viernes, 22 de junio de 2018

Martín Morello



Las pasadas camadas de futbolistas que llegaron provenientes de la cantera de Independiente resultaron no ser de tan alto nivel para potenciar al primer equipo que, en mayor o menor medida, no distaba de las performances en la división de elite de nuestro fútbol.

Quizá, hoy, podemos volver a hablar de un proyecto serio en las formativas, con nombres propios que se asientan entre los grandes como Martín Benítez, Fabricio Bustos, Alan Franco -en menor medida porque llegó de San Telmo- Ezequiel Barco, y precoces talentos como Gastón Togni o Ezequiel Denis, que deben adaptarse a tal exigencias.

Pero de un tiempo para atrás no fue así. La gran mayoría de los pibes, lastimosamente, quedaban en el ostracismo del olvido colectivo del hincha, sin triunfar en nuestro club, y arrancando un gran peregrinaje que los mantuvo lejos de "Alsina y Bochini".

Martín Morello ingresa dentro de este lote. Categoría 83, y con natalicio en San Pedro, llegó al predio de Villa Domínico, lindero al acceso sudeste, para materializar su sueño de convertirse en futbolista.

Tuvo su debut oficial de la mano del siempre recordado José Omar Pastoriza, en el cierre del "Clausura 2004", con derrota ante Atlético Rafaela, por dos a uno. Ese sería el punto de partida, pero pocos eslabones más quedarían en su historia vistiendo nuestra casaca.

¿Por qué generalizamos y hablamos de "camada" cuando sólo nos referimos a un futbolista? Bueno, en el verano del 2005, craneando la estrategia para lo que venía, un amistoso en Salta, ante Boca, fue la excusa perfecta para dar suelta a nuestro piberío, conducidos por Norberto Outes y Osvaldo Ingrao

En la derrota por dos a cero, el equipo titular formó con: Carlos F. Navarro Montoya, Leandro Pereyra, Leonardo Mussin, Rubén Salina, Mariano Viola; Martín Morello, Fernando Lorefice, Martín Fabbro; Hernán Losada; Esteban Rivas e Ismael Sosa. 

¿Les tiramos los suplentes? Daniel Mielnicchuck, Emiliano Romero, Roberto Carboni, Maximiliano Vallejo, Lucas Cariati, Lucas Ojeda y un tal Sergio Agüero, que algo de esto sabe. 

La cuestión es que poco más jugó Morello con nuestro manto sagarado. Entendemos, el partido más importante que presenció fue el del centenario, ante River, con empate 0-0, ingresando en el segundo tiempo y siendo parte de una fiesta inolvidable ante más de 35.000 personas, en la "Doble Visera".

A partir de allí, Ponferradina de España, Unión Magdalena de Colombia, Flandria, Platense de Honduras, Defensores Unidos de su ciudad natal, Ramonense de Costa Rica, River Plate de Puerto Rico y Sportivo Baradero lo cobijaron hasta el 2012.

Con la divisa punzó disputó 9 cotejos, no marcó ningún tanto y, hoy, lo traemos al presente para recordarlo. 

lunes, 18 de junio de 2018

Fabián Monserrat



Promisorio volante ofensivo que a comienzos del 2012 -y tras la dimisión de Ramón Díaz- recibió la bendición del técnico Cristian Díaz para integrar las filas del plantel de primera. A sus 19 años, vió acción por vez primera en la máxima categoría nada más y nada menos que en el recordado 5-4 ante Boca Juniors, la noche en que Ernesto Farías jugó su único partido decente en el club hizo un hat-trick. Con el sucesor de El Pelado confirmado en el cargo, El Diablito acumuló minutos en cancha, llegando a debutar en la red frente a Belgrano de Córdoba, en una victoria 2 a 0 durante la fugaz primavera que el equipo vivió bajo la tutela de CD.

Fue así como Fabián Monserrat se tornó una alternativa para desnivelar las bandas y aumentar el poderío ofensivo, sin llegar, a pesar de esto, a explotar en un momento preciso, y sucumbiendo en la irregularidad de sus presencias. El contexto no era el mejor: Independiente iba rumbo al descenso y puertas adentro el once titular mutaba más que la formación de la banda Toto.

Disputó cotejos a cuentagotas durante la temporada en la segunda división, teniendo como único hito en 2014 un bellísimo gol marcado a Santamarina, en los 16vos de final de la Copa Argentina. Posterior al ascenso, despertó interés de Tigre, sin que el pase llegara a concretarse. "Espero volver a tener una chance" deslizaba el volante, optando finalmente por ir en busca de minutos de juego a su nuevo destino, Crucero del Norte, en donde jugaría en condición se cedido. Aquella experiencia, sin embargo, no saciaría sus expectativas, regresando a Independiente, en donde comenzó a entrenar con la reserva en busca de no perder ritmo.



Fue hasta ¡2016! que desplegó su juego en dicho escenario, cuando finalmente Venados Fútbol Club, team del ascenso mexicano, adquirió sus servicios. En dicho conjunto viviría la que es sin dudas la experiencia de mayor peso en su existencia. ¿Campeonato, dinero, fama? Mejor que eso, amigos: Fue papá de un bebé al que bautizó junto con su pareja como Salvador. Y el club azteca, vitoreando tamaño hecho, le dedicó una imagen en sus redes sociales. Finales felices.

jueves, 14 de junio de 2018

Ángel Morales Santos


Nos invoca la polémica en "Independiente Inédito". Y es que volvemos a rememorar un caso de los nuestros que, con el paso del tiempo, cruzó a la vereda opuesta de Avellaneda. Un joven talento que, cuando llegaba a su máximo esplendor, decidió buscar otros caminos en pos de mejorar, dejando atrás gambetas y goles en la siempre entrañable "doble visera".

Ángel Morales Santos -todavía no entendemos de dónde viene "matute"- representó un producto bruto de la cantera "roja" en Villa Domínico. Nacido y criado en Villa Luján, poseyó su primer balón producto del trabajo de su padre, quien se dedicaba al arreglo de los mismos, y cuando pasaba más de un mes sin que nadie lo reclame, quedaba en su posesión.

Aprendió a driblear, saltar y eludir rivales en la calle, jugando por el "sanguche y la coca", tal como él relata, posicionándose así como enganche. En 1993 dijo presente por primera vez por la casaca del "Rey de Copas", pero las pocas oportunidades, lo llevaron a pasar a préstamo a Platense, para regresar en 1996.

Aquí encontramos el primer punto de inflexión de esta historia. Y es que, para el "Clausura '97", César Menotti lo tenía como un baluarte, habitual titular, y con una temporada que le proveyó 32 cotejos y cinco goles. Los de memoria de antaño y que vivenciaron ese torneo, maldecirán ese mercado de pases producto de la "Copa América".

Para mitad de año, Menotti abandonó el barco, fichó por la Sampdoria y, con él, se fueron "matute" y Roberto Cascini, al igual que Roberto Acuña y José Luis Calderón. Los "diablos" de antaño sentencian que, de haber mantenido la base, en ese torneo gritaríamos campeón.

Sin embargo, poco duró su travesía en el viejo continente respaldando la '10' de la Samp. Una breve estadía por el Mérida español y vuelta a la Argentina para ponerse la casaca celeste y blanca.

Ya para 1998 toda tipo de relación pasaría a diluirse. En el clásico de ese año, que ganó el archirival por 3 a 1, en nuestra casa, marcó un gol y así lo recuerda: "Cuando llegamos a la cancha de Independiente, pasé por la Cordero y me llenaron de meo, me tiraron vasos llenos… Ya desde la previa, durante la semana, los hinchas salían por la televisión insultándome. Yo había dicho que si hacía un gol, cómo no lo iba a gritar”.

Y los del "Rojo" no le perdonaron su traición. Sobre todo, porque en el 2004 hubo reincidencia y volvió a la "Academia". "Me sedujo más lo de Racing porque el año que estuve la gente me dio más cariño y me siento más identificado. La gente me pedía que volviera, algo que no pasó con la de Independiente", argumentó, para luego sentenciar: "si ser ídolo es recibir el cariño del hincha, entonces me siento ídolo".

Cruz Azul, Veracruz, Dorados de Sinaloa, Banfield, Olimpo, Nacional y Huracán son otros de los clubes que albergaron a este volante creativo, que en 2011 puso fin a su carrera. El player disputó 70 cotejos, marcó 8 tantos y quedará para siempre en el hall of fame del "clásico de Avellaneda".

martes, 12 de junio de 2018

Fernando Elizari




Llegar a un club tan grande, inmenso, donde un familiar construyó una trayectoria inmensa, cuyos cimientos fueron formarse deportivamente en una institución tan importante e imponente como Independiente, es una motivación y una presión de esas lindas para construir un camino propio.

Eso probablemente le pasó a Fernando Elizari. ¿Quién es? Primo hermano de los Milito, nació el 5 de abril de 1991 en Quilmes. En el equipo de aquella ciudad dio sus primeros pasos futbolísticos y formativos. Su característica principal es el juego asociado, rápido y por atrás de los delanteros. Una especie de mediapunta/enlace. Su buen nivel mostrado en el Cervecero le valió tener su oportunidad de jugar en un equipo enorme, el equipo donde su primo Gabriel fuese muy querido por la hinchada roja.

El cargo fue por un año, y en principio integró la división de Reserva de Independiente, a mediados del 2011. Allí fue un estandarte principal del equipo que comandaba por aquel entonces Cristian Díaz, donde mantuvo chances reales de salir campeón, quien terminó siendo Boca Juniors. Elizari lo máximo que estuvo fue en el banco de suplentes, sin disputar minutos en Primera División. Sin embargo a mediados de 2012, Independiente no hizo uso de la opción de compra y retornó a Quilmes.

Luego de una buena temporada en Quilmes, Elizari volvió a tener una chance en otro grande, esta vez San Lorenzo, donde integró el plantel que logró la Copa Libertadores 2014. Luego, tuvo un paso por el O'Higgins chileno, y vistió la camiseta de Defensa y Justicia. Actualmente se encuentra en el Johor de Malasia.

Finalmente, tras sin disputar minutos, en donde se lo vio a Elizari se mostró un jugador activo y creador de juego, quizá algún día, vuelva a vestir la divisa punzó, pero esta vez, para jugar y demostrar realmente sus condiciones.


sábado, 9 de junio de 2018

Franco Cángele



En estos tiempos donde la fiebre mundialista acarrea la siempre dichosa tarea de coleccionar figuritas, el bucear por internet nos lleva a toparnos con un cromo (?) de un jugador que ha pasado por nuestro querido Independiente, aunque nuestra memoria jamás haya retenido que él puso pie en, en aquel entonces, la Doble Visera. ¿Por cuántas figus cambiarías a la pegatina de Franco Cángele?

Vió acción profesional por vez primera en un Boca Juniors triunfante bajo la tutela de Carlos Bianchi, allá por el génesis de este siglo. Si bien acumuló juego en aquellos pagos, la necesidad de más minutos de juego le hizo recalar en el año 2004 en el Independiente de César Luís Menotti. Su posición de extremo zurdo era una tentación para El Flaco, siendo nuestro homenajeado vitoreado en una nota en el Olé como "pichón de Gustavo López".

Compitiendo con seres como Sergio Agüero, Nicolás Frutos, Eduardo Bustos Montoya y José Turu Flores, lo de Cángele en Avellaneda fue efímero. Cuando la explosión del Kun, los goles de Frutos y la permanente alternativa de El Tati le hizo descubrir que su tiempo en El Rojo no implicaría acción, armó las valijas y partió a Colón de Santa Fe.

¿Qué nos dejó? 11 partidos, sin goles y la sensación de que nuestra infancia repartida entre jugos Ades, late-nola y el bullyng del primario (?) está muy lejos ya.

miércoles, 6 de junio de 2018

Damián Martínez



Debutar sin jugar en Primera División y pasar derechito a Europa sin escalas a un club de renombre internacional. ¿Un sueño? ¿Una Liga Máster en el mundo virtual de los juegos de consola o un modo leyenda? No, aunque suene utópico, un arquero que realizó las inferiores en Independiente tuvo este maravilloso camino.

Damián alias Dibu Martínez nació el 2 de septiembre de 1992 en Mar del Plata. Tras atajar en varios clubes de su ciudad natal, le consiguieron una prueba en Independiente. Miguel Ángel Santoro, gloria de los tres palos en el Rojo, puso los ojos en él y rápidamente fue fichado para realizar las inferiores. Alto, ágil y muy rápido eran sus principales condiciones técnicas.
A nuestro protagonista se lo pudo observar con detenimiento en el Sudamericano Sub-17 de Chile, en el año 2009, donde fue una de las figuras del seleccionado nacional. Ese equipo fue finalista y cayó derrotado ante la Brasil de un tal Philippe Coutinho por penales tras igualar en los 90 minutos.

Su destacada actuación le valió ser muy bien visto por los ojeadores del Arsenal de Inglaterra. Vaya camino, con un puñado de encuentros atajó (?) el corazón de los directivos ingleses. Las negociaciones no tardaron en empezar y, tras una prueba en el mismísimo equipo inglés, fue adquirido en la suma de 500 mil dólares por el 65% y con un plus de cláusulas a cumplir para adquirir la totalidad del pase.

Y se marchó hacia Inglaterra, donde siguió su proceso formativo. Su camino, largo, pero beneficioso al fin, dio sus frutos. Debutó 5 años después de ser adquirido en Champions League, en un encuentro ante el Anderlecht. Sin embargo, alternaba entre Cech, Ospina, donde competía con arqueros muy experimentados en su puesto.
No obstante, Arsenal debido a su superpoblación de arqueros, daba a préstamo a Martínez (Oxford, Wolverhampton, Sheffield, Rotterham) para mantenerlo competitivo.

Un párrafo aparte merece Dibu, cuando casi vuelve a Independiente. Debido a su falta de continuidad, evaluó la chance de regresar con mucho entusiasmo, pero desde el Club y sobre todo Gabriel Milito no estuvo tan de acuerdo con su llegada.

Hoy en día se encuentra cedido en el Getafe de España, buscando la continuidad que tanto anhela y por la que tanto peleó una de las ex joyas de nuestra cantera. ¿Volverá a sus inicios?

lunes, 4 de junio de 2018

Pablo Torres


Qué difícil que es calzarse el mote de "promesa"...Bah, mejor dicho, que la opinión te catalogue como tal sin y ejercer esa presión. Porque sí, es verdad, podremos decir, ¿qué mejor que te encasillen como el futuro de un club?, pero, al mismo tiempo, ¿por qué es lo mejor? Quizá, el hecho de sentirse en la obligación de ser ese futuro que todavía no llegó es lo que, a veces, produzca el nerviosismo de mostrar habilidades que todavía restan pulir y dotes que faltan madurar.

Hablamos de juveniles y hoy nos convoca a esta reunión virtual de lectura Pablo Torres. Categoría '84, comenzó a despuntar el vicio de futbolista en Arsenal de Sarandí, para luego pasar a Boca y, finalmente, llegar a Independiente como un promiscuo talento que, con apenas 15 años de edad, debutó en reserva y ostentaba el récord de haber ganador la mayor cantidad de campeonatos, -cuatro de seis- en divisiones menores.

De hecho, junto a Lucas Molina, Diego Ludueña y Juan Pablo Collantes, integró la selección sub-17, soñando con disputar el mundial de esa categoría en el 2001. "Tojo Nos dice que hay que aprovechar el momento porque, cuando te caiste, el que está atrás te come. Pero estamos ilusionados porque ahora vienen giras y eso nos motiva para esforzarnos más", y es más o menos lo que pasa en la vida, ¿no?

El estreno de nuestro homenajeado se dio en el año 2003, de la mano de Osvaldo Sosa. Por la última fecha del "Apertura" -con una pobrísima campaña que nos encontró en la decimocuarta posición- los de Avellaneda derrotaron por uno a cero a Chicago, en Mataderos y el debut concluyó con victoria.

Sin embargo, los técnicos posteriores poco lo tuvieron en cuenta y, con cuatro escollos más en el lomo, decidió aventurarse para buscar nuevos rumbos futbolísticos. 

Con un paso intermedio por el Racing de Uruguay, México se dispuso a cobijarlo y Cruz Azul, Atlante, Mérida, Dorados, Veracruz, Alebrijes y Cimarrones lo incorporaron en sus filas. 

Una historia más de jóvenes dispuestos al máximo, pero que no pudieron explotar todo su potencial en la primera división. Hoy, con 34 años, gasta sus últimos cartuchos goleadores en Dorados. Y vos, Rojo, ¿te acordabas de este caso?