En esta familia de historias que hemos dado a llamar Independiente Inédito, la realidad es una especie de escenario que juega un rol secundario a la hora de escribir. Lejos de centrarnos en crónicas de partidos recientes, o información sobre el mercado de pases, lo nuestro se basa más bien en bucear por las arcas de El Rojo para dar con un caso digno de ser redactado para nuestros fieles (?) lectores. Se puede decir que el pasado es nuestro presente, al menos en este rincón del internet.
Sin embargo, cuando es la propia realidad la que nos arroja material para nuestro sitio, nos permitimos hacer una excepción y aliar a este blog con los sucesos recientes. Es por eso que habilitamos este debate en torno al giro que la carrera de Nery Domínguez tomó.
Hace poco menos de un año, dicho mediocampista arribó al Club Atlético Independiente en lo que era el génesis del ciclo de Ariel Holan. Criado y hecho sus primeros pasos en Rosario Central, su procedencia indicaba una estadía en el Querétaro mexicano, conjunto que lo cedía a préstamo para probar suerte en Avellaneda. El desafío implicaba hacerse con un puesto en disputa con Diego Rodríguez y, a posteriori, Nicolás Domingo.
A lo largo del 2017, Domínguez intentó -sin éxito- hacerse con un lugar en el primer equipo. En total completaría 24 cotejos entre campeonato local y copa, hilvanando dos goles: Un lindo remate desde el borde del área ante Defensa y Justicia y el cuarto gol en lo que fue la victoria por 4 a 2 sobre Deportes Iquique en la ida de la segunda fase copera.
Posterior a la obtención del título, las especulaciones en torno al futuro del mediocampista decantaron en una realidad ineludible: Su tiempo en Independiente estaba concluido. Con intenciones de encontrarle nueva casa en nuestro país, el Querétaro comenzó a analizar ofertas para con su jugador. La que sobresalía provenía del máximo rival del ahora ex equipo de Domínguez, Racing Club de Avellaneda. La razón tenía orígen en Eduardo Coudet, técnico de dicho team que conocía a ND de sus días en Central.
Sin mucho más que sentarse a negociar, ambas partes arribaron a un acuerdo y Nery, bolso en mano, cruzó de vereda. Antecedentes recientes los hay: Damián Ledesma -otro mediocampista ex Canalla- pasó de El Diablo a La Academia en 2009. También el delantero Osvaldo Miranda cruzó de El Cilindro a la Doble Visera en 2006. Ninguno de ellos es recordado con firmeza en ambos lares y lejos estuvo de verse sus transferencias como "traición".
Teniendo en cuenta todo esto, que va desde el no-lugar de Domínguez en Independiente hasta su firma por nuestro derby, la pregunta que nos obliga a hacer esta sección es, ¿indulto o condena?
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