sábado, 11 de noviembre de 2017

Ciencia Ficción: Homenaje a ídolos en la camiseta (2009)


La crónica de hoy no puede comenzar sin esbozarse primero la definición de homenaje: "Demostración pública de admiración y respeto hacia una persona". Pero aunque, a veces, las intenciones son las mejores para poder rendir culto y respeto para viejas glorias de un club de fútbol, la semblanza resultará efectiva, también, dependiendo de quiénes porten o lleven adelante el tributo para con el homenajeado. 

Corría el año 2009. El calor de enero azotaba en el Gran Buenos Aires e Independiente se preparaba para estrenar una camiseta a tono. La marca alemana Puma desembarcaba en Avellaneda para comenzar a sponsorear al "Rey de Copas" que dejaba atrás a Umbro. 

En pos de pisar fuerte en el mercado local y de posicionarse con impronta entre las casacas de diversas instituciones argentinas, la gente de la marca con el animal salvaje no tuvo mejor idea que rendir homenaje a las viejas estrellas del club y enaltecer la rica historia del nuevo embajador argento. Fue por eso que, para la primera fecha del Clausura '09, los players salieron a la cancha con una camiseta conmemorativa que poseía en su pecho una imagen de alguna copa internacional, con su año correspondiente. 

La idea fue original. Las camisetas volaron apenas salieron a la venta. Sólo había a la venta 104 ejemplares de estos modelos, y las 22 camisetas titulares serían subastadas a beneficio del Rojo Solidario. Su template simple y sencillo, resaltando el color punzó, con los vivos blancos en el cuello y mangas, como a los hinchas de antaño les gusta más, hacían que su diseño sea aceptado por la masa societaria, aunque no hayan salido a la cancha con el escudo tradicional, sino con el redondo de siglas C.A.I superpuestas. Todo esto, mientras una votación se realizaba en paralelo para elegir la indumentaria oficial que se usaría a partir de la tercera fecha. 

Para la segunda jornada, el "Rey de Copas" debía visitar Tucumán para enfrentar a San Martín. Aquí entra el modelo en cuestión y que representa la foto que está más arriba. Cuando los jugadores pisaron el suelo santo, salieron con la remera de juego que tenía estampada un apellido referente a un ídolo de la institución. Intentaron, al menos, que el hombre que ocupe determinado puesto, lleve en su pecho a un ex que se desempeñe en la misma función. 

Fue así que, ese día, los de Miguel Ángel Santoro formaron con: Santoro (Assman); Clausen (Moreira), Trossero (Rodríguez), Villaverde (Tuzzio) y Pavoni (Mareque); Pastoriza (Vittor), Bertoni (Mancuello), Burruchaga (Fredes) y Bochini (Montenegro); Agüero (Higuaín) y Erico (Núñez).

La jornada no culminó de la mejor manera. Fue caída estrepitosa 3-0, con baile, ante un elenco que hasta hace nada militaba en la "B" Nacional. "Vamos a intentar repetir la historia", soltó Federico Mancuello en la antesala del encuentro en diálogo con Omar Porcel -de "Paso a Paso"- quien le había advertido sobre la pesadez que acarreaba el apellido que llevaba consigo. 



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