viernes, 8 de septiembre de 2017

Mercado de Pases: Emmanuel Adebayor (2016)


Parece, a simple vista o escucha, un caso insólito, inverosímil para las contrataciones y los futbolistas que arriban al fútbol argentino. En detrimento, aquellos defensores a ultranza de los profesionales que desenfundan sus armas domingo a domingo, dirán que aquí cobijamos y fuimos potrero de algunos de los mejores de la historia. Pero este caso es distinto, porque más allá de algún que otro apellido rutilante que fue la "novela de algún mercado de pases", no acostumbramos a situaciones como las que protagonizó este internacional, momento efímero, que duró menos que un helado en pleno verano.

La temporada abría sus puertas y Gabriel Milito se afirmaba en el sillón principal del banco de suplentes para dirigir al club de sus amores. Atrás quedó la "triple competencia" -tras la derrota ante Defensa y Justicia- quedando por delante el torneo local y la Copa Sudamericana del 2016. La victoria ante Belgrano de Córdoba dejó un sinsabor enorme en el cuerpo técnico e hinchas, producto de la dulzura de la victoria, pero condimentada con el gusto amargo de la lesión de Leandro Fernández, hombre en el que se depositó la confianza y ánimos para ser figura, por lo que había demostrado.

La rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha, "abrió" la posibilidad de buscar un refuerzo más que ocupe el lugar que dejaba, provisoriamente, vacante el ex artillero de Godoy Cruz. Entre nombre y nombre, sin desesperarse por la vorágine y los tiempos apremiantes de nuestra competición, la CD, con Hugo Moyano a la cabeza, hurgaban entre una posible lista que cumpla con los requisitos mínimos que barajaba el delantero y que sacien las necesidades del entrenador.

En toda esta danza impuesta apareció él. Togolés, temerario de las áreas, un basto repertorio de clubes adornaban un currículum que haría ilusionar a cualquiera. Repasando rápidamente, Arsenal, Tottenham y Manchester City de Inglaterra, Real Madrid de España, Mónaco y Metz, franceses, entre otros, son los principales centros turísticos futboleros que sustentan una verdadera carrera de éxitos.

Incrédulos, obnubilados, desorientados, desconcertados (la lista podría seguir) aquellos que informan sobre el día a día de Independiente informaban la noticia que retumbaría en todo el mundo rojo. Emmanuel Adebayor era ofrecido a nuestra institución, ya que uno de sus representantes logró charlar con Pablo Moyano para acercarle la posibilidad y esbozarle los ánimos del punta de viajar a la Argentina.

El hombre que quedó libre del Crystal Palace, y de 32 abriles en ese momento, tenía intenciones de jugar acá. Le cerraban los números y hasta podría resultar un eslabón más de oro en su carrera, a jugar en una liga distinta al resto y teniendo la posibilidad de triunfar en una escuadra que escaseaba en títulos.

Pero algo pasó. Como acostumbran en los últimos períodos de transacciones, algún impedimento hay y, por algo, las cosas no se dan. Raudamente P.M le bajó el pulgar, no por una cuestión futbolística, sino por cupos. Las cuatro plazas para extranjeros estaban ocupadas por un cuarteto de uruguayos: Martín Campaña, Diego Vera, Diego Rodríguez Berrini y Cristian Rodríguez. El último, paradójicamente, llegó por la amabilidad de José Valencia de tomar sus pertenencias y ceder el lugar, amistosamente (?), cosa que, en ese caso, no sucedió.

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