miércoles, 6 de septiembre de 2017

Ciencia Ficción: Ricardo Albisbeascoechea, el jugador impronunciable



En algún rincón de comienzos de los 80' está el recuerdo de Ricardo Albisbeascoechea, habilidoso volante marplatense que supo generar estupor, dificultad y confusión a quien se atrevía a invocarlo. ¿Hacía magia con la pelota? Quizá, ¡pero lo jugoso aquí es lo difícil de pronunciar que es su apellido! El sujeto del nombre imposible inició su trayectoria en el Kimberley y el San Lorenzo de su MDQ natal para luego dar rienda suelta a su carrera en equipos de mayor peso futbolístico.

Su siguiente parada fue Avellaneda. ¿Para firmar con El Rojo? Negativo, todo lo contrario: Acordó su incorporación a Racing Club y así se mantuvo durante un lapso fugaz en que formó parte de la escuadra vecina. En 1981, efectivamente, cruzaría de vereda para jugar en Independiente, donde sus compañeros fueron, entre otros, Jorge Olguín, Hugo Villaverde, Jorge Fossati y Ricardo Bochini. Solo acumularía once presentaciones con la casaca roja, lo suficiente para aparecer en los antiguos álbunes de figuritas, en donde los apabullados diseñadores imploraban a los lores de la gráfica el no pifiarle con ninguna letra de su complejo apellido.



El Vasquito emigró tras su experiencia roja a la península ibérica: España sería su tierra por adopción durante las siguientes dos décadas, en donde vistió las prendas del Málaga, el Logroñés, el Real Valladolid y el Deportivo La Coruña, hasta su retiro en 1993. En un gesto de piedad para con periodistas, relatores y seguidores que deseaban corear a por él, durante sus tiempos como jugador en Europa modificó de forma casera su identidad, para dejar únicamente Ricardo Albis como forma de identificarlo. Más tiernis (?).


Foto del blog de Marcelo Mármol De Moura 

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