domingo, 30 de julio de 2017

Fernando Lorefice




Durante el Siglo XXI, sólo pocos privilegiados que salieron de las inferiores de Independiente tuvieron una carrera estelar, lease Ustari, Aguero, Abraham y paremos de contar. La mayoría de los jugadores surgidos de la cantera roja debutaron y no tuvieron una trayectoria nivel europeo, donde gran parte realizaron su carrera vagando por ligas exóticas e incluso el ascenso argentino.


Fernando Lorefice no se escapa a esto último mencionado. Nacido el 12 de mayo de 1983 en la ciudad de Quilmes, este mediocampista participó en todas las categorías de inferiores en Independiente, por Villa Domínico. Como todo futbolista, le llegó el turno de pertenecer al plantel de Primera División en el año 2004, a los 20 años, tras buenas actuaciones en la división de Reserva.
Ese mismo año, debutó oficialmente en Primera división, precisamente en el Torneo Clausura 2004, frente a Chacarita, en un encuentro que terminó igualado sin goles y no hubo mucho para destacar. Posterior a eso, fue una pieza que Pastoriza, comandante del grupo por aquel entonces, le servía muchísimo como recambio frente a su armado del once titular. Durante ese año, Lorefice culminó el Clausura como titular indiscutido y así mantuvo su regular andar por la Primera División en Avellaneda en el Torneo Apertura 2004, siendo importantísimo en el esquema del Pato.


En el 2005, la historia sería diferente para el volante central, ya que a raíz de la llegada de Julio César Falcioni no sería tenido en cuenta por el ex arquero, por lo que decidió probar suerte en el fútbol de Israel, en condición de préstamo, donde el Maccabi Haifa lo cobijó durante un año. Y vaya si le fue bien que logró consagrarse campeón en aquella extraña y por demás exótica liga. Por aquel entonces, la situación en Medio Oriente era muy tensa, y tomó la decisión de no continuar, dadas las guerras constantes en esa zona.

Regresó a Independiente a mediados de 2006, pero al no ser tenido en cuenta por Jorge Burruchaga, marchó cedido a Morelia, en México por 6 meses. Sin pena ni gloria en tierras aztecas, una vez más retornó a Avellaneda, pero con la firme intención de buscar continuidad, se fue hacia Defensa y Justicia, club que por aquel entonces militaba en la B Nacional.


En Florencio Varela logró su máximo deseo, y permaneció allí durante todo el 2007, lo que le valió que el Xanthi griego comprara el pase a Independiente. Así fue, y partió a la liga griega, con el sueño de todo jugador de jugar en Europa (?). Su saldo en Independiente fue de 30 partidos sin marcar tantos a favor.

Apenas presenció cuatro encuentros, dado la incomodidad del país y cuestiones personales, decidió regresar a Argentina y precisamente al club que le brindó los minutos que deseaba: Defensa y Justicia. Luego, tuvo un paso por el ascenso de nuestras tierras. Gimnasia de Jujuy, Atlanta, Deportivo Merlo, Los Andes, Platense y ahora Tristán Suárez, fueron los clubes que contaron con sus servicios.

Esta es la historia de otro futbolista que fue formado en la cantera de nuestro amado Independiente y que por diferentes motivos y entrenadores que no lo tuvieron en cuenta, no prosperó como tantas joyas que han salido de las inferiores rojas. Le deseamos lo mejor en la carrera a Lore (?).

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