jueves, 9 de febrero de 2017

Emmanuel Culio



La incógnita que nos convoca en esta ocasión es si podemos considerar traición a una de carácter imperceptible. Que exista una deslealtad tan minúscula que no pueda siquiera notarse, y que quede sepultada en algún subsuelo de la historia. Porque, seamos francos, muy pocos hinchas del Rojo recordamos que alguna vez Emmanuel Culio pasó por nuestro equipo. Mucho menos tenemos presente que, una vez concluida su fugaz estadía por estos pagos, Emma (?) emigro a... Racing Club.

El caso de hoy comienza en el invierno del 2005. Después de formarse y disputar su primer torneo en Flandria y aproximar su trayectoria en la máxima división vistiendo la casaca de Almagro, arribó al Independiente de Julio Cesar Falcioni con 21 abriles. Se trataba de una apuesta al futuro dentro de un equipo que le daba cada vez más protagonismo a jóvenes promesas como Oscar Ustari, Martín Fabro y un tal Sergio Aguero. El panorama era, en mayor o menor medida, promisorio.

Faltaba un día para que cumpliera los 22 cuando recibió la convocatoria al banco de suplentes para el debut rojo en el Apertura 05': Visita al Club Atlético Lanús, en La Fortaleza, para nada fácil para el inicio del Independiente JCF edition.

Un Picolas Frutos iluminado clavó un doblete, que se complementó con tantos de Matas Manrique y Lucas Pusineri. 4 a 2 a favor marcaba el resultado cuando a cinco minutos del final se dio el ingreso de Culio por el "Kun", para así integrar el mediocampo junto con el mencionado Fabro. Pusi, Esteban Buján y Lucas Biglia. Desde el césped vivió el victorioso génesis de aquel torneo.

Pero con la furia del tiempo toda oportunidad en el horizonte se disipó. Jamás Culio volvería a calzarse la casaca del Rojo de forma oficial. Para el invierno del 2006, nuestro protagonista se vio obligado a buscar un nuevo hogar. Cruzar de vereda fue la opción mas potable que encontró.

"Voy a otro club grande", deslizó ante los medios en su afán de quedar bien con Dios y con el Diablo, valga la ironía. Casi sin que nos enteremos, Culio se afilió a nuestros rivales de toda la vida. Pero no despertó ira en ningún alma de este lado. Probablemente hoy pueda caminar tranquilo por Avellaneda y nadie le reclame su decisión realizada más de una década atrás. En Racing tampoco encontró su lugar, plasmando a posterior una extensa trayectoria en el fútbol europeo, mostrando su juego en Rumania, Turquia y España.

Lo curioso es que, en el país ibérico, protagonizó un curioso incidente a comienzos del 2016, cuando fue presentado como el nuevo fichaje del Real Zaragoza. Resulta que Culio le hizo honor a su apellido (?) y vistiendo la casaca de Las Palmas, su equipo anterior, le dedicó un ascenso a Ranko Popovic, ex DT de su nuevo conjunto, alegando que dicho hombre se iba para su casa con una parte intima rota. Su primer cara a cara con la afición fue, entonces, un desastre, recibiendo abucheos e insultos por doquier. La noticia, desde ya, llegó a la Argentina, y el video de su presentación se tornó viral.

Nadie le reclamó, sin embargo, su joven traición a Independiente. Y de seguro ya no es necesario. El fútbol encuentra su equilibrio por instantes. Y este es un claro ejemplo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario