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El sábado 31 de Mayo de 2008 proponía un escenario sumamente candente de cara a una nueva edición del clásico de Avellaneda. De un lado, el Club Atlético Independiente buscaba los tres puntos para arrimarse a la clasificación para la Copa Sudamericana. Corrían las primeras jornadas de Claudio Borghi como DT del equipo y cierta ansiedad se masticaba en la tribuna debido al fanatismo del entrenador para con la Academia. Suspicacias o no, en los hombres que el técnico confío para hacer frente a sus rivales por la fecha 17 del Clausura fueron Fabián Assmann; Ricardo Moreira, Carlos Matheu, Guillermo Rodríguez, Lucas Mareque; Gastón Machín, Lucas Pusineri, Damián Ledesma, Hernán Fredes; Ismael Sosa y Germán Denis. Netamente la base que había dejado Pedro Troglio aderezada (?) con un mediocampo más potenciado en la ofensiva, apostando a Daniel Montenegro como carta de ingreso desde el banco de suplentes.
Racing Club, por otro lado, llegaba con la obligación de sumar para holgar su promedio en tiempos donde la promoción lo acechaba de forma feroz. ¿Algún ex Independiente en sus filas? Pero claro (?). Bernardo Leyenda era el meta suplente con el cual contaba el DT Juan Manuel Llop. El propio Leyenda
Había una sola cuestión particular respecto a aquella edición del derby de Avellaneda. Y es que no sería disputado en Avellaneda, sino en el José Amalfitani, casa del Club Atlético Vélez Sarsfield. ¿Cómo es eso? El asunto es que en aquellos tiempos de construcción del Libertadores de América, Independiente era huésped en El Cilindro. Curiosa paradoja sería, justamente, la de recibir al rival... en su propia cancha. Para evitar fisuras en la mátrix (?), el Coprosede primero se inclinó por el Estadio Ciudad de La Plata, pero luego, por motivos de logística y seguridad, seleccionó el estadio de El Fortín como sede del cotejo.
¿Y el partido? Un aburrido 0 a 0, en donde El Rojo fue superador en el primer tiempo, pero padeció en el complemento. El empate fue el resultado justo de un flojo match cuyo único dato para el recuerdo sería la extraña localía en suelo de Liniers. ¿Cómo terminó todo para los involucrados? Independiente entró agónicamente a la Sudamericana semanas más tarde, Racing se salvó de descender disputando la promoción con Belgrano de Córdoba y la cancha de Vélez, escasos meses después, fue testigo de un inolvidable recital de Luís Miguel. Le dejamos un cachito del mismo para que lo disfruten.
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