martes, 17 de abril de 2018

Mercado de Pases: Guillermo Barros Schelotto (2015)



¿Quién iba a pensar que uno de los pintorescos personajes del fútbol argentino estuvo cerca de embarcar en Independiente? Muchachos totalmente mediáticos, pícaros, tanto en su etapa como jugadores, y ahora devenidos en Directores Técnicos. Pues claro, hablamos principalmente de uno de los mellizos Barros Schelotto. De Guillermo precisamente, hoy DT de Boca.

Hacia mayo del año 2015, Independiente se encontraba en un proceso de afianzamiento tras el paso por la segunda categoría del fútbol argentino, en su época más nefasta. De la mano de Jorge Almirón, se jugaba un fútbol agresivo, a puro toque, con un estilo diferente al conservadurismo post Nacional B. De la mano del ex DT de Godoy Cruz, Independiente realizó una campaña muy buena en su primer torneo a fines del año 2014, con 33 puntos, un cuarto puesto y sin desprenderse de piezas clave.

Al año entrante, y tras un gasto oneroso en los refuerzos que trajo la CD roja, entre ellos Toledo, Tagliafico, Graciani, Valencia, Victorino, Diego Rodríguez, Lucas Albertengo. Con un nuevo equipo a disposición, y con la novela entre la ruptura Daniel Montenegro-Almirón, el equipo tuvo un buen arranque y se desinfló. Con la derrota en el clásico de Avellaneda, renunció.

Sin alguien que comandara el primer equipo, rápidamente se barajaron opciones, pero la más firme, en cuanto a las formas similares de juego y la principal prioridad fue Guillermo Barros Schelotto, de gran presente en Lanús, con una obtención continental, la Copa Sudamericana 2013. Sin embargo el principal problema era que el mellizo estaba todavía dirigiendo allí. Aunque desde Avellaneda las esperanzas no se acababan, ya que Hugo Moyano logró convencer a Alejandro Marón, el presidente de Lanús en aquel momento, para ver las condiciones y si podían llegar a un acuerdo con los Schelotto.

Consultado en aquel momento, Guillermo disparó: "No tengo nada que decir sobre Independiente. Es lindo que un club, donde no tengo un pasado y es tan grande, se fije en mí. Pero no tengo nada que decir".  Las negociaciones empezaron, pero la postura de Guillermo fue de seguir en Lanús.

La dirigencia a pesar de la negativa, focalizaron en quien luego sería el técnico, quien fue Mauricio Pellegrino, tras haber sido echado de Estudiantes de La Plata. Y pensar que, en algún momento pudimos haber tenido a un técnico que se hubiese quejado permanentemente de los arbitrajes.





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