martes, 30 de enero de 2018

Ciencia Ficción: Américo Gallego contra todos (2009)



El 2009 había iniciado de forma turbulenta para el Club Atlético Independiente. Miguel Ángel Santoro, despojado de su posición como entrenador interino y ratificado como DT fijo de cara al Clausura, apenas duró siete jornadas en el cargo. Las mismas estuvieron identificadas por un juego escaso y una marcada irregularidad por parte de sus muchachos. Una derrota por 1-4 ante Gimnasia de Jujuy vaticinó su ida, la cual se concretó de forma acordada y pacífica con un triunfo -por el mismo resultado- ante Newell's.

Lo que parecía un momento de tranquilidad fértil para rearmar al equipo y recuperar terreno se potenció con la noticia de que Américo Gallego, último entrenador que había campeonado con El Rojo en aquel entonces, acababa de firmar contrato para convertirse en el nuevo técnico del equipo. Rápidamente, El Tolo puso manos a la obra para armar el once titular que visitaría a uno de los animadores del torneo, Lanús. A priori una parada difícil.

Y lo fue (?). Porque un Independiente sin ritmo ni juego apenas titubeo en el césped, mientras La Fortaleza era adueñada por los locales, que desplegaron un juego fenomenal bendecido por un José Sand iluminado. ¿Resultado? Derrota por 5 a 1, cuatro goles del Pepe y crisis total en las tácticas rojas. Las cámaras que apuntaban al banco de la visita fueron testigo de como evolucionaba el rostro de Gallego. De esperanza, a enojo. De enojo, a preocupación. De preocupación, a resignación. Y de resignación... a furia.

Fueron participes de aquel partido Fabián Assmann en el arco, línea de cuatro en la defensa con Ricardo Moreira, Leandro Gioda, Guillermo Rodriguez y Lucas Mareque, el mediocampo con Leonel Ríos, Lucas Pusineri, Sergio Vittor y Federico Mancuello (autor del gol) y arriba se posicionaban Daniel Montenegro y Leonel Núñez. Ingresaron Federico Higuaín, Darío Gandín y Hernán Fredes. Un verdadero Dream Team para Independiente Inédito.

¿Qué hacer en ese momento? ¿Guardar cautela y solucionar los conflictos puertas adentro? Las bolas, viejo (?). Un Gallego ciego de ira enfilo hacia los periodistas mientras contenía las ganas de invitar a sus dirigidos a pelear en alguna esquina de Zona Sur. Frente a los micrófonos, el DT disparó: "Si tengo que ver el partido, los seis goles lo hicimos nosotros. Pecamos por la inocencia que tuvimos en defensa... Pero sé como arreglarlo. Si te digo que estoy tranquilo, te estoy mintiendo". Y siguió: "Son errores que los voy a hablar con mis jugadores. Por dentro estoy re caliente. No quiero entrar en detalles ni dar nombres. Sino... muy pocos quedarían en el equipo". Coronó: "No me interesan los nombres. Ya mañana a las nueve y media estoy para formar otro equipo, otro mediocampo, otra defensa, otra delantera. Al que le toque, le toque... Hay actitudes que a mi me preocupan. A uno lo contratan para dar órdenes. Y otros no quieren hacer caso". Bomba.




Los primeros en volar fueron Rodríguez y Mareque. Con algunos ajustes y sin ambos dos de cara al próximo cotejo, Independiente enfiló una semana de entrenamiento donde el aire parecía cortarse con una tijera. Al corto plazo, sin embargo, las cosas funcionaron: A la siguiente jornada -haciendo de local frente Huracán... en Huracán- El Rojo le ganó 2 a 1 a los de Ángel Cappa. Y Gallego fue feliz.

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