domingo, 18 de marzo de 2018

Pésimas Campañas: Osvaldo Piazza

Foto de FutbolRetro

El primer invierno del nuevo milenio ocurría con una incógnita en la cabeza de los dirigentes del Club Atlético Independiente: ¿Quién debía reemplazar a Enzo Trossero como entrenador del plantel? Se descartaron muchos nombres que hoy nos suenan extraños, pero que en dichas circunstancias estuvieron cerca de abordar, entre ellos José María Bianco y Juan José López. ¿Y quiénes quedaron en pie, entonces, a la hora de la decisión definitiva? Un ídolo de la casa, Jorge Burruchaga, quien estaba haciendo sus primeras armas como DT en Defensa y Justicia, y Osvaldo Piazza, un outsider al mundo rojo de reciente buena campaña con Colón de Santa Fe.

A mediados de Julio del 2000, este último asumió la dirección técnica del equipo. El empujón definitivo en la carrera se lo había dado el presidente Pedro Iso, quien vanaglorió el fútbol ofensivo de Piazza, más su mayor experiencia, por sobre Burru. Rápidamente arribaría el primer refuerzo de la era, el arquero Oscar Passet, movimiento acoplado con la decisión del nuevo técnico de subir a primera a un puñado de promisorios pibes, entre ellos Juan Eluchans, Ariel Orellana y Vicente Vuoso. Había expectativa, así, en torno a los objetivos que se aproximaba: Tanto el Apertura doméstico como la Copa Mercosur.

En su debut en el torneo local, Piazza sacó a la cancha a Passet; Jorge Martínez, Javier Páez, Gabriel Milito, Juan Carlos Ramírez; Gastón Galván, Ariel Montenegro, Carlos Estigarribia (otro de los refuerzos), Cristian Domizi; Francisco Guerrero y Diego Forlán. ¿Resultado? Oscuro empate sin goles ante Belgrano de Córdoba en la Doble Visera, con Panchito malogrando un penal. Arranque algo torcido que terminó por derrumbarse en las siguientes fechas, ya que Independiente acumuló ¡siete partidos! sin conocer la victoria: A las tablas con los cordobeses se sumaron el empate en uno ante Almagro, la caída 0-2 ante Huracán, derrota 1-2 ante Lanús, un esquivo 0-1 ante River e igualdad 1-1 ante Vélez. Recién la séptima jornada el equipo de Avellaneda sumó de a tres: Victoria 2 a 1 frente a Colón de Santa Fe, con goles de Daniel Garnero y Forlán. Curiosamente, frente al ex equipo del ya cuestionado DT Piazza.

Independiente, sin embargo, jamás levantó cabeza y finalizó 14to. ¿Qué le dió espaldas en aquel contexto al entrenador? El vencer, en la última fecha, por 2 a 0 a Racing Club. Tamaño vitoreo en el derby permitía ser algo expectantes de cara al futuro próximo. Che ¿Y la Mercosur? Mejor no hablar de ciertas cosas, diría Prodan: Eliminados en primera ronda, por detrás del Cruzeiro y el Palmeiras.

Acoplando a sus subidas a Primera a los jóvenes Livio Prieto y Mariano Pernía, Piazza comenzó a preparar lo que sería el Independiente rumbo al Clausura 2001. Resultados eran lo que se precisaba. En aquel torneo, para el debut ante Belgrano -ahora, claro, a jugarse en Córdoba- el DT formó a Ariel Rocha; Jorge Martínez, Javier Páez, Gabriel Milito, Juan Carlos Ramírez; Gastón Galván, Martín Vitali, Livio Prieto, Esteban Cambiasso; Matías Vuoso y Diego Forlán. Se repitió el mismo resultado que en la rueda anterior: Empate sin goles.

Si bien el equipo había mejorado algo en su juego en comparación a lo exhibido meses atrás, la realidad continuó siendo adversa: Entre la 12ma y y la 15ta fecha, El Rojo transitó una racha negativa: 2-3 ante San Lorenzo, 0-0 ante Chacarita, 1-2 ante Boca y 0-2 ante Argentinos Juniors. Esta última derrota fue suficiente para Piazza, que escaso tiempo después de terminado el cotejo presentó su renuncia a la comisión directiva, dejando atrás una etapa de menos de un año donde el equipo flaqueó en cada paso que dió. Inicio del Siglo XXI dado con el pie izquierdo para El Diablo.



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