viernes, 15 de diciembre de 2017

Claudio Aquino



El torneo post descenso significó un punto de partida nuevo en el hincha de Independiente. Técnico nuevo, aunque desconocido como fue Jorge Almirón, promulgó un fútbol distinto al reflejado por Omar de Felippe en la segunda categoría, a puro toque y vértigo. Su campaña en el Torneo Transición 2014 fue muy buena, casi con los mismos valores que obtuvieron el ascenso 6 meses atrás, con 33 puntos, y una clasificación a la Copa Sudamericana 2015.


Claro está que con este envión que obtuvo Almirón, su injerencia en la llegada de refuerzos se hizo notar como Mauricio Victorino, Nicolás Tagliafico, Gustavo Toledo, Gabriel Graciani, José Valencia, Torito Rodríguez, Lucas Albertengo, Emiliano Papa y el protagonista de nuestra historia, Claudio Aquino.


Nacido el 24 de julio de 1991 en Adrogué, el mediocampista hizo sus primeros pasos en Ferro, allá por el año 2009, y permaneció tres años. Luego partió a Defensa y Justicia aunque sin tanta trascendencia. Posterior a esto, Godoy Cruz lo acobijó en Mendoza.  Sin embargo y pese a algunas conductas fuera de la cancha inapropiadas, Jorge Almirón confió en él y ya lo conocía tras su paso por el Halcón cuando coincidieron ambos.



Por lo pronto, llegó como el reemplazante natural de Daniel Montenegro, quien este último dejaría de ser considerado por el entonces entrenador Almirón (lo que le valió que la gente se ponga en contra, más de las que ya tenía). Y si de críticas hablamos, la principal hacia Aquino fue la de su estado físico, que a priori, parecía excedido de peso, carga que conllevó en su estadía.



Nunca terminó de asentarse, y tanto con Almirón y luego Mauricio Pellegrino alternaba titularidad y suplencias, aunque más las últimas durante el año 2015. Para el 2016, Aquino logró mejorar su forma física, de hecho se hizo notar en un partido de verano frente a River, el cual el Rojo venció por 3-2 al Millonario con dos goles de nuestro homenajeado. Esa noche fue figura del partido gracias a su pegada y rapidez para jugar, quizá sus mejores atributos (estando en óptimas condiciones físicas).



A pesar de su ilusionante comienzo de año, su nivel decayó y se mimetizó con el del equipo mostrado en general. Con Mauricio Pellegrino no se logró entrar a la Copa Libertadores, y pese a algunos buenos partidos en el primer semestre de 2016, Aquino finalizó su estadía en Independiente. Primero fue cedido a préstamo a Fluminense, retornó en 2017, pero para rescindir su contrato.

Continuó en Belgrano de Córdoba y actualmente se desempeña en Unión de Santa Fe. Sus números finales en Independiente fueron de 29 partidos y sin goles oficiales a favor, un sinfín de insultos recibidos y nada más que eso.

Autor: Luca Franzi

1 comentario:

  1. Teby, conozco tus publicaciones de EUB. A partir de ahí conocí este blog. Soy también hincha fanático de Independiente, y tengo la misma edad que vos. Considero que la idea es muy buena: yo también recuerdo la falopa de Campi y Duca y todos los hechos insólitos y los pocos gloriosos que vimos, por lo menos hasta este año.
    Creo que le hace falta promoción, porque veo que le están metiendo mucho a la redacción e investigación (me recorrí todos los artículos). Podrían aprovechar la fuerza de las redes, hinchas del rojo sobran.
    Como crítica constructiva sugiero que estaría muy bien tener un buscador. Y respecto de la redacción, siento que el estilo que le dan es muy cuadrado, y que podrían darle un toque más literario. Por ahí es sólo gusto mío.
    Respecto del gordo Aquino, mostró algunos destellos pero nunca convencía, una constante en el equipo de Pellegrino. Recuerdo un cambio de frente de tres dedos que intentó: por el gesto técnico parecía Davids, por supuesto que esa pelota no se levantó más de medio metro y fue interceptada.
    Siganle metiendo. Abrazo

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