realidad que palpamos? Que las vivencias que nos pegan de frente pudieron haber cabido en lo que el futuro le deparaba a otra persona. Que las frustraciones pudieron ser alegrías y viceversa. 

¿Qué pasa con el fútbol? Qué pasa cuando, envueltos en un mar de camisetas rojas que inundan la tribuna, nos agarramos la cabeza tras perder el cotejo y decimos: "Si entraba la de...". Cuando reunidos entre amigos, colegas, familia nos ponemos a recordar partidos al azar y siempre hay una jugada puntual que por algo nos llama la atención. Un poste que evitó un grito de gol, un cierre providencial que no privó de un abrazo con un extraño, un penal malogrado que no permitió un grito al unísono. ¿Qué hubiese pasado si...?

Todas estas preguntas, y seguramente más, pasarán por la cabeza de aquel hombre que dejó ir a uno de los mejores laterales derechos de la historia de la selección Argentina. Caracterizado por su conducta intachable, su buena marca, su habilidad de aparecer por sorpresa por atrás de todos, Javier Zanetti fue, en un momento, uno de los tantos purretes que empezaron a despuntar el vicio del fútbol en Villa Domínico. 

"Quedé libre de Independiente y fue un golpe muy duro porque siendo hincha, en ese entonces, fue muy difícil. Pero me abrió la puerta de Talleres (Escalada) que me dio la posibilidad de empezar de nuevo, de insistir y creer en el fútbol. Ahí debuté, conocí a mis amigos, a mi mujer…”, relató el multicampeón con el Inter de Italia sobre su niñez en el predio lindero al acceso sudeste. 

Pero hay más, sí, porque e "Pupi" jamás ocultó su sentir por esta camiseta. Sobre todo, en momentos en donde el horno no estaba para bollos: "Hoy sufro como hincha para que zafemos del descenso".

Poco más que alguna foto con una camiseta en las manos unirá a los protagonistas de esta historia. Quien mantiene su idolatría desde pequeño, manifestó que, en algún momento, las charlas con Julio Comparada -ex Presidente- existieron, pero nosotros, los hinchas, sólo podremos conformarnos con haberlo visto en la despedida de Gabriel Milito, en el "Libertadores de América".

Sergio Almirón

Se torna un poco raro escribir sobre un jugador que estuvo y no estuvo en Independiente. Alguien que supo colocarse la camiseta y trotar a la par de integrantes del plantel profesional, pero que con una fugacidad impresionante se desvaneció de la escuadra y nunca más supimos de él por estos pagos.

Un no-lugar. Eso representa el paso del atacante Sergio Almirón por Avellaneda. A comienzos del 2011, la reciente obtención de la Copa Sudamericana proponía al DT Antonio Mohamed la construcción de un equipo competitivo para afrontar los desafíos venideros. En un mercado de pases de mucha especulación y poco concretado, los nombres para fortalecer la ofensiva comenzaron a tornarse esquivos. Por eso no sorprendió que en las vísperas del repechaje a por la Libertadores frente a Deportivo Quito, aparecieran alternativas algo más austeras a los nombres del momento (como Marco Jerez y Teófilo Gutiérrez). Allí toma cuerpo el caso de Sergio Almirón.

Peinando el metro noventa, de 25 primaveras y un reciente paso por el Colegio Nacional Iquitos del Perú, hizo sus primeras armas en el 12 de Octubre de nuestro país, para rápidamente emigrar al Osorno de Chile, club que le sería puerta al mencionado CNI peruano, donde se convirtió en ídolo a fuerza de goles. De repente, se le presentaba la oportunidad de vestir la camiseta de un equipo de peso de Argentina con proyección internacional. De seguro este joven delantero habrá pedido que se lo pellizque.

El que no pidio nada (?) fue Mohamed, que tras una serie de entrenamientos y cotejos que Almiron disputó en la pretemporada independentista, decidió prescindir del homenajeado y esperar mejores nombres para su plantilla. Sin desanimarse, SA optó por Newell's escaso tiempo después. Meros recortes de diarios virtuales y alguna foto movida es lo único que le sobreviven de sus días en Independiente.

Matías Defederico

Jugador que tenía todo para ser promesa, y que más que ser protagonista en la tapa de los diarios deportivos en los últimos años fue una presencia constante en los portales en internet, de espectáculos e inclusive en diarios de esa índole.

Matías Defederico debutó profesionalmente en Huracán allá por el año 2007 durante el Nacional B. Se desempeñó como delantero, precisamente como segundo punta, corriendo por toda la banda y no siendo un "9" nato. Su aspecto y condición física hacían del atacante un intrépido y veloz futbolista.
Sin embargo, su mejor momento futbolístico creció exponencialmente de la mano de Ángel Cappa, donde congenió a jugadores como Goltz, Bolatti, Pastore, el Maestrico González y Defederico mismo un equipo que se destacó por un fútbol totalmente vistoso, de toqueteo y un lirismo puramente menottista. Vaya si formó un gran plantel, que casi se corona campeón, de no ser por un horroroso arbitraje a favor de Vélez, quien este último dio la vuelta olímpica.

El destino de Defederico, en principio, auspicioso. Transferido al mercado brasileño, Corinthians fue su nuevo destino. El populoso club de San Pablo contrató sus servicios, aunque poco pudo mostrar en el fútbol carioca, donde jugó 30 partidos y marcó dos goles.

Sin continuidad, y con un Independiente victorioso tras coronarse en la Sudamericana 2010, se interesó en el atacante, quien muy interesado en la propuesta del Rojo, confesó que era hincha del club y que se notaba muy entusiasmado con la posibilidad. Así fue nomás. El ex Huracán estampó la firma a préstamo hasta diciembre del 2011.

Su debut oficial fue al menos prometedor: gol a Deportivo Quito en el repechaje para entrar a la fase de grupos de la Copa Libertadores y triunfo 2-0 para ir cómodos a Ecuador, que luego se cristalizó en la Copa de ese año.
Con todas las esperanzas depositadas en el ex Corinthians, poco a poco empezarían a desaparecer entre el hincha de Independiente. Su nivel fue cayendo poco a poco, sendos problemas musculares, la no clasificación a octavos de final hizo que culminara un semestre con ningún objetivo cumplido. Inclusive desde la dirigencia se planteó la posibilidad de rescindirle a mediados de ese año.

Con la insistencia de Mohamed (quien poco después fue despedido) y la llegada de Ramón Díaz, este último hizo que su nivel fuera mejorando a tal punto que la renovación estaba cantada, por seis meses más.
Y ya asegurado hasta mitad de 2012, no tuvo la continuidad deseada, y por bajos rendimientos fue bajado a Reserva por expreso pedido de Ramón Díaz. Ahí se produjo un quiebre con Independiente. No sólo ocurrió que bajó con los pibes de la tercera categoría, si no que poco tiempo después sufrió la rotura de ligamentos cruzados, donde bajo el mandato de Cantero hubo sendos cruces entre el homenajeado y la dirigencia por quién se haría cargo de la cirugía. En agosto del 2012 finalizó su vínculo con Independiente.

Posteriormente volvió a Huracán, donde se coronó de la Copa Argentina. Luego, en el exterior, vistió la camiseta de Eskisehirspor de Turquía, Al Dhaid de Emiratos Árabes Unidos, Mumbai City en la India, San Marcos de Arica en Chile y finalmente la Universidad Católica de Ecuador, donde marcan sus últimos registros, también con un paso previo por Nueva Chicago.

Últimamente fue noticia por llegar a pensar la posibilidad de ir al Bailando, conducido por Marcelo Tinelli, en vez de jugar al fútbol.

Sus números finales en Independiente fueron de 29 partidos y tres goles a favor, en un paso con más pena que gloria.

Mercado de Pases: Gastón Fernández (2008)

¿Qué pasaría si tenés a uno de tus mayores verdugos dentro de tu casa? Pareciese una comparación muy extremista para llevarla al ambiente del fútbol, un tanto cinematográfica si se quiere, en donde el asesino es uno de los integrantes de que recorre casi las dos horas del film junto a sus amigos, familia, etc.

Pero es que en la materia que nos compete, sucede que, a veces, aquel artillero que se harta de hacernos goles puede pasar a nuestras filas, y pasará de ser chiflado a ovacionado, dependiendo de cómo le vaya, o viceversa. Uno de los casos a citar, por ejemplo, es el de Esteban Fuertes, nacido en Independiente, en Colón se cansó de festejarnos sus tantos, pero el caso de hoy día es al revés.

Corría el 2008 y Claudio Borghi planificaba lo que sería la segunda mitad del semestre, que tendría por delante el Apertura y Copa Sudamericana, en donde el primer rival, en esas llaves en donde primer te eliminás con entidades de tu mismo país, nos tocó estudiantes.

El "Bichi" tenía claro que, para dar pelea, había que reforzar y mucho el equipo. Darío Gandín, Emanuel Centurión, Leonel Núñez, por citar a algunos, son casos de incorporaciones que arribaron en pos de dar diversos matices al juego que pretendía el ex volante de la Selección Argentina que, aún así, sentía que le faltaba algo más.

Todos los cañones apuntaron al norte, más precisamente a México. Gastón Fernández, hombre que supo militar en el rival de toda la vida -y gritarnos algún que otro tanto- apareció en el radar y Julio Comparada, pope del "Rey de Copas" buscó darle el gusto al técnico. ¿El problema? El pincha aparecía como competidor, no sólo en materia futbolística, sino también económica.

Ante la negativa de J.C de volver a contar con los servicios de Andrés Silvera, en aquel entonces parte del plante del San Lorenzo, la "Gata" apareció en la lista y sus declaraciones fueron más que efusivas y entusiastas: "Sería algo muy lindo jugar en un club como este, algo hermoso. Mi abuelo es socio vitalicio de Independiente, tuvo un infarto por el Rojo, cada vez que me mencionan acá me llama y me vuelve loco", soltó el, hasta entonces, jugador del Tigres.

Pero, como todas las historias de estas páginas virtuales, el final siempre es trunco. El elenco de La Plata, comandado por Roberto Sensini se mostró más interesado, mantuvo contactos a larga distancia y ofreció más dinero del que estaban dispuestos a largar desde Avellaneda. Y, si bien hasta las últimas horas hubo alguna que otra chance, fue por dichos del propio atacante ex River, quien mantuvo la duda hasta el final: "Es un tema complicado. Son dos equipos importantes y que van a pelar mucho el año que viene. Es una situación incómoda pero linda".

Al final, aquel blondo y atrevido artillero, prefirió la "ciudad de las diagonales". La comitiva pincha puso 350.000 dólares arriba de la mesa por un año de préstamo y se quedó con la ficha. ¿La yapa? Además sumó a José Luis Calderón para la zona de vanguardia. Ustedes, ¿qué creen que hubiese pasado si la "Gata" se ponía la 10?

Ciencia Ficción: El fallido atentado a la ciudad de Tokio durante la Recopa 1995

La postal es de festejo. Pero el que podría haber sido nos deja sin palabras por varios segundos, al reconocer que detrás de una jornada de triunfo transitó la posibilidad de un final alternativo tan perturbador como trágico. En la tierra del sol naciente, el Club Atlético Independiente pudo haber vivido una pesadilla.

Primeros meses del año 1995. Los muchachos de Miguel Ángel Brindisi dejan suelo argentino para partir rumbo a Japón. El objetivo es hacerse con la Recopa Sudamericana frente al Vélez Sarsfield de Carlos Bianchi. Pionero en las nuevas tecnologías y reconocible por la impecable puntualidad de su gente, el Japón parecía ser un plató perfecto para un nuevo galardón independentista. Las presiones del torneo doméstico se acallaban y el panorama del Estadio Olímpico de Tokio ofrecía tanto expectativa como serenidad. Fue sobre el césped de aquel sitio que el 9 de Abril El Rojo venció por 1 a 0 a los de Liniers, obra de un tanto de José Tiburcio Serrizuela. En aquel cotejo, los de Avellaeneda formaron con Luís Islas; Juan Carlos Ramírez, Claudio Arzeno, Serrizuela, Guillermo Ríos; Diego Cagna, Raúl Cascini, Daniel Garnero, Jorge Burruchaga; Albeiro Usuriaga y Sebastián Rambert. El once que, victorioso, se adueñó de la copa y la trajo para la ciudad de Avellaneda.

Sin embargo, coexistían con la preparación y el desarrollo del partido una realidad preocupante en la capital nipona. Estamos hablando de casi 25 años atrás, en donde el internet era un lujo y la globalización aún no nos había articulado la posibilidad de saber todo de todos donde sea que estén. En Argentina apenas se escuchaban las noticias de que Tokio estaba bajo ataque de un peligroso grupo terrorista que la fuerza policial de Japón aún estaba buscando desbaratar en su totalidad. Se trataba de la temible secta Aum Shinrikyō.

Posicionándose como poseedora de una "verdad suprema" y con constante predica en torno a una nueva sociedad que surgirá tras un desgarrador final con tintes apocalípticos, su perturbador líder  Shoko Asahara se autoproclamaba como el Nuevo Cristo, colocándose en un plano divino y entremezclando su oratoria religiosa, vinculada al budismo y al cristianismo, con técnicas de lavado de cerebro, desgaste físico y aislamiento que le otorgó la posesión de un enorme grupo de seguidores cuya fidelidad hacia él se sumergía en terrenos extremistas. El motor era la profecía del fin de la existencia, solo sobreviviendo quien obedezca los deseos del extraño líder.

Con su propio ejército coptado tras una estricta labor que le tomó casi una década, Asahara orquestó un trágico atentado que tomó lugar el 20 de Marzo en 1995, en la hora pico del metro de Tokio. Discípulos suyos esparcieron gas sarín a lo largo y ancho del sitio más transitado durante la jornada laboral japonesa. El resultado fue devastador: 11 personas fallecieron y más de 1000 sufrieron daños severos, principalmente en el sistema respiratorio y en la vista.

Los investigadores iniciaron la búsqueda de respuestas, logrando capturar a los perpetradores y atando cabos para llegar a Asahara. La secta fue analizada, desarticulada y, finalmente, encarcelada, con su líder inclusive. Al allanar su propiedad, el resultado dejo boquiabiertos a las autoridades: El atentado al metro no era un hecho aislado, sino el primero de una serie de siniestros que llevarían a cabo los miembros de Aum Shinrikyō durante las siguientes semanas. Esto incluía emplear gas sarín nuevamente, esta vez para rociar con un helicóptero militar de su posesión a la ciudad de Tokio en su totalidad.

Para que cobren sentido de la ubicación, el estadio donde jugó Independiente estaba a solo diez minutos en auto del sitio del atentado. Cuando arribó El Rojo a suelo japonés, días luego a la masacre, las medidas de seguridad sumamente estrictas sorprendieron al plantel, que poco sabía del alarmante presente que atormentaba a la nación asiática. De no ser por el magistral aparato de las fuerzas de seguridad, sumado a una eficaz investigación que decapitó al perturbador grupo terrorista, la catástrofe vivida en la mencionada ciudad pudo haber sido de características aún peores a lo sucedido en la estación.

Aún con Asahara - y la totalidad de sus miembros referentes - arrestado, la secta continuó operando en el mayor de los silencios. Se escondió (aún más) en una estratégica clandestinidad y diseminó su logística en diferentes partes del mundo. Sin perder su presencia en su país natal, hay reportes de operaciones de menor calibre tanto en Europa Oriental como en la península ibérica y en los Estados Unidos.

Lo más perturbador de todo esto es que el perturbador líder sigue vivo, esperando desde su sentencia final en 2004 la ejecución de muerte en la cárcel de mayor seguridad de Tokio. En el mientras tanto, se encuentra totalmente incomunicado. Los daños que ha causado, sin embargo, aún estremecen con tan solo leerlos.

Ezequiel Vidal

Entrenar en tu pueblo natal, y de repente que un club tan inmenso como Independiente te llame para entrenar en las divisiones inferiores, sin dudas es un cambio abrupto en la vida de uno.

La llegada de este protagonista se dio a principios del año 2015, donde el Rojo decidió adquirirlo a préstamo (con opción de compra) desde Olimpo, en principio para integrar la reserva.

Ezequiel Vidal nació el 2 de agosto de 1995 en Bahía Blanca. Tras realizar las inferiores en el conjunto aurinegro, se incorporó a las prácticas de la división de Reserva en Villa Domínico. Fernando Berón, hoy en día el DT hasta ahora vio en Vidal un enganche/mediapunta unas condiciones notables. Apodado Pulga por su velocidad, dinamismo (y sobre todo su pequeña altura), empezó a hacerse un lugar en la consideración de Berón a tal punto de que fue indiscutido titular de la llamada tercera división. 

Sin embargo, y con la llegada de Mauricio Pellegrino, nuestro homenajeado a base de sus grandes actuaciones en la cantera, fue llamado para entrenar con el plantel de Primera División. A pocos meses de su llegada parecía que su carrera iba en un ascenso sorprendente.  El debut oficial en Primera División fue frente a Nueva Chicago en el Libertadores, donde terminó el marcador por 2-1 en favor de Independiente. En pocos minutos logicamente poco pudo mostrar.

Para esa época del año, Independiente se encontraba en la disputa por la Copa Sudamericana 2015, y Vidal tuvo su debut internacional frente al homónimo de Santa Fe (de Colombia) con derrota como local por 0-1 (el día del penal errado de Diego Ruso Rodríguez). En el cotejo de vuelta, en el que fue empate por 1-1, ingresó en Colombia, donde nada pudo hacer.

Pellegrino entre titularidad y suplencia lo mantuvo hasta el final del Torneo 2015. Cuando no jugaba, disputaba sus partidos en Reserva. Aquel conjunto de Fernando  Berón resultó ser subcampeón de ese año en donde mostró un gran nivel futbolístico.

En el 2016, y ya con los objetivos renovados, esta vez el ex DT de Estudiantes no lo tuvo tanto en cuenta, e Independiente ahondó su "crisis" futbolística tras no pelear absolutamente nada de nada.

Finalmente, a Vidal se le dijo que no iba a ser extendido su contrato para fines del corriente año, por lo que decidió rescindir de mutuo acuerdo a mitad de 2016. Posteriormente volvió a Olimpo, aunque fue cedido a Delfín de Ecuador, luego tuvo un paso poco destacado en Juventud Las Piedras (de Uruguay) para actualmente vestir, una vez más, los colores de Olimpo de Bahía Blanca.

Su saldo final fue de 8 partidos y ningún gol para la Pulga.

Claudio Graf

Atacante de extenso rodaje por clubes de nuestro país que formó parte de un plantel de Independiente mayormente recordado por sus promisorios nombres y su sensacional indumentaria que por sus victorias en el campo de juego. A sus tempranos 21 años, Claudio Graf arribó en 1997 a la Doble Visera tras trazar buenas migas en Liniers de su Bahía Blanca natal, un paso por Banfield, un impasse en Racing Club y una estadía en Quilmes.

Condimentando una competencia para un sitio en la delantera junto con Diego Forlán, Francisco Panchito Guerrero, Bruno Marioni y José Luís Calderón, a fuerza de buenas intervenciones y un destacable olfato goleador, Graf se hizo con un puesto en el once titular. Quizá su más recordada performance se base en el golazo que le marcó a Oscar Passet en una victoria por 3 a 1 ante San Lorenzo, en un cotejo correspondiente al Apertura 1998.

Sería injusto entonces tachar como ineficaz el paso de este trotamundos doméstico: En tres años en la institución, dejó 13 goles en 58 partidos. De tantos en momentos importantes, como carta goleadora supo demostrar su potencial en su tiempo por aquí. Es más bien por la ausencia de títulos y lo lejano que quedó su recuerdo que Graf no logró aún más en suelo rojo.


Para mediados del 2000, dejó el club para apostar a por Colón de Santa Fe. Serían un total de diez las camisetas que vestiría posterior a su paso por Avellaneda.

Javier Muñoz Mustafá

Defensor que supo hacer sus primeras armas en la máxima categoría con la casaca de Rosario Central, para luego emigrar a la península ibérica donde se mantuvo jugando en clubes de aspiraciones medianas hasta 2004, año en donde firmó por el Club Atlético Independiente. Su arribo estuvo inmerso en un contexto sumamente turbulento, causa de la inesperada y fatídica muerte del entrenador José Pastoriza. El mítico Daniel Bertoni, sustituto, sería quien delinearía las tácticas a posteriori.

Obteniendo protagonismo en una zaga defensiva que lo encontraba en competencia con nombres como David Abraham, Fernando Cáceres, Carlos Matheu y Tomás Charles, el futbolista santafesino acumularía varias presencias en un torneo Apertura donde el buen juego escaseó: El Rojo terminó 15to y su arco fue uno de los más vencidos del torneo.

El paso de los cotejos implicaría que Bertoni dejara el banco de forma fugaz, sucediéndolo sin suerte alguna Pedro Monzón, César Luís Menotti y Miguel Ángel Santoro. Para mediados del 2005, el ingreso en la era de Julio César Falcioni implicó el fin de los días de Muñoz Mustafá en la Doble Visera. Armaría las valijas para emigrar al fútbol mexicano, donde construiría una gran carrera.

¿Qué nos quedó de MM a nosotros? Unos 26 partidos, un tanto convertido -a Boca Juniors- y el hecho de ser el único jugador en la historia de Independiente en ser atacado por un cuervo durante una entrevista.

Piedra en el Zapato: Gastón Fernández

Hoy toca redactar un par de líneas de un artillero quien a lo largo de su carrera profesional ha sabido cómo bajonearnos a todos los hinchas de Independiente. Somos uno de sus rivales preferidos, ya que en doce encuentros y con diferentes equipos, llegó a anotarnos ocho goles.

Hablamos de Gastón Fernández, más conocido como La Gata, quien debutó profesionalmente en el 2002 con la casaca de River Plate. Sin embargo fue en Racing donde empezó a mostrar sus mejores apariciones. En un Clásico de Avellaneda, correspondiente al Clausura 2004 y en donde el Rojo fue local, el delantero anotó dos goles para encaminar un triunfo abultado por 3-1. Allí, empezó su eterna racha positiva contra el Diablo. En el Apertura 2004 y ya con los colores de River nuevamente, su siguiente gol fue en un partido que terminó para goleada por 3 a 0 para los de Núñez.

Tuvo que pasar casi tres años después para que Fernández volviese a anotar con nosotros, pero esta vez con los colores azulgrana, de San Lorenzo, y en un partidazo que perteneció al Clausura 2007 donde los Cuervos ganaron por 4-3. Ese torneo se coronaría campeón con Ramón Díaz al mando.

Un año después, y ya con los colores de Estudiantes, empezó a marcar la idolatría del conjunto platense. Y casualmente en un enfrentamiento internacional (Sudamericana 2008), el felino (?) convirtió en el partido de vuelta disputado en el Único donde ganó el Pincha por 2-1 (mismo resultado que la ida, el partido se definió en los penales y triunfaron los locales). Ese fue el primero de los cuatro tantos con esa camiseta. El segundo se produjo dos años después, donde Estudiantes visitó a Independiente en el Libertadores y se quedó con los 3 puntos tras un gol del homeneajeado, faltando poco para el final del encuentro. De vuelta tuvo que pasar un par de años para que en el Clausura 2012 y por la fecha 3 marque su tercer gol. Ya a esta altura éramos alquilados.
Su último gol fue en el Torneo de 2015 que se disputó de manera anual, y que terminó en empate 1-1 en el LdA.

Finalmente, y tras este desglose de información sobre sus goles, podemos afirmar que Gastón Fernández es una auténtica piedra en el zapato. Y a favor de nosotros, el anterior partido frente a Estudiantes, no estuvo presente, para la tranquilidad de todos nosotros.

Ciencia Ficción: Camiseta de los socios (2009)

En Independiente Inédito nos gusta hablar un poco de todo. También de cosas lindas, ¿por qué no? Si acá no estamos para mofarnos de nuestra historia. Simplemente traemos a colación casos raros que salpican con algo de ignoto a la rica cronología que posee nuestro amado club. 

¿A qué nos remitimos con esto? No hay mejor sensación que estar en casa. Sobre todo volver a ella. Porque todos, en algún momento, sentimos esa necesidad de volver a nuestro lugar. A nuestra cama, nuestro baño, nuestra rutina, esa zona de comfort que conocemos a la perfección aún con las luces apagadas. 

Y el "Rojo", luego de un peregrinaje que duró cuatro años, volvió a su hogar. Quizá retocado, sin contar con aquel amoblamiento que lo caracterizaba, sin el viejo codo, sin las viejas pero pintorescas populares locales y visitantes, pero con la idea fija de un estadio moderno, icono en América y con todos los chiches. 

Corría el año 2009 y el equipo de Américo Rubén Gallego se preparaba para volver a hacer las veces de local en Alsina y Bochini. Se acababan los tiempos de nomadismo, trasladándonos de cancha en cancha para ver a nuestro amado equipo. Una fiesta para todos los hinchas se avizoraba, con fuegos de artificio, cotillón y todo bien rojo, porque el "Libertadores de América" abría sus puertas de manera oficial, ante Colón, invitado de lujo. 

Para ese entonce, el arribo de la marca Puma ya era un hecho. Los alemanes pasaron a vestir al "Rey de Copas" y, como mencionamos en otros post, no tuvieron mejor idea que hacer una campaña de marketing convocando a los socios. 

¿En qué consistía? La institución convocó a todos los socios que deseen a participar que se inmortalicen con una fotografía para aparecer en la nueva camiseta, edición especial, bajo el lema de "Formá parte del equipo". Todos los jugadores, exceptuando el arquero, saldrían con retratos pequeños, uno al lado del otro, formando un gran cuadrado de color grisáceo, con 100 fotografías, un total de 1000 contabilizando a los 10 players.

¿El resultado? Las imágenes hablan por sí solas. Con los dos templates colmados por los rostros de los falangistas, la idea resultó y cada uno se llevaría su manto sagrado a su casa. 

El final del encuentro es anecdótico, pero es menester destacar que, en el regreso, el local se impuso por 3-2 ante el "Sabalero" -casualidad o causalidad que sea el rival de turno de este fin de semana- con tantos de Andrés Silvera e Ignacio Piatti. 

Los nuestros retomaron con dirección a sus pagos. Hay recuerdos todavía de aquella noche. La tribuna "Sur baja" aún era platea, la alta ocupada por los visitantes, la ex platea "Cordero" lucía opaca por la tonalidad del cemento, la "Erico" relucía como nunca, la "Norte Baja", la misma de siempre, arriba era popular, pero todos, todos felices de estar juntos de nuevo.