Sujeto que tuvo la agridulce sensación de vivir uno de los
mejores momentos de su vida en un contexto en donde el desánimo y la tristeza
pintaban el escenario en su totalidad.
Nacido y criado en Viedma, Rio Negro, este jovencito tenía 19 años
cuando el técnico Miguel Ángel Brindisi, en mayo de 2013, posó sus ojos sobre
él para catapultarlo al primer equipo. Quien les escribe estima que la fecha
debe haber sido percibida con un nudo en la garganta por parte de usted,
lector: Eran semanas previas a la caída en la segunda división. Las tácticas y
la planificación eran un mito. Independiente estaba con respirador artificial y
la preocupación devoraba cualquier atisbo de racionalidad.
Raúl Millañanco, en aquel entonces, supo cultivar una
interesante performance en reserva a lo largo del primer semestre del 2013. Bajo
las órdenes de Ariel Wiktor, compartió césped con Sergio Ojeda, Gonzalo
Contrera, Franco Bellocq y Saúl Nelle. Como vemos, nombres que oscilarían entre
repuestos de la etapa en la B Nacional e individuos caídos en el total ostracismo.
Previo a repasar la suerte posterior de nuestro homenajeado del día de hoy, nos
focalizamos en sus actuaciones durante aquella etapa: Alcanzó su propio clímax rompiéndola
en un 4 a 0 ante San Martín de San Juan, marcando un doblete y demostrando que
su juego estaba para la máxima categoría. Llevaba 5 goles en 5 partidos, y eso
lo motivaba a declarar con optimismo en sus primeras notas a la prensa: “Soy de hacer muchos goles”, disparó. “Soy 9 de área y me la banco”. El eco de
sus declaraciones venía con el enorme envión de la convocatoria por parte de
Brindisi para el equipo titular que enfrentaría a Boca Unidos por dieciseisavos
de final de la Copa Argentina.
Con la primera escuadra enfocada en el complicado presente
que se vivía en el campeonato, MAB envió a Corrientes a un mix de titulares,
suplentes y juveniles. Esta última nómina era integrada por Millañanco, único
delantero de peso en un equipo también integrado por Hilario Navarro; Gonzalo
Contrera, Sergio Ojeda, Eduardo Tuzzio y Lucas Villalba; Fabián Monserrat,
Víctor Zapata, Juan Manuel Trejo y Leonel Miranda y Lucas Villafáñez. Tras
empatar en uno en cotejo, la historia se definió 4 a 2 a favor de los de
Avellaneda en tanda de penales. El protagonista de este post cumplió con una
actuación discreta.
Integrante de la nefasta maldición de los delanteros
juveniles, corrió el mismo itinerario que Leonel Buter o Alexis Blanco:
Aparecer con intermitencias en el primer equipo para luego desaparecer
abruptamente del Libertadores de América, sin chance alguna de segundas
oportunidades o nuevas convocatorias. El capítulo final de Millañanco en El Rojo se escribe en un partido
prácticamente ahogado en nuestra memoria. Ya descendido, Independiente visitó a
Colón de Santa Fe en un partido correspondiente a la última fecha del Torneo
Final 2013. Él fue el último cambio que haría aquella maldita escuadra, cuando
a diez minutos de la conclusión entró por Francisco Pizzini, convirtiéndolo en
un testigo envuelto en la casaca de un titán adormecido que veía como su debut
en la máxima división se empañaba por la caída en desgracia de su conjunto.
Quien les escribe haría un chiste jocoso respecto a que las primeras veces
siempre son desastrosas, pero no estoy de ánimo: A todos los hinchas de El
Diablo nos arrastra hacia lo más profundo de nuestra tristeza el recordar
aquellos tristes días de Junio.
El reacomodamiento de la plantilla posterior al descenso
implicó una gran ida de players a préstamo a equipos de menor envergadura. Le
pasó a Buter, a Walter Busse, a Adrián Fernández y al propio Millañanco, quien
emigró al sur de nuestro país para vestir la camiseta del Club Jorge Newbery de
Comodoro Rivadavía. Alejado, entonces, de los primeros planos, seguir su paso
una vez concluido su tiempo en Independiente es tarea difícil. Y aún con el
internet de nuestro lado, debemos conformarnos apenas con migajas de su
historia a la hora de reconstruir su carrera: En 2015 pasó por Deportivo
Patagones en el Torneo Federal B y desde 2017 la red delata que se encuentra
componiendo la ofensiva del Potros de Barinas, team perteneciente a la segunda
división venezolana.
Lejos, muy lejos, de los pagos de la Avellaneda que alguna
vez soñó que lo vea como protagonista.
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