viernes, 15 de septiembre de 2017

Gastón Machín

Difícil de encuadrar la historia que nos convoca en una nueva página de este blog, inmerso en los suburbios de la historia independentista. Quizá por los vagos recuerdos de un joven servidor, acostumbrado a divisar su rubia melena moviéndose al compás del viento cuando escalaba en la posición de ocho, me resulta complejo hacer un análisis exhaustivo de un volante surgido del "Semillero del Mundo" pero que, al menos con la Roja, no logró germinar.

El calor de diciembre azotaba en el Buenos Aires cuando Julio César Falcioni, técnico por aquel entonces, se encerraba con sus colaboradores para planificar lo que vendría a nivel futbolístico. Con algún que otro cigarro de más, imagen a la que nos tiene acostumbrada el emperador, pensaba con el ceño fruncido en su rostro cuáles eran los componentes que le faltaban a su once ideal para el Clausura modelo '06 venidero. Un volante por derecha, se ve, era una de las piezas que debían componer el rompecabezas estratego todavía inconcluso. Ahí, surgió su nombre.

Gastón Machín, hombre de natalicio en Del Viso, en el año 1983, era el apuntado en carpeta para reforzar la zona medular, ya sea recostado por la derecha o en las cercanías del círculo central. El petitorio llegó de la mano de J.C a las oficinas de Avenida Mitre 470, en donde Julio Comparada -mandamás en aquel entonces- se dispuso a cumplir uno de los pedidos del entrenador.

Y mirá si cumplió. En una fecha especial, emotiva, festiva, Compi le dejó un regalito debajo del árbol al Emperador y, para las navidades, acompañó el paquete con una notita que dejaba en claro que "Papá Julio" cumplió con la promesa del primer refuerzo, a cambio de un millón de dólares que desembolsó en favor de Argentinos Juniors.

El 27 de enero, la pelota volvió a rodar, dio inicio al Clausura ya mencionado, y el fútbol profesional volvió a ser el epicentro de la pantalla los fines de semana. El domingo 29, Independiente haría su debut, en condición de local, ante Lanús, con la siguiente alineación: Ustari; Méndez, Abraham, Cáceres y Lorgio Álvarez; Machín, Biglia, Herrón, Armenteros; Agüero y Bustos Montoya. Un dato particular hay en esta oncena, ¿pudieron darse cuenta? Eran épocas en donde comprar volantes centrales made in A.A.A.J estaba de moda en el Rojo: Biglia, Herrón y Machín, canteranos Bichitos, llegaron con un año de diferencia a ponerse la divisa punzó.

El andar del blondo mediocampista fue irregular. Alternando buenas y malas, un par de tantos en su espalda, no terminó de convencer y apareció como moneda de cambio. ¿Cuándo? El "Pisculichi gate" -tema que ya abordamos en estas ciberpáginas- casi lo tiene como el nombre asignado para marchar a Mallorca, para que el enganche llegue a Avellaneda. Transacción que, al final, se vio trunca.

El primer éxodo se dio al mercado local. En 2008, Newell's lo cobijaría de manera provisoria, cedido a préstamo, pero todavía con los de Alsina y Bochini como propietarios de su pase. Con la asunción de Américo Gallego en la conducción técnica, los días del "Falso Surfista" (apodo wikipediano) llegaron a su fin en 2009.

Huracán, Patronato, Instituto y una vuelta al club que lo vio nacer, con ascenso incluido, son los últimos rastros del futbolista que aún se mantiene vigente y de regreso a la elite local. Los números de "Machimbre" (otra genial seudónimo) con la casaca del "Rey de Copas" dejan un saldo de 72 cotejos y 3 goles en su haber. 


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