domingo, 11 de junio de 2017

Nicolás Martínez



El post del día de hoy es para aquellos memoriosos hinchas de Independiente que en la era contemporánea hemos visto campeón al club en dos ocasiones (Apertura 2002 y la Copa Sudamericana 2010), donde se hablará de un partícipe que en el hincha dejó más sensaciones positivas que negativas, y donde jugó poco menos de lo que pudo haberlo hecho dadas sus condiciones. Les presentamos a Nicolás Martínez, el hermano de Juan Manuel, alias Burrito.

El futbolista nacido en Viedma el 25 de septiembre de 1987 realizó las divisiones inferiores en Vélez Sarsfield como su brother, pero en el año 2008 el conjunto de Liniers decidió dejarlo en libertad de acción. Poseedor de características como gambeta en velocidad y ocupar puestos de segunda punta y volante por izquierda - y con el pase libre- hizo su debut máximo en Almirante Brown ese mismo año y permaneció allí hasta finalizar la temporada, a mediados de junio del 2009.

Transcurría el año 2009, donde Américo Gallego realizaba una exhaustiva depuración del plantel profesional y al por entonces presidente Julio Comparada le pidió refuerzos que le den un salto de calidad al equipo. Así llegaron Andrés Silvera, Luciano Vella, Walter Acevedo, Walter Busse, y dos apuestas más que jerarquía: Martín Gómez y Nicolás Martínez. La pregunta que todo hincha se hacía, ¿quién es y por qué él? Lo cierto es que poseía muy buenas referencias claro, por parte de su hermano. Aunque el hincha recién lo vería con la Roja al entrante año 2010, ya que en principio logró foguearse en la división de Reserva.

Con la llegada de Daniel Garnero a Independiente, Martínez pasó a ser tenido más en cuenta. En una entrevista realizada en plena pretemporada a mitad del 2010 declaró: “Pasé de quedar afuera a estar entre los 22, aparte él me aconseja mucho, me habla mucho, cuando estoy entre los titulares quiere que la agarre más seguido, que las pelotas pasen por mí, que la distribuya, que la pida bastante”. Su debut absoluto en Primera División fue contra Argentinos Juniors en el Libertadores de América, reemplazando a Gabriel Vallés. Bastaron 15 minutos para que al hincha le quede en la retina sus prometedoras intervenciones en un partido que igualó en uno. Martínez siempre alternaba suplencia y reserva, aunque ya con mayor presencia en el primer equipo en lo que era su proyección hasta entonces.

Su momento de gloria fue en un partido de Copa Sudamericana, frente a Defensor Sporting en Avellaneda. Garnero ya no continuaba como técnico de la institución, y en su reemplazo asumió Antonio Mohamed. El Turco venció a Racing en su debut como DT con gol del defensa Báez y llegó a este partido copero tras perder contra All Boys por 3 a 1 en condición de visitante.

Para el partido contra los uruguayos, tras haber perdido 1-0 en la ida en el Estadio Centenario con gol en contra de Leandro Gracián, Mohamed alineó a: Hilario Navarro; Julián Velázquez, Eduardo Tuzzio y Leonel Galeano; Nicolás Cabrera, Fernando Godoy, Hernán Fredes y Lucas Mareque; Patricio Rodríguez; Facundo Parra y Andrés Silvera.

Tras un arranque desolador con el gol tempranero de Rodrigo Mora, Independiente a puro empuje (y fútbol también) tuvo diez minutos demoledores donde marcó tres tantos (Silvera, Fredes y Cabrera). En el complemento un tal Diego Torito Rodríguez puso con un zapatazo de afuera del área las cosas 3-2, y con ese parcial resultado clasificaba La Viola. En ese entonces, Mohamed mandó a la cancha a Martínez en lugar de Patricio Rodríguez (de gran partido) para tratar de patear el resultado. Y vaya si lo logró: Tras una jugada magistral de Tincho Gómez, y posterior centro preciso a la cabeza de nuestro protagonista, logró el cuarto y necesario gol para clasificar a los cuartos de final de esa edición de la Sudamericana. En ese torneo, ingresó también en el primer partido de semifinal frente a Liga en Ecuador, donde el Rojo perdió por 3-2.

Aunque sin dudas el mejor momento de un futbolista es cuando se corona campeón, y más si está presente en el partido decisivo. Mohamed decidió incluir a Nico en el XI inicial campeón, luego de más de 15 años: Hilario Navarro; Eduardo Tuzzio, Carlos Matheu, Julián Velázquez y Lucas Mareque; Nicolás Cabrera, Roberto Battión, Hernán Fredes, Nicolás Martínez y Patricio Rodríguez; Facundo Parra. La historia es conocida: Independiente venció 3-1 a Goiás -tras el 0-2 en Brasil- y todo se decidió en la tanda de penales con el resultado más feliz para todos los hinchas diablos. Martínez presenció 65 minutos en cancha y fue reemplazado por el hijo del viento (?) Gómez habiendo cumplido una correcta labor en la gran final.

Pero el protagonista de esta historia en el año entrante quedó sorpresivamente relegado ya que no estuvo en demasiada consideración por Mohamed, llegado al punto de que a mitad del 2011 emigró por un año a préstamo a Santiago Wanderers de Chile. Tras haber vuelto de la cesión, rescindió su contrato con el Rojo y se dirigió a jugar a Europa, precisamente al Murcia español, una vuelta sin pena ni gloria por San Martín de San Juan, Panetolikos y Olympiacos en Grecia, Anothorsis Famagusta en Chipre y ahora en la exótica liga de Australia donde actualmente viste los colores del Western Sydney Wanderers.

Su saldo en Independiente fue de 16 partidos (entre torneo local y Sudamericana) y dos goles, con un título en su palmares. Su paso fue bastante corto y tal vez sin las oportunidades necesarias, ya que cuando jugó, la mayoría de las veces logró hacerlo de forma correcta. Le deseamos lo mejor a este Burrito suelto en Australia.

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