jueves, 4 de enero de 2018

Adrián Czornomaz




Hombre sinónimo de ascenso argentino que, amén de haber trazado sus más gloriosos años en temas involucrados en la B Nacional, así como también en su estadía en el fútbol chileno, tuvo su etapa en el Club Atlético Independiente, escuadra de la cual es confeso hincha y en la cuál, según él, convirtió el gol más lindo de su carrera: El primero. Teniendo en cuenta que el currículum de este sujeto está a punto de estallar en base a los más de 250 goles que tiene convertidos, dicho dato no es para nada despreciable.

Criado en Argentino de Quilmes, a fines de los 80' Adrián Czornomaz emigró a Avellaneda para luchar a por un lugar en la delantera a la par de Carlos Alfaro Moreno, Luís Artime y Martín Villalonga, entre otros. Mientras el mundo bipolar entraba en su fase terminal, el Muro de Berlín caía y en la TV argentina era moneda corriente la publicidad de Tubby 3 & Tubby 4 (?) El Pirata acumuló 12 partidos jugados y 3 goles convertidos en tierras rojas, incluso alzando el torneo doméstico en 1989. Fugaz pero efectivo.

Una nueva década arribó y AC comenzó a desenvolver una trayectoria que se expandiría por Chile y Austria, pero esencialmente por diferentes lares del ascenso argentino, hasta tornarse el máximo anotador histórico de la B Nacional. Su ficha en la base de datos del fútbol argentino no nos deja mentir: Su nombre es sinónimo de gol.

Nómada de la segunda categoría, es imposible no preguntarse, ¿qué hubiera pasado si este atacante se quedaba un par de temporadas más en la Doble Visera?

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