jueves, 11 de mayo de 2017

Independiente 4 – Racing 0 (2005)


La última docena de años trajo consigo varias curiosidades si de Clásicos de Avellaneda hablamos. Caramelos, tribunas quemadas, localías impropias, abandonos y armas, son algunos de los asteriscos que atañen a este duelo y que varían la ecuación de noventa minutos, 22 futbolistas, cuatro jueces y un score a definir por los protagonistas.

El derby de aquel Apertura 2005, en la siempre entrañable Doble Visera, no será uno más. Al menos no para los Rojos, que deliraron con las tres anotaciones de Nicolás Frutos y una joyita de Sergio Agüero que descaderó a Diego Crosa, y gozaron de un cuatro a cero a favor que quedará en la historia. Aquella mañana del domingo 11 de septiembre, que hizo madrugar a varios para ver una nueva goleada que abultó el historial a favor, quedará grabada a fuego en la retina de todos los falangistas que concurrieron.

Sin embargo, luego de la victoria obtenida, decretada tras el pitazo final de Sergio Pezzota, habrá imponderables que ustedes –como nosotros- no tendrán en cuenta. En Independiente Inédito nos preguntamos ¿Qué fue de la vida futbolística de aquellos hombres, luego de la gesta?, por lo que hurgamos en los lugares más recónditos de la internet para poder compartirlo con el público lector, esperando el mismo dejo de asombro, con cejas levantadas, una sonrisa en la boca y un probable “¡Miráaa, ¿Te acordás de…?”, tal como vivenciamos desde este lado comunicacional.

Aquel día, por disposición del Emperador Julio Cesar Falcioni, Bernardo Leyenda –ficha puesta en nuestro blog- salía al campo de juego a hacer la entrada en calor y se acercaba a los arcos para defenderlos, en el génesis de cada tiempo. Aquel golero de pelo blondo, que llegó en el 2005, proveniente de Banfield, decidió colgar los guantes en el año 2014, luego de pasos por equipos como River Plate; el rival de toda la vida en el 2008; San Martín de Tucumán; Defensa y Justicia; un breve lapso por el altiplano boliviano en el Real Potosí, y All Boys, con la entidad de floresta como última escuadra, antes de decir basta en el ambiente futbolero.

Si hablamos de la parte defensiva, tenemos que decir que el lateral derecho lo ocupó Martín Pautasso, de arribo a Avellaneda en la temporada ’05 y que, luego de entrar en la galería de los derbys, pasó por el AEK de Grecia y Olimpia en Paraguay, como travesías en el exterior, antes de regresar al país para sumarse a Belgrano, Atlético Tucumán, Huracán y nuestro homónimo mendocino, en donde se retiró en 2014. Marcelo Méndez, con relato en nuestras páginas, junto a Fernando Cáceres conformaron la dupla central. La historia del campeón de la Copa América con la Selección es más conocida. En 2006 recaló en Argentinos Juniors para poner un punto a su carrera y llegar a entrenador de la reserva del Rojo en 2009. Finalmente, el tres fue Eduardo Domínguez de posterioridad por el DIM de Colombia; Los Ángeles Galaxy yankees; All Boys; Altético Rafaela y cuatro etapas en el Globo, en donde se puso el buzo de DT y lo llevó a la final de la Copa Sudamericana. Hoy, da órdenes detrás de la línea de cal en Colón de Santa Fe, animador del campeonato en el 2017.

Pasamos a la mitad de la cancha y nos encontramos con Lucas Pusineri por el andarivel derecho. Pusi se sumó a las filas de River en 2006, retornó a Alsina y Bochini del 2007 al 2010 y cayó en Platense para el adiós. En estos momentos, diagrama su cuerpo técnico para comenzar a ejercer y llegó a postularse para el cargo en el Rojo en donde, desafortunadamente, todavía no tuvo su chance. En la zona medular, Mariano Herrón –homenajeado por su gol de penal ante que Mascherano lo pusiese de moda (?)- y Esteban Buján buscarían darle equilibrio al equipo en el círculo central. Herrón, luego de cuatro temporadas con los propios, recaló en Deportivo Cali, volvió un año y despuntó sus últimos toques con el balón en Aldosivi, hasta que en 2012 fue designado para trabajar como deté en la tercera. Por su parte, Buján, viajo a Mendoza para jugar en Godoy Cruz; pegó la vuelta al conurbano sumándose al Taladro; mantuvo una corta vivencia internacional en el Albacete español y Pass Giannina griego, para cortar su trayectoria en Ferro, adversario de Vélez, casa que lo hizo debutar. Por último, en la parte siniestra, estuvo recostado Lucas Biglia, de reconocida trayectoria, que se trasladó al Anderlecht, donde conquistó cinco ligas locales, tres Supercopas, una Copa belga, hace cuatro temporadas es la manija de la Lazio, con capitanía incluida, y llegó a ser sub-campeón del mundo con la albiceleste en 2014, además de lograr dos segundos puestos en las Copas América 2015 y 2016.

El ataque estuvo a cargo de Sergio Agüero, chiquilín atrevido en esa época, y Nicolás Frutos. Del Kun no hay mucho por agregar. Tras una millonaria transferencia de 28. 28.750.000 dólares, se sumó a los entrenamientos en Atlético de Madrid, donde atrapó una Europa League y la Supercopa europea, para luego asentarse en Manchester y vestir los colores del City. Con el elenco capitalino ganó dos Premier League, misma cantidad de Copas de la Liga y una Community Shield, convirtiéndose en el segundo máximo artillero citizen, a solo diez tantos de Eric Brook, además de correr con la misma suerte que Biglia en el seleccionado. Frutos, en lo que a él respecta, también dijo presente en el Anderlecht, donde fue compañero de Biglia. Allí, consumó el mote de ídolo, al hacerse de tres ligas locales, misma cantidad de Supercopas y una Copa local, donde convirtió 59 tantos, en 96 cotejos.

Además, J.C, movió en tres ocasiones el banco de sustitutos. Emiliano Armenteros fue el primero en ingresar, y a quien recordaremos en primer instancia. Post C.A.I, fue a parar a España, donde Sevilla, Xerez Rayo Vallecano y Osasuna lo recibieron, antes de recalar en el Chiapas mexicano. Posteriormente, Eduardo Bustos Montoya sustituyó a Agüero en campo. El Tati probó suerte en Quilmes, Levadiakos de Grecia, Temperley y Central Córdoba, último destino del tren del profesionalismo. Frutos, envuelto en una horda de aplausos por su hat-trick mañanero, cedió su lugar a Martín Fabro, en el ocaso del encuentro. El hombre proveniente de la cantera de Domínico, es uno de los que aún se mantiene vigente, y a quien podemos destacar por su ascenso a la B Nacional con Brown de Adrogúe –y que nos vacunó por duplicado en el LdA- y por llegar a la elite argenta con Unión de Santa Fe. Boca Unidos de Corrientes lo cobijó en 2015 y todavía lo sostiene, inmerso en el calor sofocante del norte del país.


“Aquí están, estos son…” y los rememoramos para que estén siempre en la imborrable memoria de los seguidores y la red (?). Una especie de volver a vivir para los autores materiales de aquella apabullante victoria y que, ¿por qué no? Puede simbolizar uno de los clásicos más importantes de los últimos tiempos. 

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