viernes, 23 de marzo de 2018

Marcelo Saralegui


Google es una cosa de locos. Es una biblioteca abierta para todo ser que habite le internet. Es fuente de enseñanza para todos aquellos que naveguen en la red. Es anfitrión de un millar de historias desconocidas para los cibernautas. Es fuente de atajos para aquellos que aún van al colegio. Pero también, y más importante aún, es suministro de información para que día a día llenemos nuestro libro virtual referido a Independiente.

Sin rodeos, el invierno de 1999 trajo nuevas competiciones para los "Rojos". César Menotti, director técnico de los nuestros, planificaba -cigarro en boca mediante- las estrategias y planes para volver a su equipo competitivo de cara a la Copa Mercosur y al Apertura venidero.

Allí, el "flaco" entendió que faltaba un volante mixto en la mitad de la cancha. Aquel que juegue parado en el medio y preste vocación ofensiva para sumarse al ataque. Marcelo Saralegui picó en punta como el nombre a quien ir a buscar en pos de lograr esa mentalidad ganadora. Hombre de paso por el fútbol Europeo, militó en las filas del Atlético Madrid, fue campeón con el Torino de Italia, mantuvo un paso por Nacional de su natal Uruguay, y, en el ámbito local, supo defender las camisetas de Colón y el acérrimo rival. Así es, el charrúa es uno más que se suma a ese selecto grupo de profesionales que vistieron las dos casacas del "Clásico de Avellaneda".

La "Academia", en conflicto por su pase con el "Sabalero" entendió que era momento de dar rienda suelta a la ficha del volante, por lo que la oferta de los nuestros empezó a calzar. "La causa judicial entre Racing y Colón se está por destrabar y, luego, vamos a concretar su incorporación", soltó Juan Torres, vicepresidente primero en aquel entonces, mientras Héctor Grondona -el pope- terminaba de encarrilar las gestiones desde Brasil, con los players a punto de debutar en el torneo internacional ante Corinthians. 

La transacción llegó a buen puerto y el hombre proveniente de las tierras orientales arribó a Alsina y Bochini a préstamo, con un cargo de 50.000 dólares. "Ahora tengo chances de ser campeón", soltó efusivo, denotando que con el "Rey de Copas" podía aumentar la cantidad de galardones en sus vitrinas. 

El debut de nuestro homenajeado se dio en la primera fecha del Apertura, ante Boca, en condición de visitante. Fue caída 0-3 en el estreno y su performance no fue la mejor. "Nos ganaron bien, pero hay que tener en cuenta que llegamos con el desgaste del partido del jueves contra Vélez por la copa", justificó, y, consultado por su decepcionante actuación y una posible precipitación debido a que sólo tuvo dos entrenamientos con sus nuevos colegas, se defendió: "A mis compañeros los conozco bien. Además, la mejor manera de conseguir ritmo y de adaptarse al esquema de juego es jugando. Me sentí cómodo aunque por ahí al final del partido sentí un poco el cansancio".

La cuestión es que el pasar de este profesional por nuestras filas no fue de la mejor manera. Sin mucha continuidad, en el ocaso del año, y con el nuevo milenio viniéndose encima, Defensor Sporting apareció como opción en su camino y los directivos no hicieron mucho esfuerzo para retenerlo. 

La cuestión es que, seis meses más tarde, regresó a la ciudad, pero para disputar sus respectivos cotejos en el Juan Domingo Perón. Aquel que mantuvo sentirse con oportunidades reales de coronar, hizo la vista gorda, y demostró su empatía por los de la vereda de enfrente, no sin antes contar los detalles de su prematura ida: "Me fui porque sabían que mi pase era de Racing y que en junio volvía acá. Por eso me dejaron ir a Defensor.


—¿Y qué te dejó Independiente?
—Muchas cosas no me dejó. Fue un paso muy corto. Estoy más identificado con Racing que con Independiente.
Con la divisa punzó registró un total de 14 cotejos, marcó un tanto y, hoy, decidimos traerles sus memorias. 

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